El día 4 de mayo de 1986 llegaba al puerto de Barcelona por tierra el submarino de bolsillo de la Armada española Tiburón I con numeral SA-51, por todos es conocido que fue cedido por el Ministerio de Defensa al Museo de la Ciencia de Barcelona por 99 años, pero menos conocido es que fue gracias a la intercesión y gestiones del ya desaparecido escritor y divulgador de temas navales Camil Busquets i Vilanova (1939-2016).
A la llegada del submarino se organizó una fiesta y dos rúas, la primera partió desde la plaza de España pasando por el paralelo en dirección al monumento a Colón; la segunda descendió por las Ramblas para encontrarse con la comitiva que transportaba al submarino.
Una vez se encontraran las dos rúas se dirigirían al Moll de la Fusta en donde mediante una ceremonia festiva y simbólica el submarino de bolsillo Tiburón I sería rebautizado como Barcelona, finalizado el acto la comitiva pondría rumbo hacia las instalaciones del Museo de la Ciencia cruzando la ciudad y recorriendo las calles de Vía Layetana, Ronda de San Pedro, Paseo de Gracia, Diagonal, Aribau, Travesía de Gracia, plaza de Gala Placidia, Vía Augusta y Balmes. Durante los festejos participarían grupos como «Els Comediants», «Els Pescadors de l’Escala» que cantarían habaneras y el grupo Huapacha combo que animarían al convoy durante el trayecto, todo ello radiado en directo.
Durante un tiempo estuvo situado a la entrada del museo, antes de su entrega se le habían practicado unas aberturas mediante las cuales se podría observar su interior, interior que a su vez estaba protegido con gruesos cristales. Más tarde se cambió su ubicación al lugar que ocupa hoy en día no muy lejos del museo, instalado en una isleta entre las calles Adrià Margarit y Isaac Newton, encima de un pedestal que lo aleja lo suficiente de posibles actos vandálicos.
No obstante no era la primera vez que este submarino visitaba Barcelona, el 27 de junio de 1966 llegaba por mar para participar junto a otras 39 unidades de la Armada española en la Semana Naval. El submarino de bolsillo Tiburón I (SA-51), al mando del capitán de corbeta D. Luis Sánchez Massia junto al mini submarino Foca II (SA-42), realizaron diversas inmersiones y emersiones de exhibición en el interior del puerto frente a un numeroso público que acudió a presenciar las evoluciones de tan singulares sumergibles.
Los submarinos experimentales de la Armada
La Armada española dispuso de 4 submarinos de bolsillo experimentales en dos series, la serie SA-40 – Foca y la SA-50 – Tiburón. El origen de la investigación y desarrollo de estos sumergibles hay que situarlo al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando algunos científicos e ingenieros alemanes se afincaron en España, uno de ellos fue el ingeniero Erich Vollbrecht, él y su equipo se incorporaron a la Empresa Nacional Bazán en sus oficinas de Madrid. Este equipo de ingenieros alemanes trajeron a España algunos planos de mini submarinos microfilmados y se ocuparon del programa en su fase inicial, más tarde muchos de estos ingenieros volvieron a Alemania dejando el programa en manos de ingenieros españoles de la Empresa Nacional Bazán.
La intención de la Armada española era la de dotarse de una serie de mini submarinos a fin de experimentar con ellos las tácticas de guerra submarina costera y de asalto así como posibles misiones para la inserción de comandos, por otro lado estos submarinos debían de tener la cualidad de poder construirse fácilmente en cualquier astillero o factoría en el interior del país y poder ser transportados por tierra ya fuera por carretera o ferrocarril.
La serie SA-40
Para el diseño y construcción de la serie Foca, el equipo de Vollbrecht tomaría como diseño base los mini submarinos de asalto alemanes del Tipo XXVII o «Seehund» (foca) producidos entre 1944 y 1945, y diseñaría una variante del mismo denominada Foca IIb.
A pesar de que el diseño base era el del «Seehund», los Foca IIb tenían algunas características físicas que los diferenciaban de forma notable respecto al diseño base del «Seehund».
Tan sólo se construyeron dos unidades en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán en Cartagena, el Foca I con numeral SA-41 puesto a flote el 15 de abril de 1955 y dado de alta el 28 de enero de 1963, y el Foca II con numeral SA-42 botado el 4 de febrero de 1963 y dado del alta el 16 de abril de 1964; ambos fueron destacados en la base naval de Cartagena.
Durante las navegaciones de prueba pronto quedó patente la dificultad de su manejo y la complejidad técnica que conllevaba mantenerlos. Su mayor causa de problemas provenía de sus baterías de origen alemán provenientes de las utilizadas en los torpedos G7, estas eran unas baterías inestables de corta duración y con tendencia a incendiarse o explotar, como es el caso sucedido con el Foca II en unas pruebas en grada.
Otro problema era su capacidad de navegación en superficie, algo compleja y dificultosa, destacar que la escotilla de entrada al submarino era una cúpula de metacrilato que estaba situada a popa de la vela y desde la que también se podía observar el entorno. En ocasiones y durante las navegaciones en superficie esta cúpula mal ubicada disminuía de forma considerable la visibilidad, más aun cuando se empañaba. En esta misma vela se hallaba un periscopio fijo de 2,50 metros de longitud total.
La navegación en inmersión tampoco dejaba mucho margen, por un lado por su precaria estabilidad, cualquier elemento mal ubicado en el interior desestabilizaba al mini submarino y empeoraba durante las operaciones de lanzamiento de torpedos. Los torpedos iban alojados en el exterior en dos montajes en la parte inferior del submarino, a banda y banda.
Por último, su habitabilidad, compleja incluso para dos personas obligaban a manejar al submarino dentro de la maquinaria en posiciones poco más que desagradables.
Estos dos submarinos de bolsillo para los mandos de la Armada española nunca fueron considerados como buques de combate ni tampoco integrados junto con el resto de la flota. Se limitaron a realizar algunas navegaciones de prueba y experimentales en la bahía de Escombreras en Cartagena. Los dos Foca fueron dados de baja el día 4 de julio de 1969, por suerte ambos se salvaron de pasar por el soplete. Los dos fueron restaurados y acondicionados para ser expuestos al público, el Foca I SA-41 en la Estación Naval de Mahón y el Foca II SA-42 en la Base Isaac Peral en Cartagena.
La serie SA-50
También llamados Tiburón fueron construidos para llenar el hueco dejado por la baja de los submarinos de la serie SA-40 o Foca, aunque algunos años convivieron ambas series. En su desarrollo también colaboró el equipo de Vollbrecht, su diseño se basa en el submarino alemán del Tipo XXIII o «Hai» (tiburón). De este tipo de mini submarino se construyeron 63 unidades entre 1944 y 1945 de las que 7 se perdieron en la guerra. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial los submarinos supervivientes fueron transferidos y operados por la Volksmarine de la República Democrática Alemana, la Royal Navy, Francia, la Unión Soviética o Noruega.
La serie SA-50 o Tiburón era una evolución de la anterior SA-40, era mayor y con mejorada habitabilidad y estabilidad durante la navegación. Su apariencia exterior recordaba vagamente al de sus hermanos Foca, con una vela más grande, una cúpula de observación en la misma vela pero a proa, con un periscopio convencional y un esnórquel.
Los torpedos iban alojados a proa en sendos tubos en el interior del casco protegidos por compuertas y lanzados por aire a presión. Al igual que sus hermanos pequeños, los Foca, tenían los mismos problemas con las baterías. Sus seis tripulantes, podían permanecer en el interior del submarino de pie, disponían de un pequeño compartimento con dos literas en donde podían descansar por turnos, un pequeño fogón a modo de cocina, un retrete y algunas taquillas para guardar sus pertenencias.
Con el paso del tiempo ambos submarinos, el Tiburón I y el Tiburón II, quedaron arrinconados y en desuso. Las nuevas tácticas navales y los problemas anteriormente citados ayudaron a apartar del campo de la experimentación a ambos navíos.
Sólo se construyeron dos unidades en los mismos astilleros que los Foca en Cartagena, el Tiburón I SA-51 fue puesto a flote el 6 noviembre de 1964, al Tiburón II SA-52 se colocaría su quilla el 30 de octubre de 1957, ambos serian dados de baja el 5 de marzo de 1979.
Como a sus hermanos pequeños los Foca, también se salvaron de pasar por el soplete. Después de causar baja el Tiburón I SA-51, gracias a las gestiones realizadas por Camil Busquets se cedió al Museo de la Ciencia de Barcelona y el Tiburón II SA-52 está expuesto como monumento en el patio principal de la base de submarinos Isaac Peral de Cartagena.
Los otros submarinos de bolsillo
Durante la Segunda Guerra Mundial diversos países utilizaron a los mini submarinos para diversas tareas. El Reino Unido dispuso del modelo llamado Welman, diseñado para la inserción de comandos de operaciones especiales, o los de la clase X que participaron en el ataque al acorazado Tripitz.
Japón disponía de los Tipo A, B y C, diseñados como submarinos de ataque contra buques enemigos anclados en puerto, su escasa autonomía obligaba a que fueran transportados por un submarino nodriza. Y en la Regia Marina se construyeron los mini submarinos de las clases CA y CB, combatiendo en el Mar Adriático y el Mar Negro.
Por último, la marina de guerra de Estados Unidos (US Navy) experimentó con el SS X-1, diseñado y construido por Fairchild Aircraft y entregado a la US Navy en 1955 y operativo hasta 1973. En este mini submarino se probó sin éxito un sistema de propulsión con peróxido de hidrógeno y diesel, además de evaluar las capacidades operativas de este tipo de naves así como tácticas de defensa de zonas portuarias contra este tipo de embarcaciones.
Más información:
Buques de la Armada española Ed. Aldaba
Libro «Submarinos Españoles» de Ed. Agualarga
Libro Axis Midget Submarines 1939-45 de de Jamie Prenatt & Mark Stille, Ed. Osprey Publishing
No hay comentarios:
Publicar un comentario