tuto Nacional de Arqueología y Pensamiento Lationamericano (INAyPL) no pudo identificar el naufragio en las costas de Quequén pero dictaminó que dichos restos náufragos pertenecerían a una “estructura” de mediados del siglo XX, razón por la cual no se encuentran comprendidos en los términos de la Ley N° 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico.
A partir de ello, una vez más, el grupo Eslabón Perdido, que ha estado detrás de esta historia, desde el mismo descubrimiento, ha solicitado a la Prefectura Naval Argentina (PNA) que oficialmente se dejen de invocar razones de protección arqueológica como argumento para impedir las tareas de investigación previstas relacionadas al submarino hallado cerca del puerto bonaerense de Quequén.
Debe destacarse que desde que Eslabón Perdido denunció el hallazgo su labor se vio paralizada porque las autoridades argumentaron que el naufragio era un patrimonio que debía ser protegido por supuestamente tener más de 100 años de antigüedad, tiempo mínimo previsto por la citada ley, lo que no es cierto. Inclusive la directora del instituto mencionado, la profesora de lingüística Leonor Acuña, prohibió formalmente al grupo descubridor todo tipo de investigación y estudio incluyendo la posibilidad de filmar el casco hundido a 28 metros de profundidad frente a las playas de Arenas Verdes y Costa Bonita. Pero tanto el informe técnico del Prefectura como el del INAyPL reconocen que el casco está soldado, no remachado, y como se sabe la tecnología de la soldadura comenzó a generalizarse en la industria naval a partir de los años 40.
Por estas razones, Eslabón Perdido ha solicitado a la PNA que no delegue en ese instituto, que carece de competencia, facultades y obligaciones que le son propias en su condición de autoridad marítima, y que no se invoquen razones de protección al patrimonio arqueológico para impedir el estudio del naufragio.
En ese sentido, el experto internacional Fabio Bisciotti, especializado en el reconocimiento de submarinos de la Segunda Guerra Mundial, ha presentado un plan de trabajo ante la PNA para poder realizar una pericia in situ del sumergible, unidad naval que presenta un grado considerable de destrucción. Por esta razón, se hace imprescindible la labor de profesionales capacitados para identificar piezas y la estructura del sumergible (no siendo este el caso de los arqueólogos). Según Bisciotti, titular del grupo subacuático de la Liga Naval Italiana, una pericia permitiría saber a qué modelo pertenece la unidad naval que, según sus propias observaciones basadas en los videos obtenidos, sería un U Boot clase IX C, de gran autonomía, aunque esto lo podría confirmar solamente luego de realizarse la pericia propuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario