El destructor USS Zumwalt será el primero de la Marina de Estados Unidos en integrar los nuevos misiles hipersónicos de ataque terrestre en una operación prevista para 2025. El trío de destructores de misiles guiados de clase Zumwalt podría desplegar cada uno hasta una docena de misiles hipersónicos, según publicó USNI News. Los misiles hipersónicos son maniobrables y más precisos, se pueden mover a una velocidad de al menos Mach 5 y son capaces de alcanzar casi cualquier parte del mundo en cuestión de minutos.
El Pentágono tiene previsto equipar hasta 23 barcos y 20 submarinos en los próximos años con este tipo de proyectil para contrarrestar el creciente poder militar de China. Este misil de ataque rápido convencional (Conventional Prompt Strike, CPS), de ocho toneladas, tiene un alcance de 2.735 kilómetros y está diseñado para cumplir con el objetivo del Pentágono de lanzar un ataque convencional en casi cualquier parte del mundo. El CPS y su versión terrestre, el arma hipersónica de largo alcance del Ejército de EEUU, serán las primeras municiones operativas que surjan después de veinte años de inversión en armamento hipersónico por parte del Departamento de Defensa.
Tanto por la velocidad como por el alcance, este tipo de misiles se han convertido en uno de los ejes de la Armada estadounidense en un momento clave en la carrera armamentística en la que participan las principales potencias. La posibilidad de una guerra en el Indo-Pacífico es un escenario que se estudia con más detenimiento en el Departamento de Defensa de Estados Unidos. El expansionismo chino en el Mar de China Meridional y la posibilidad de una invasión o ataque de Pekín en Taiwán para lograr la reunificación de la que Pekín considera “una provincia rebelde” son los argumentos que han impulsado a Washington a acelerar su programa de armas hipersónicas. En 2018, el Departamento de Defensa encargó a la Marina que desarrollara un arma para sí misma y para el Ejército.
El Pentágono es consciente de que cada vez necesita más y mejores misiles de largo alcance para minimizar el riesgo de las nuevas capacidades defensivas y ofensivas del Ejército Popular de Liberación de China. Hace unos días se puedo ver en la feria Airshow de China imágenes del bombardero chino al H-6, armado con una nueva versión de uno de sus misiles balísticos hipersónicos adaptada para ser lanzado desde el aire.
El calendario previsto por el Pentágono sugiere que el Ejército está listo para obtener sus primeras armas operativas hipersónicas disparadas desde lanzadores terrestres el próximo año. Los destructores Zumwalt serán la primera plataforma de la Marina en desplegar los misiles, en 2025. Y en 2029, las armas se desplegarán en el primer submarino de ataque clase Virginia.
El destructor USS Zumwalt, de de 16.000 toneladas, entrará en un astillero de Mississippi de Ingalls Shipbuilding para incorporar las primeras armas hipersónicas de largo alcance. El siguiente paso será diseñar y probar la integración entre el misil y el casco y el sistema de combate del USS Zumwalt. El proceso comenzará en 2023 y consistirá en retirar los montajes del Sistema Avanzado de Armas de 155 mm a bordo de cada barco para instalar tubos que incorporarán el sistema de lanzamiento vertical para el cuerpo de deslizamiento hipersónico común.
Rusia y China han centrado el desarrollo de armas hipersónicas para transportar cargas útiles nucleares. En cambio, Estados Unidos pretende que estas armas sirvan para transportar solo cargas útiles convencionales. China parece ser el país que lleva la delantera en investigación de armas hipersónicas. El año pasado el Ejército Popular de Liberación chino realizó dos pruebas que causaron asombro y preocupación en Occidente al poner en órbita dos avanzados sistemas hipersónicos de bombardeo orbital fraccionado (FOBS), una capacidad que Estados Unidos de momento carece
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