Hoy creo es mi obligación ser muy indiscreto y facilitar, a través de la prensa local, la detección de nuestros submarinos por parte de los melillenses. Y es que los submarinistas celebramos una efeméride muy importante, el aniversario del Arma Submarina.
Por Real Decreto de S.M el Rey Alfonso XIII de 17 de febrero de 1915, 'se autoriza que, a cargo de los presupuestos generales, se adquieran cuatro sumergibles y los elementos necesarios para la enseñanza y salvamento de las dotaciones. Es por tanto en esta fecha, cuando establecemos oficialmente la creación del Arma Submarina.
Este acontecimiento se debe al entonces ministro de Marina, Don Augusto Miranda y Godoy, que tras ver los éxitos cosechados por los submarinos alemanes en los dos primeros años de la I Guerra Mundial, decide modificar su plan inicial de construcciones navales y apostar decididamente por los submarinos.
De hecho, este plan contemplaba la adquisición de nada menos que 28 unidades. Por supuesto, este número nunca llegó a alcanzarse pero sí que marcó un hito importante, ya que a partir de ese momento, España comenzó a construir submarinos.
Así, entre 1917 y 1930 el astillero de Cartagena de la SECN construyó 6 submarinos del tipo B y otros 6 de la clase C. A estos les siguieron otros proyectos nacionales menos exitosos.
Pero toda 'creación ', tiene una 'concepción', y en el caso de los submarinos comienza en la segunda mitad del siglo XIX, cuando tres pioneros concibieron distintos ingenios que poco a poco dieron origen al submarino que hoy conocemos. Me refiero a Narciso Monturiol, Cosme García y un oficial de la Armada, Isaac Peral. Este último, puede considerarse el padre del Arma Submarina moderna porque fue él quien inventó el primer submarino torpedero de propulsión eléctrica del mundo.
En reconocimiento a estos grandes inventores, varios submarinos a lo largo de nuestra ya centenaria historia han llevado sus nombres y tres de los cuatro S-80, actualmente en construcción en el astillero de Cartagena, volverán a portarlos.
Hoy el Arma Submarina cuenta tan solo con dos unidades, con muchos años y misiones a sus espaldas. Me refiero a los veteranos Galerna y Tramontana, los últimos de los cuatro de la clase Agosta (construidos en Cartagena bajo patente francesa) con que llegó a contar nuestra Flotilla. Estos submarinos se encuentran en sus últimos años de vida operativa.
Sin embargo, el futuro ha llegado. El submarino Isaac Peral (S-81) es un sueño hecho realidad que hará su primera inmersión a finales de este trimestre y constituye una apuesta decidida del Ministerio de Defensa por nuestras empresas, lo que reforzará de forma sobresaliente el tejido industrial nacional de Defensa, un sector estratégico para España.
La integración de sensores acústicos y no acústicos, la de sus misiles y torpedos, sus señuelos y comunicaciones por satélite, en un sistema de combate controlado por consolas multifunción, son una muestra del elevado salto tecnológico que aporta este submarino.
Asimismo, el sistema integral de control de la Plataforma, los sistemas de seguridad en inmersión y el revolucionario sistema de propulsión independiente de la atmósfera (AIP), le van a permitir cumplir sus misiones con un excepcional grado de discreción lo que facilitará su adaptación a los demandantes escenarios presentes y futuros.
Hasta aquí, he tratado de resumir las capacidades del submarino como plataforma. Pero sería imperdonable pasar por alto lo que constituye realmente el alma del Arma Submarina, sus dotaciones. Profesionales que cada día sirven en este denominado Silent Service, y que cuentan con unas cualidades que los hacen "diferentes". Para conocerlos mejor, puedo decir que forman parte de la genética del submarinista palabras como futuro, alerta, espíritu, decisión, tradición, orgullo, innovación, compañerismo, legado, esfuerzo, discreción, aventura, valor, ejemplo, entrega, ilusión, vocación, liderazgo y siempre España.
Llegados a este punto, quiero hacer una mención especial a nuestra Madre. Y es que como toda gran familia, el Arma Submarina cuenta con una, nuestra queridísima Patrona, la Virgen del Pilar, a la que nos encomendamos siempre antes de hacer inmersión.
Hoy, como todos los 17 de febrero, La Pilarica de Zaragoza lleva el manto del Arma Submarina.
Y finalmente nuestro lema, del que nos sentimos especialmente orgullosos por todo lo que significa " ad utrumque paratus" (Siempre preparados).
Querido lector, consciente de que no se puede querer lo que no se conoce, en estas líneas he tratado de hacerle partícipe de esta importante capacidad con que cuenta la Armada.
Y ahora, fiel a la característica fundamental de un submarino, su discreción, "de orden del comandante, establecer condición de silencio de vigilancia".
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