09 diciembre 2017

La carta viral a los tripulantes del submarino: “A los héroes no se los llora, se los honra”

La infancia los hizo conocerse y una tragedia los volvió a juntar. Siete amigos del capitán de corbeta Jorge Ignacio Bergallo, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan, le escribieron una carta para despedirlo. “Hasta el reencuentro, si Dios lo permite, querido amigo”, expresaron.
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, anunció el jueves en el Edificio Libertad el fin del operativo de rescate: “No habrá salvamento de personas”. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, le explicó el viernes a los familiares en la Base Naval Mar del Plata: “No hay condiciones de que haya vida”.
Algunos familiares, entonces, criticaron el operativo oficial. “¿Cómo deducen que la explosión fue en el submarino?”, preguntó un hombre. Una mujer aseguró: “La conexión que yo tengo con mi hermano me dice que están vivos los 44”.
Los amigos de Bergallo, en cambio, prefirieron recordarlo como lo que fue: un hombre que sirvió a la Patria, al igual que sus “43 hermanos que seguirán en patrulla eterna”.

La Carta
Querido Jorgito:
¿Te acordás cuando éramos chicos? Jugábamos entre barcos, aviones, vehículos anfibios y tus tan amados submarinos. Las escaleras, anclas por doquier y ese inconfundible olor a gasoil. Las heladas mañanas de rugby en Puerto o en Mar del Plata, o cuando aquel sábado de 1988, al no tener donde jugar, nuestros viejos nos crearon un club. Sin dudas te acordás de tantos amigos que el laburo de los viejos nos hizo conocer, esa que todos llamaban la Familia Naval.
¿Sabés qué pasó estos 15 días? Sin planificarlo un grupo de esos (ya no tan) chicos nos volvimos a encontrar, ya decía el poeta que a la amistad poco le importa la cotidianidad. Y nos juntamos por vos, día y noche pendientes de ustedes, buscando respuestas en televisión, Internet y en cada parte del señor Capitán Balbi. Hasta se nos sumaron varios de aquella primera de Puerto, aquellos que admirábamos de chicos, realmente una familia…
Tu viejo, un párrafo aparte, le mostró al mundo (sin exagerar) la grandeza del marino, el Presidente de la Nación y hasta Mascherano compartieron sus palabras. Y como no hacerlo, si comprendió en su inmenso amor que estabas donde querías estar.
En pocos días esa bandera que llevaste con hidalguía en la Escuela Naval quedará a media asta. El mundo entero hablará de vos y tus 43 hermanos que seguirán en patrulla eterna. Luego las luces de las cámaras se apagarán y otro tema tomará la agenda.
Nosotros seguiremos este camino emulando tu sonrisa porque no sos extraordinario, fuiste de los mejores en lo ordinario que tu profesión y tu Patria te demandaron.
De chiquitos nos enseñaron a decir “por favor” y “gracias”. Por favor: no olvidemos nunca la búsqueda de paz y reconciliación de la Nación toda. Gracias. Por todo lo que nos dieron y por el gran legado que han dejado.
Hasta el reencuentro querido amigo, si Dios lo permite.
En nombre de todos tus amigos:
Matías Cabut, Gonzalo Calomarde, Diego Catuogno, Hernán Dalinger, Juan Ignacio Ferrari, Fernando Ledesma y Sebastián Musa.

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