La empresa holandesa de defensa Optics11 probó el nuevo sistema de sonido OptiArray. Con él se pueden detectar, reconocer y seguir objetos bajo el agua aún mejor y a mayores distancias.
Por lo que sabemos, es único en el mundo
El Optical thin-line Array (OptiArray) es una especie de cable largo de fibra óptica repleto de avanzados micrófonos subacuáticos (hidrófonos), que se puede fijar a un submarino. Al estirar la fibra, el cable registra el sonido en tiempo real con una precisión de una trillonésima de milímetro. Esto permite detectar, entre otras cosas, submarinos o barcos (no tripulados), buzos o torpedos.
"Podemos colocar muchos más hidrófonos en este cable que en otros sistemas porque es más largo. Esto nos permite distinguir aún mejor las señales del ruido", afirma Otto Koetsier, que participa en el proyecto como jefe de proyecto del Comando de Material e IT (COMMIT).
El cable OptiArray enrolladoLos hidrófonos del cable tienen una precisión de una trillonésima de milímetro.
Foto ampliada de un hidrófono de OptiArray |
Arreglo remolcado
Hasta ahora, Defensa utilizaba un sonar remolcado eléctrico, o towed array, para localizar proyectiles submarinos. "Llevamos décadas utilizándolo", explica Mark Jacobs, director comercial de Optics11, la empresa creadora de OptiArray. "Pero lo que hemos desarrollado, la tecnología de hidrófonos basados en la luz, es nuevo. Por lo que sabemos, es única en el mundo".
OptiArray es más pequeño y puede transportarse en furgoneta".
Un gran paso adelante
LTZ2 OC Auke Lankreijer, como oficial superior del submarino Zr.Ms. Dolphin, participó en la planificación y ejecución de la prueba, cuyos resultados están siendo analizados actualmente por TNO. "Bajo el agua, el sonar es actualmente el único medio que tenemos para ver lo que ocurre a nuestro alrededor. Para ello, ya disponemos de varios arrays situados en el submarino y a su alrededor, incluidos los modelos remolcados. Pero este nuevo OptiArray puede hacerse mucho más largo que el propio barco, con la ventaja de que se le pueden colocar muchos más hidrófonos y sondear a más frecuencias".
OptiArray en el submarino
Hace falta mirar bien, pero aquí está el OptiArray colgado en el submarino. |
Ventajas de la fibra óptica
Además, con el OptiArray no hay riesgo de cortocircuitos, ya que la fibra óptica funciona con luz y no con electricidad. Esto hace que trabajar con este material sea más seguro. "Tampoco hay campo electromagnético a su alrededor, por lo que nunca interferirá si se pasa por encima con un radar, por ejemplo", añade Jacobs. "Y como no lleva componentes electrónicos, el cable no emite nada y es indetectable para los demás".
Ya no hacen falta grandes transportes
No hay que sustituirlo
Según Lankreijer, no es que los actuales conjuntos remolcados deban ser sustituidos. "Pero la tecnología de OptiArray es un regalo del cielo que puede seguir desarrollándose y ofrece muchas ventajas. Por ejemplo, se trata de arrays acoplables, que pueden fijarse en el puerto desde la orilla. Además, OptiArray es mucho más pequeño y liviano. No necesita grandes medios de transporte, se puede llevar en una furgoneta, por así decirlo".
Sin embargo, cuanto más pequeño es un cable de este tipo, más ruido de flujo se crea. "El agua que fluye alrededor del cable hace ruido y cuanto más fino es el cable, más ruido", explica Jacobs. "Así que esta prueba con el submarino es crucial para que veamos cuánto ruido genera nuestro sistema. Con demasiado ruido de flujo, al final no se oye nada".
A bordo de un buque se iza un cable largo sobre un rodillo de madera y, una vez terminado, el sistema se vuelve a izar a bordo de un buque de apoyo. Como el OptiArray puede hacerse mucho más largo que el propio submarino, hay mucho más espacio para los hidrófonos.
Buques de superficie
Hasta la reciente prueba en colaboración con la Armada, OptiArray sólo se había probado sobre el agua con varios buques de superficie. "Pero el ruido ambiente determina la medición", señala Mark Jacobs. "Otros barcos y la acción de las olas crean mucho ruido, por lo que no se puede probar el sistema de forma óptima". Eso cambia ahora con la colaboración con la Marina. "Al acoplar el conjunto al submarino y navegar con un circuito de prueba bajo el agua, pudimos realizar pruebas en un entorno silencioso".
'Cuantos más hidrófonos, mejor se distingue la señal del ruido'
La distancia a la que puede detectarse un objeto desde el submarino depende de muchos factores, prosigue Jacobs. "La temperatura del agua, el ruido presente, las frecuencias que se buscan (las bajas frecuencias llegan más lejos que las altas) y la calidad del agua, por ejemplo". Otto Koetsier añade: "El cable puede ser muy largo. Los cables más largos funcionan mejor por fibra, porque tienen menos pérdidas de señal que si va eléctricamente por un cable de cobre. Y cuanto más largo, más hidrófonos puedes colgar de él, mejor puedes distinguir la señal del ruido".
OptiArray en el puerto de Den HelderPara comparar: al fondo el sistema actual y en primer plano el OptiArray, mucho más pequeño y ligero.
Aumentar al doble
Teniendo en cuenta el sabotaje del gasoducto Nordstream y la protección de los cables en el fondo del Mar del Norte, el OptiArray parece un complemento bienvenido. Lankreijer confirma que el sistema se presta perfectamente al seguimiento de cualquier cosa que se mueva en el lecho marino o justo por encima de él.
"Pero sobre todo está pensado también para detectar y rastrear barcos, submarinos y otras cosas que hacen ruido a larga distancia", se entusiasma Lankreijer.
Preparando los cables OptiArrayLos cables OptiArray se están preparando para las pruebas. El sistema está pensado principalmente para detectar y rastrear barcos, submarinos y otros objetos que hacen ruido bajo el agua a grandes distancias.
Seguimiento
A la espera de los resultados de la TNO, ya se ha iniciado un proceso de seguimiento, explica Koetsier. "Vamos a ampliar la prueba con el doble de hidrófonos".
¿Y cuándo estará operativo el conjunto? "El OptiArray funciona fácilmente con los sistemas navales existentes. Eso es esperanzador. Una vez que funcione, se podrá implantar con bastante rapidez", responde Lankreijer.
Su colega Koetsier es algo más cauto. "Dentro de unos años, si hay una necesidad formal de ello", dice Koetsier, que afirma que no cree que sea mucho tiempo. "Primero tenemos que estar seguros de que el sistema sigue funcionando después de cien navegaciones. También tenemos que seguir probando la tecnología e integrarla con los sistemas del submarino. Entonces faltan al menos cuatro o cinco años".
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