La base naval de Gibraltar ha recibido en las últimas horas la visita de dos submarinos nucleares que, en principio, permanecerán unos días en el puerto en lo que se considera una parada técnica. El jueves llegó el Annapolis, de la Armada americana y hoy fue el HMS Talent, un clásico en el Peñón, perteneciente a la Royal Navy británica.
Este escenario, el de dos embarcaciones nucleares al mismo tiempo en la Roca, no se había conocido en los últimos años, incluso algunas fuentes conocedoras de conflicto consultadas por este diario, dudan que sucediese en alguna ocasión. "En la época moderna desde luego que no". En lo que va de año han sido seis los barcos con reactores nucleares que han pasado por la base militar gibraltareña para alegría del ministro principal, Fabian Picardo.
De hecho, y a través de un comunicado, no sólo han anunciado una "cálida acogida" a las dos tripulaciones sino que asegura tener datos acerca de la actuación de la Guardia Civil con el Talent. "Una nave perteneciente a ese cuerpo ha intentado interferir hoy en con el submarino nuclear Talent" cuando se aproximaba a la base. Por último, señalan desde Convent Place, sede del Ejecutivo llanito, "cualquier intento de interferir en el acceso a la base en aguas territoriales británicas de Gibraltar va en contra de la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar", y además, entiende Picardo, "supone una acción peligrosa e irresponsable de un aliado de la OTAN en Europa Occidental".
Como suele ocurrir en estos casos, desde el lado español se han producido ya algunas reacciones contrarias a estas "incómodas" visitas. Principalmente los grupos ecologistas lamentan que cada cierto tiempo "se ponga en riesgo a la población de la Bahía de Algeciras". Y es que si bien los submarinos que han llegado en los últimos años, más de 70 desde el famoso Tireless en 2001, no sufren avería alguna, no cabe la menor duda que la presencia de los mismos pone en alerta a los colectivos sociales.
Desde Verdemar Ecologistas en Acción, su portavoz, Antonio Muñoz, ha lamentado que el Reino Unido "siga aprovechando el derecho de pernada sobre el Peñón". Al mismo tiempo, el activista, deja clara su oposición a la presencia de este tipo de barcos en la zona. "No queremos submarinos de propulsión nuclear por el peligro que conlleva y el radio de acción que tienen", y recuerda, como muchos ciudadanos, que "el Campo de Gibraltar ya vivió (2000-2001) en sus carnes la averia del Tireless.
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