07 noviembre 2015

El submarino Ictineu 3, clave en una excavación del CASC


El yacimiento de Cala Cativa I, en el Port de la Selva (Alt Empordà), ha sido el escenario de la primera campaña científica subacuática realizada en Catalunya con el submarino Ictineu 3, una herramienta puntera desde el punto de vista tecnológico para investigar el fondo marino. Dicho yacimiento contiene un barco de entre 8 y 9 metros de eslora datado en el siglo I a.C. y que presenta los mismos rasgos de arquitectura naval de Cap del Vol, propios del mundo ibérico. 

Esta mañana se ha presentado en el Port de la Selva esta campaña que ha surgido gracias a la colaboración entre el Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya (CASC), gestionado por la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural del Departament de Cultura, y Ictineu Submarinos SL.

Con el Ictineu, se ha podido acceder a este yacimiento subacuático, descubierto hace 121 años por Romualdo Alfaras, un erudito vecino del Port de la Selva y pionero en la arqueología subacuática. El Ictineu 3 es el primer submarino científico catalán que hay en Catalunya en 150 años, desde los dos Ictineus que Narcís Monturiol construyó en 1859 y el 1864.

Realizado íntegramente en Catalunya por Ictineu Submarinos SL, es una herramienta puntera desde el punto de vista tecnológico y, por tanto, un instrumento ideal para el estudio y la conservación de los ecosistemas marinos y del patrimonio arqueológico subacuático.

El uso del Ictineu 3 permite llegar a profundidades de más de 1.000 metros, llevar a bordo un piloto y dos científicos, hacer la inmersión en el fondo del mar a una mayor velocidad, y aumentar las horas de observación para que los arqueólogos puedan documentar mejor los restos arqueológicos conservados.

En esta campaña concreta los arqueólogos submarinistas han podido analizar los restos que se conservan de un barco de entre 8 y 9 metros de eslora datado en el siglo I aC, y que presentaría los mismos rasgos de arquitectura naval que el pecio de Cap del Vol, que son propios del mundo íbero. Así, se afianza la idea de una construcción íbera, dado que esta embarcación, al ser más pequeña, presentaría una navegación de cabotaje local.

El trabajo conjunto de los arqueólogos submarinistas del CASC y el submarino Ictíneu 3 ha permitido, también, crear las bases de los procedimientos y protocolos para poder actuar en yacimientos a más profundidad, hasta 1.000 metros, inaccesible para equipos de respiración autónomos, con los que habitualmente trabajan los arqueólogos.

A este hecho, se debería añadir la capacidad de prospección a gran profundidad, gracias a la autonomía del propio submarino, que permitiría ampliar el número de yacimientos de la Carta Arqueológica Subacuática de Catalunya.

Han participado en la presentación el alcalde de Port de la Selva, Josep Maria Cervera; el director del Museo de Arqueología de Catalunya, J. Manuel Rueda; el responsable del Centro de Arqueología Subacuática, Gustau Vivar, y el director del Ictineu 3, Pere Forés.
En su intervención, el alcalde del Port de la Selva ha destacado la importancia de la tarea de la arqueología subacuática: "Somos muy conscientes de que en la superficie tenemos un patrimonio arqueológico muy rico. 

La arqueología subacuática nos permite descubrir el fondo del mar, mucho más desconocido para todos. Y en el Port de la Selva tenemos la suerte de tener, a pocas millas, dos barcos hundidos importantísimos".
Pere Forés, director del Ictineu 3, se ha mostrado muy satisfecho de que la primera campaña científica del submarino sea en las costas catalanas y en un yacimiento arqueológico subacuático: "El trabajo conjunto que hemos hecho estos días con el CASC nos abre grandes ventanas para explorar y llegar a más profundidades".

En este sentido, Gustau Vivar, responsable del CASC y director de la campaña arqueológica, remarcó que gracias a esta tecnología "se nos abre un gran futuro a los arqueólogos subacuáticos para que, a partir de ahora, podamos trabajar más allá de la media de 30 metros de profundidad habituales, pudiendo llegar a más de 1.000 metros en el fondo del mar".

También destacó que, por primera vez, "podemos luchar contra el expolio y los cazatesoros". "Actualmente tenemos documentados 820 yacimientos subacuáticos en las costas catalanas. Ahora tenemos las herramientas para poder documentar todo el fondo marino", añadió.

Por su parte, José Manuel Rueda, director del Museo de Arqueología de Catalunya, ha celebrado la gran labor de investigación de calidad que está llevando a cabo el CASC. "Yacimientos como Culip, el Triumfante, Deltebre, Cap del Vol, y ahora Cala Cativa, son referentes internacionales. El CASC ha sabido aplicar las nuevas tecnologías a la investigación arqueológica. Ahora con el Ictineu 3, pero también con otros colaboraciones como la del departament de robótica de la Universitat de Girona en Cap del Vol, y la de la Universidad de California".

También ha puesto en valor la labor de difusión que se está haciendo, con la exposición de Deltebre, que se expone actualmente en el MNAT y que se podrá ver en el MAC-Barcelona el próximo mes de enero, y con la que se está preparando sobre el yacimiento de Cap del Vol, prevista para el 2017.

En esta campaña arqueológica, además de la tecnología del Ictineu 3, se ha podido contar con la colaboración del Departamento de Antropología de la University of Southern California probando nuevas tecnologías de registro basadas en varios Ipads adecuados con cajas estancas , lo que ha permitido documentar informáticamente en tiempo real los restos del barco.

La Vanguardia.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario