El Proyecto de Observación de Arrecifes Profundos, o DROP (por sus siglas en inglés) es uno de los casos que ilustra los avances que se pueden alcanzar cuando el ojo de la ciencia logra llegar a mayores profundidades.
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Esta iniciativa fue puesta en marcha en 2010 y desde entonces ha explorado múltiples puntos del Caribe gracias a los mini submarinos Curasub e Idabel.
De hecho, el número de peces de arrecifes profundos registrados aumentó alrededor de 9 veces gracias al DROP, detalla un reciente artículo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), el Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos, la Universidad de Washington y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, difundido en Frontiers in Marine Science.
Investigación en lo profundo
El doctor Ross Robertson, del STRI, es uno de los investigadores que ha usado los modernos vehículos sumergibles Curasub e Idabel para sus estudios. Robertson comparte detalles de la dinámica de trabajo y parte de la experiencia bajo el agua: " Una inmersión normal en cada sumergible dura unas 3 horas, aunque pueden permanecer abajo hasta 8 horas. Durante ese tiempo, el submarino navega a diferentes profundidades y nosotros registramos los peces que vemos y la profundidad a la que los vemos. Los dos submarinos disponen de dispositivos de captura de peces que inyectan pulsos de anestesia en el fondo y aspiran los peces que quedan inconscientes por la anestesia. Se depositan en un tanque pegado al submarino y se examinan en el laboratorio cuando el submarino vuelve a la superficie. También tomamos una muestra de tejido para la identificación genética de los peces capturados y los conservamos para colecciones en museos".
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Para desarrollar sus investigaciones en el marco del DROP, Robertson se sumergió hasta los 300 y 900 metros que pueden descender Curasub e Idabel, respectivamente.
" Hemos utilizado los dos pequeños sumergibles, de propiedad privada. El Idabel de Roatán fue diseñado y construido por su propietario, Karl Stanley. Acomoda al piloto, Karl, en el centro y a dos observadores sentados detrás de una cúpula acrílica para observar el mundo submarino. En Curaçao utilizamos el Curasub, construido comercialmente, que también ofrece inmersiones para turistas. El Curasub tiene un piloto y dos observadores en la cúpula delantera, y dos en la trasera que miran por los ojos de buey (ventanas) de cada lado", detalla el científico.
De la operación del vehículo se encarga un piloto experto y los científicos solo deben afinar la vista para estar atentos a los peces o moluscos que se crucen en el camino.
Avance y costos
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El inicio de exploraciones marinas mediante el buceo fue un gran paso que permitió aumentar la tasa de descubrimiento de nuevas especies de peces de arrecifes profundos, pero el advenimiento de la investigación con mini submarinos ha significado un salto exponencial superior gracias a las vistas panorámicas de ecosistemas poco explorados a la que se tienen ahora acceso.
No obstante, el uso de submarinos es una de las alternativas de investigación marina más costosas. Tomando en cuenta ciertas variantes, como el apoyo de barcos de investigación, una semana de estudios con sumergibles podría costar entre $30,000 y $200,000. Una inversión necesaria para seguir ampliando el conocimiento de las profundidades oceánicas, toda vez que los resultados del DROP indican que solo en el Caribe hay un sinnúmero de especies esperando ser descubiertas.
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