En septiembre de 1898, Simon Lake lanzó el
Argonaut I, un submarino de 36 pies que navegó a través del océano desde Norfolk, VA hasta Sandy Hook, NJ; incitando a Julio Verne enviar un cable a Lake: "
El éxito visible de la navegación submarina en los Estados Unidos empujará en la navegación subacuática por todo el mundo…. La guerra siguiente puede ser en gran parte una competencia entre submarinos." El primer modelo de Lake era una superestructura con el aspecto de un buque de superficie y disponía de ruedas para trasladarse sobre el fondo marino. Llevaba, además, exclusas para permitir la salida de los buzos en inmersión. Lake continúa sus experiencias con diferentes modelos a los que le añade hélices que permiten un movimiento más eficaz, luego motores eléctricos y timones horizontales. En 1897, Lake patenta su invento, llegando hacer en una ocasión hasta 3.200 km en superficie
A la marina de guerra de los E.E.U.U. no le gustaron los diseños de Lake y preferían los trabajos de Holland, lo cual no lo desanimó y volvió con un diseño mejorado, el
“Protector”, que tenía unas formas asombrosamente modernas. El
“Protector” contaba con propulsión a gasolina y motores eléctricos, y aunque todavía tenía un tubo para respirar, de forma que el motor de gasolina pudiese funcionar bajo el agua, disponía de varias mejoras con respecto a su antecesor: ruedas, que eran más pequeñas y retractables, una torre distinta, una bolsa de aire para enviar a un buzo fuera o para escape en caso de emergencia.
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Argonaut I de 1897 |
El Argonaut, fue originalmente pensado para el rescate en aguas costeras, podía llevar a 5 tripulantes desplazando unas 60 toneladas (en inmersión) gracias a unas respetables dimensiones de 11x2,7 metros. Se desplazaba con un motor de gasolina de 30 CV con la que lograba alcanzar una velocidad de 5/5 nudos (unos 9,2 km/h) mediante el giro de la única hélice que además mediante una conexión con las ruedas delanteras, le permitian al Submarino desplazarse por el fondo marino siendo entonces gobernada la nave mediante una tercera rueda trasera. Motivado por su función principal, en la parte de proa contaba con una cámara de aire por la que posteriormente salian los buzos en las misiones de rescate y además por esa función pacífica no llevaba ningún tipo de armamento.
Nacho Padró
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