En la trama, el espía más famoso del mundo, interpretado en esta ocasión por Roger Moore, investigaba el robo de dos submarinos y como no podía ser de otra forma, contaba con vehículos tan especiales como este Lotus Esprit que podía sumergirse en el agua. Lo más curioso es que –realmente– el Lotus es un perfecto submarino en la realidad.
Desde luego, la experiencia de ver las profundidades del mar subidos en un Lotus debe de ser una experiencia única pero, hasta ahora, la nave no ha sido suficientemente valorada. El coste total que supuso en su día crearlo está cifrado en unos 500.000 dólares de hoy en día pero la productora se deshizo de ella en 1989 en un lote que adquirió una pareja de Nueva York. Ahora, el submarino de Lotus se encuentra en manos del especialista RM Auctions que espera sacar una buena tajada de esta subasta.
El Lotus Sprite de 007 |
Nacho Padró
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