El programa del submarino S80 de la Armada se está haciendo interminable. Superada ya la época en la que llegó a convertirse en una auténtica pesadilla para el Ministerio de Defensa, no en vano la primera unidad debía estar en servicio desde hace más de una década según la planificación inicial, la luz al final del túnel llegó cuando el S81 Isaac Peral consiguió tocar por fin el agua. Fue en abril de 2021, unos días después de ser amadrinado por la Princesa de Asturias.
De aquella jornada salió una fecha de entrega de esta primera unidad que se situaba en torno a abril o mayo de este año, pero a principios de año el Ministerio de Defensa dio la primera pista de que las cosas no iban según lo planificado. Modificó la ficha oficial del programa que tiene alojada en su página web para retrasar el plazo de entrega a a lo largo de 2023. Unas fichas que en estos días no están accesibles porque se encuentran "en revisión", según explica la propia web.
La confirmación de este retraso la dio este lunes la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, durante una cita doble en Cartagena (Murcia). En un primer momento al Arsenal de Cartagena, base de la flota submarina española. Posteriormente, al astillero que Navantia tiene en la ciudad murciana, donde se están fabricando los cuatro submarinos de la clase S80. Hablo de motivos "técnicos", sin entrar en más detalles.
Esos motivos técnicos son que durante el pasado mes de diciembre se detectaron algunos problemas en el S81 Isaac Peral, exactamente, en el sistema de sonares, que debían ser mejorados. También ha habido retrasos en la entrega de material por parte de algunos proveedores. Esto ha hecho que alguna de las pruebas de inmersión no se hayan podido hacer en la fecha que estaba programa, lo que obliga a retrasar la entrega definitiva, que ahora mismo se aproxima al otoño.
Pero esta incidencia no es la única que está afectando a los submarinos de la clase S80. Navantia tiene en estos momentos un importante conflicto internoque podría hacer retrasarse la construcción de los otros tres submarinos que están en marcha. Se trata del S82 Narciso Monturiol, el S83 Cosme García y el S84 Mateo García de los Reyes. Unas unidades que deberían ser entregadas a finales de 2024, 2026 y 2028, respectivamente.
Los trabajadores de la empresa pública consideran que falta unos 300 trabajadores para poder sacar los otros tres submarinos adelante en los plazos previstos y exigen a la dirección de Navantia que realice las contrataciones necesarias. De momento, como primera medida de presión, el comité de empresa ha tomado ya las primeras medidas para presionar a los políticos que dirigen la empresa: se han dejado de realizar horas extra de trabajo desde la pasada semana.
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