El submarino diésel-eléctrico "Rostov na Donu"
El Almirantazgo de San Petersburgo botó hoy el submarino diésel-eléctrico Rostov na Donu, segunda unidad del proyecto 636.3 destinada para la Flota del Mar Negro, comunicó una portavoz de la empresa.
La primera unidad fue puesta en quilla en agosto de 2010 y recibió el nombre de Novorossiysk; la segunda, Rostov na Donu, fue puesta en quilla en noviembre de 2011; y la tercera, Stari Oskol, en agosto de 2012.
"El Rostov na Donu fue botado este jueves. Su construcción avanza según el cronograma", dijo la portavoz a esta agencia al agregar que el Stari Oskol será botado a finales de agosto próximo.
Rusia planea construir seis submarinos de ese proyecto antes de 2016. Pasarán a formar parte de la Flota del mar Negro y tendrán su puerto base en Novorossiysk.
Los submarinos del proyecto 636.3 clase Varshavianka pertenecen a buques de tercera generación, desplazan 3.100 toneladas y pueden navegar a una velocidad de hasta 20 nudos y descender a 300 metros de profundidad.
Son capaces de detectar la presencia enemiga a distancias hasta cuatro veces superiores al alcance que tienen submarinos análogos de otros países.
Su armamento incluye 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm, minas y sistemas de misiles Kalibr. La OTAN los ha denominado "agujero negro en el mar" por lo difícil que resulta descubrirlos.
El director general de los Astilleros del Almirantazgo de San Petersburgo, Alexander Buzakov, dijo en la ceremonia de presentación de hoy que el nuevo submarino diésel eléctrico Rostov-na-Donu, junto con otros buques de la serie del Proyecto 636 ahora en curso, representan una "profunda modernización" de la tecnología actual de submarinos rusos.
"Por fuera sigue siendo lo mismo, pero por dentro es completamente diferente: un nuevo sistema de defensa de torpedos, nueva tecnología acústica y nuevo equipo radioeléctrico", dijo Buzakov.
El Rostov-na-Donu se unirá su hermano del Proyecto 636, el Novorossiysk, para labores en el mar Negro que incluirán "trabajar junto con fuerzas en la superficie y la aviación antisubmarinos para resolver problemas complejos" en sus zonas de operación, señaló el almirante Viktor Chirkov, vocero del ejército ruso.
Además de cubrir el mar Negro, el nuevo submarino apoyará las actividades navales rusas en el vecino Mediterráneo.
En el transcurso de los próximos años, seis submarinos diésel eléctricos se unirán a la Flota del Mar Negro bajo los auspicios del Proyecto 636. Ya se emprendieron las labores de construcción del tercer y cuarto submarinos de la serie: Stary Oskol y Krasnodar.
Los buques están diseñados para combinar un alto nivel de indetectabilidad con la capacidad de detectar y atacar objetos enemigos a larga distancia.
El Proyecto 636 es parte de una estrategia más amplia de desarrollo de la Flota Rusa del Mar Negro. El ministro de Defensa de Rusia, Sergey Shoigu, prometió una inversión de más de 86.000 millones de rublos (alrededor de 2.550 millones de dólares) en la Flota del Mar Negro para 2020.
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