El peñón está siendo motivo de disputa durante estos días. La razón de tal situación es la presencia del submarino nuclear estaodunidense Rhode Island que ha atracado durante casi una semana en aguas gibraltareñas. Este suceso supone un “riesgo para las poblaciones del Campo de Gibraltar y del Estrecho”, según la organización Verdemar Ecologistas en Acción, que indica que ya este lunes el barco abandonó la zona.
Esta situación no es nueva, ya que en varias ocasiones se ha utilizado el Peñón como puerto militar de embarcaciones americanas y británicas. En este caso, y el motivo por el que ha generado más controversia es que se trata del submarino nuclear más grande del mundo. Se apuntaba a que la situación sería momentánea como así ha sido, y ya ha partido hacia el Mar Negro.
Antecedentes en Gibraltar
Hay que recordar que el 30 de agosto ya se produjo una situación muy delicada cuando dos barcos colisionaron en la bahía de Algeciras. Este hecho provocó un vertido de combustible que alertó de una posible inseguridad medioambiental.
Sin embargo este no ha sido el único caso, ya que el Estrecho ha experimentado otros incidentes de mayor magnitud. En el mes de abril, otros dos submarinos nucleares presentes en Gibraltar despertaron recuerdos amargos como el que tuvo lugar en el año 2000 con el HMS Tireless.
Este hecho propició que desde Moncloa se interpusiera una denuncia ante EE.UU por la presencia del submarino USS Georgia, que, según el gobierno español debía atracar en Rota. Unos días antes, el HMS Audacious, británico, también se presentó en el Peñón, lo que llevó a Verdemar a interponer otra queja.
Se calcula que desde que se reparara el HMS Tireless en el año 2000, han pasado por el Peñón más de cien submarinos de propulsión nuclear, una cifra muy alarmante y superior a la que debería ser.
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