No es la primera vez. Y, sin duda, no será la única. El Mediterráneo se ha convertido en los últimos meses en un escenario geoestratégico en el foco de la atención pública internacional. La invasión rusa de Ucrania y el ataque terrorista de Hamas a Israel han vuelto las miradas a esta zona del globo.
En la actuales circunstancias, el tránsito de buques rusos se ha convertido en objeto de vigilancia constante por parte de la OTAN y sus aliados. España ya se ha visto implicada anteriormente en estos seguimientos estrechos. Y ha vuelto a ocurrir.
Desde la tarde del pasado miércoles 11 de octubre, el buque de acción marítima (BAM) «Rayo» (P-42) de la Armada española se vio obligado a efectuar un operativo de seguimiento y vigilancia de dos buques de guerra rusos que transitan por el mar Mediterráneo occidental, próximos a la Zona Económica Exclusiva española (ZEE). Así lo ha confirmado el Estado Mayor de la Defensa.
Estos dos unidades son un submarino clase Kilo II y el remolcador naval «Sergey Balk». La vigilancia comenzó al sur de las islas Baleares. Este tipo de rastreos se prolonga hasta que los buques bajo vigilancia dejan las aguas de responsabilidad españolas. Clase Kilo es la denominación que utiliza la OTAN para designar a los submarinos rusos, de propulsión diésel y eléctrica. El primero de esta clase entró en funcionamiento en el lejano 1982 y están dotados de armamento que incluye torpedos, minas y misiles.
El «Rayo» se encuentra integrado en el Mando Operativo Marítimo, bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS) desde el 1 de octubre. Hasta la interceptación de las unidades rusas, su misión era la propia de las Operaciones de Vigilancia Marítima, consistentes en actividades de verificación y control del tráfico marítimo, supervisión de la actividad pesquera en los límites de la ZEE y protección de las líneas marítimas de comunicación más importantes del área de interés, tal y como ha informado la Armada.
El BAM «Rayo»
El BAM «Rayo» es el segundo de la serie de los cuatro buques de acción marítima dependientes del Mando Naval de Canarias, basados en el Arsenal de Las Palmas, diseñados para llevar a cabo misiones de seguridad marítima, protección de los intereses marítimos nacionales y control de los espacios de soberanía e interés nacional, además de misiones en colaboración con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la mar, tales como operaciones contra el narcotráfico o el terrorismo. También realizan misiones de control y protección del tráfico marítimo; vigilancia y control de pesca y lucha contra la contaminación marítima.
¿Qué es la Fuerza de Acción Marítima?
La FAM, integrada en la FLOTA, está formada por el conjunto de unidades que tienen por cometido principal prepararse para proteger los intereses marítimos internacionales y el control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional, encargándose, con un enfoque integral, de asegurar la cooperación permanente con los diversos organismos de la Administración con competencias en el ámbito marítimo, lo que constituye la contribución de la Armada a la Acción del Estado en la Mar.
(Fuente: Estado Mayor de la Defensa)
(Fuente: Estado Mayor de la Defensa)
El BAM «Rayo» cuenta con una dotación de 52 hombres y mujeres y al mando se encuentra un capitán de corbeta.
Vigilancia y disuasión
Según la definición que establece el Estado Mayor de la Defensa, las Operaciones Permanentes de vigilancia y disuasión son una «herramienta eficaz para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis».
Los Mandos Operativos Terrestre, Marítimo, Aeroespacial y, el Ciberespacial, conforman la estructura de Mandos Permanentes. Diariamente, hay unos 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas involucrados en las operaciones permanentes, bajo control operativo del Mando de Operaciones.
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