El vehículo teledirigido Nereus, uno de los sumergibles no tripulados más famosos del mundo, se perdió el sábado mientras exploraba la fosa de Kermadec, al noroeste de Nueva Zelanda, a una profundidad de 9.990 metros, según ha informado en un comunicado el centro científico al que pertenecía, el Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI), con sede en Massachussets (EEUU). Los responsables del vehículo han descubierto escombros de Nereus flotando en el mar, por lo que consideran que el vehículo sufrió posiblemente una implosión por efecto de la presión y estalló.
Nereus fue construido en el 2008 por WHOI, financiado principalmente por la Fundación de Ciencia de EEUU (NSF), para descender a las simas más profundas del mar. Podía programarse para que operara de forma autónoma o bien controlarlo remotamente desde la superficie gracias a un largo cable de fibra óptica. Tuvo un coste de ocho millones de dólares (5,8 millones de euros).
En mayo del 2009, Nereus se convirtió en el tercer vehículo de la historia en posarse en la sima de las Marianas, el punto más profundo de los mares terrestres, a unos 10.900 metros. En aquella expedición, subraya WHOI, el sumergible regresó con "muestras de animales desconocidas para la ciencia".
Nereus fue construido en el 2008 por WHOI, financiado principalmente por la Fundación de Ciencia de EEUU (NSF), para descender a las simas más profundas del mar. Podía programarse para que operara de forma autónoma o bien controlarlo remotamente desde la superficie gracias a un largo cable de fibra óptica. Tuvo un coste de ocho millones de dólares (5,8 millones de euros).
En mayo del 2009, Nereus se convirtió en el tercer vehículo de la historia en posarse en la sima de las Marianas, el punto más profundo de los mares terrestres, a unos 10.900 metros. En aquella expedición, subraya WHOI, el sumergible regresó con "muestras de animales desconocidas para la ciencia".
La expedición en curso en la fosa de Kermadec, realizada desde el buque de investigación Thomas G. Thompson, tenía como objetivo recoger imágenes y muestras de la inusual vida marina que puede sobrevivir a estas increíbles presiones.
"Este tipo de exploración extrema nunca está exenta de riesgos, y la desafortunada pérdida de Nereus solo pone de relieve la dificultad para trabajar en esas profundidades", ha comentado el director de Investigación de WHOI, Larry Madin. "Nereus ayudó a explorar lugares que nunca hemos visto antes", ha añadido Timothy Shank, biólogo del mismo instituto.
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