El submarino ARC Pijao S-28 de la Armada Nacional de Colombia, navega en las costas de Mayport, Florida mientras participa del entrenamiento DESI. (Foto: Armada Nacional de Colombia)
Sigiloso, indetectable y letal. Esas son las cualidades del submarino oceánico ARC Pijao S-28 de la Armada Nacional de Colombia, que cuenta con equipos de alta tecnología para atacar en forma letal sin ser detectado por el adversario.
El Pijao es un submarino convencional eléctrico, que partió desde la Base Naval ARC Bolívar, en Cartagena, Colombia, el pasado 20 de enero, navegó 1.400 millas náuticas y arribó a la Base Naval Mayport, Florida para participar del programa de entrenamiento internacional antisubmarino Iniciativa Diésel Electrónico (DESI, por sus siglas en inglés), de la Armada de los Estados Unidos.
“La principal función del submarino ARC Piajo S-28 es de efectuar operaciones navales con el fin de garantizar la seguridad marítima del país”, dijo a Diálogo el Capitán de Fragata Nelson Villalba, comandante del Pijao, quien llegó con una tripulación de 42 oficiales y suboficiales a bordo. “Manejamos el factor sorpresa y nuestra ventaja es el sigilo”, dijo el Cap. Villalba sobre las ventajas que posee el submarino para enfrentar al adversario. “Realizamos operaciones conjuntas ya que el submarino provee información de inteligencia muy importante que permite el despliegue estratégico de otras unidades navales como buque superficies, unidades áreas y tropas en tierra que neutralizan la acción de grupos armados organizados de delitos nacionales y transnacionales”.
El Pijao
El Pijao fue construido en 1974, y bautizado en 1975. Su nombre proviene de una tribu indígena colombiana de la época prehispánica, caracterizada por su carácter bélico. Tienen una eslora de 56 metros, manga de 6,2 metros y un calado en superficie de 5,3 metros. Alcanza una profundidad máxima de operación de 300 metros y tiene la capacidad de transportar 14 torpedos de combate SST4.
El submarino realiza operaciones navales con unidades de superficie colombianas, patrullajes en las fronteras marítimas de los océanos Atlántico y Pacífico y participa en operaciones internacionales como UNITAS y la operación Morro Castle con la OTAN, entre otras.
El Pijao también coopera en la lucha colombiana contra el narcotráfico, en especial en la detección de semisumergibles usados por las organizaciones criminales para transportar drogas. “Dentro de nuestras operaciones estamos pendientes de los semisumergibles o artefactos navales que pueden estar saliendo o llegando a nuestras costas”, informó el Cap. Villalba.
La tripulación del Pijao durante el entrenamiento de DESI. (Foto: Armada Nacional de Colombia)
DESI
La Armada de los Estados Unidos creó la iniciativa DESI en 2001 con el propósito de entrenar y poner a prueba sus capacidades de guerra submarina. El programa se enfoca especialmente en la cooperación estadounidense hacia los países amigos sudamericanos que poseen submarinos como Colombia, Perú y Chile. DESI busca expandirse para incluir a Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Ecuador y Normandía.
DESI realiza ejercicios de alta complejidad que incluyen tácticas de enfrentamiento, operaciones de encuentro cercano y pruebas de sistemas de armamentos. “DESI ofrece oportunidades de entrenamiento frente a la amenaza del mundo real –un submarino diésel eléctrico moderno y silencioso”, dijo Juan Fernández, director de análisis táctico y administrador del programa DESI del comandante de la Fuerza Submarina de la Marina de los EE. UU., en entrevista para la revista Undersea Warfare. En caso de producirse una emergencia real, los países participantes podrán tener la preparación para hacerle frente por medio de una fuerza de tarea conjunta.
“No tenemos suficientes submarinos propios para entrenar a estos grupos de batalla. Trabajar con submarinos de otros países nos ayuda a llenar ese vacío”, dijo Rick Current, director adjunto para la capacitación, armas tácticas y de desarrollo del comandante de la Fuerza Submarina a la revista Undersea Warfare. “La participación de cada país en este programa es una contribución al esfuerzo de la coalición.”
Para la Armada Nacional de Colombia, las ventajas de participar en el DESI son invaluables. “Contribuye a aumentar el nivel de entrenamiento de la tripulación en guerra antisubmarina o con tácticas de escenarios lo más reales posibles”, dijo el Cap. Villalba.
Colombia inició su participación en el DESI con el Pijao en 2004. “La oportunidad de intercambiar con unidades navales de los EE. UU. es enriquecedora ya que participan con submarinos nucleares, aviones y helicópteros antisubmarinos. El ejercicio es muy interesante tanto en mar como en tierra”, agregó el Cap. Villalba.
Después de dos meses de preparación, la tripulación del Pijao partió de regreso a Colombia el 26 de marzo. “Estar encerrado y confinando en pequeños espacios por largo tiempo no es fácil”, afirmó el Cap. Villalba antes de sumergirse en las aguas del mar Caribe con su ‘tribu’, como denomina a su tripulación. “Debe ser una persona calmada, flexible y tener claridad ante momentos de alta tensión”, explicó sobre el perfil de su tribu.
La tribu del El Pijao regresaó a su país con nuevos conocimientos sobre tácticas de guerra antisubmarina. “Hemos aprendido bastante, intercambiado y compartido experiencias”, puntualizó el Cap. Villalba. “Se ha aumentado mucho más nuestra cultura naval”.
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