Corea del Norte ha efectuado este sábado una nueva prueba de lanzamiento de un misil balístico desde un submarino, lo que supone una nueva provocación del régimen de Kim Jong-un después de que EE. UU. impusiera esta semana sanciones directas al líder norcoreano por violaciones de derechos humanos.
El lanzamiento, que se efectuó a las 11.30 hora local (02.30 GMT) en aguas del mar del Este (mar de Japón) a la altura de la ciudad de Sinpo, falló en la fase de vuelo según las autoridades de Seúl que sin embargo lo consideraron como un avance en la tecnología de misiles del régimen norcoreano
La nueva prueba de misiles, prohibida por la ONU, llegó después de que esta semana Estados Unidos impusiera por primera vez sanciones directas al líder norcoreano, lo que desde Pyongyang se calificó como una "declaración de guerra".
"El lanzamiento del misil balístico desde el submarino se realizó con normalidad pero consideramos que falló durante la primera fase de vuelo", señaló en una nota de prensa el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur.
El breve texto señaló además que desde Seúl "se condena de manera rotunda esta provocación por parte de Corea del Norte".
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, también condenó de manera firme el lanzamiento que calificó como una "clara provocación a las Naciones Unidas".
Varias resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte el desarrollo y las pruebas de misiles balísticos debido principalmente a su actual programa de pruebas de armas nucleares.
Una prueba fallida pero que supone un avance en su carrera balística
El Ejercito norcoreano ya llevó a cabo otro intento de lanzamiento de un misil balístico desde un submarino (Submarine-Launched Ballistic Missile, SLBM), el pasado abril y aunque Pyongyang la anunció como un éxito, Seúl consideró que también fue una prueba fallida.
El último SLBM lanzado este sábado explotó a una altitud de unos 10 kilómetros después de haber sido disparado desde un submarino sumergido tipo Sinpo de 2.000 toneladas, según una fuente militar de Seúl citada por la agencia Yonhap.
Esta misma fuente valoró que a pesar de no completar con éxito la prueba, Corea del Norte ha conseguido progresos en la parte inicial del lanzamiento bajo el agua de su tecnología SLBM.
Los expertos consideran que Corea del Norte podría lograr desarrollar la tecnología necesaria para lanzar misiles desde submarinos plenamente operativos en unos tres años, lo que supondría un enorme avance armamentístico para el régimen de Pyongyang.
La naturaleza móvil de los SLBM ampliaría enormemente el alcance de su arsenal balístico y haría mucho más difícil detectar sus lanzamientos.
Esta última prueba de poderío militar llega después de que Seúl y Washington sellaron este viernes el acuerdo para el despliegue a finales de 2017 del escudo antimisiles THAAD, que pretende precisamente hacer frente a los programas armamentísticos de la vecina Corea del Norte.
Los dos aliados comenzaron a negociar el despliegue del sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) poco después de que el régimen de Pyongyang realizara su cuarta prueba nuclear subterránea y lanzara un cohete espacial con tecnología de misiles balísticos intercontinentales a principios de año.
Además, EE. UU. impuso este martes por primera vez sanciones económicas al líder de Corea del Norte y a otros diez funcionarios norcoreanos por los abusos de derechos humanos cometidos por el régimen.
La medida, no muy efectiva pero de gran valor simbólico, suma a Kim Jong-un a la lista de líderes que han sido sancionados por Washington como el sirio Bachar Al Asad, el libio Muamar Al Gadafi, el iraquí Sadam Hussein y el zimbabuense Robert Mugabe.
Como se esperaba, la reacción de Pyongyang fue furibunda y el régimen aseguró a través de sus medios oficiales que las sanciones a su líder constituyen "una declaración de guerra" y amenazó con "duras represalias" a menos que Washington retire estas medidas.
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