El artefacto hallado en la playa de Samarincha de Luanco en 2006 responde a una antena de radio submarina. El dispositivo, tras permanecer almacenado en El Musel durante algún tiempo, fue finalmente trasladado a un arsenal de la Armada española en la base naval de Las Grañas, en Ferrol.
Este tipo de aparatos eran utilizados por los submarinos norteamericanos para captar señales de radio. Suelen estar lastrados y sujetos por una cadena, mientras se mantienen a una profundidad fija. También pueden ser arrastrados por un buque.
Al parecer, el contenedor de un metro y medio de ancho por dos metros de largo y con una forma similar a la de un torpedo, con dos alerones estabilizadores, se encuentra vacío, sin ningún tipo de maquinaria.
La pieza llevaba inscritas en su exterior las siglas 'US Navy'..Su carcasa, cubierta de una capa de fibra de vidrio con dos puntos de sujeción, se encontraba muy deteriorada. Cuando fue localizada la pieza, se especuló mucho sobre su contenido. De hecho, se adoptaron todo tipo de precauciones tras ser rescatada de la playa por la Guardia Civil.
Momento en que la Guardia Civil recupera el Artefacto hallado en Luarco |
En una primera inspección se pensó que podría tratarse de un aparato destinado a la toma de mediciones de las corrientes marinas y de las temperaturas del agua.También se creyó que podría corresponder a una expedición científica para filmar calamares gigantes a gran profundidad o una baliza empleada por los buques arrastreros que faenan en aguas cercanas a la costa asturiana. Incluso hubo quien apuntó que podría ser de proyectil militar.De hecho, mientras permaneció varado en la playa, la Guardia Civil fijo un perímetro de seguridad para evitar males mayores.
Imagen de la TV Local sobre el hallazgo |
La Capitanía Marítima de Gijón designó entonces un juez encargado de elaborar el correspondiente expediente sobre el suceso. El elegido fue el capitán de corbeta, Joaquín del Valle, actualmente en la reserva. Uno de los primeros pasos fue el de notificar el asunto a la Embajada de Estados Unidos. Transcurrido un tiempo prudencial, y ante el silencio de la legación diplomática estadounidense, se decidió el traslado de la pieza, que permanecía desde su hallazgo depositada en El Musel, custodiada por la Guardia Civil.
Finalmente, sería trasladada a la base de La Graña, en Ferrol donde se encuentra en la actualidad. Acabaría así, al menos de forma oficial, un asunto que, pese a todo siguió levantando un halo de misterio durante varios años.
Más recientemente, durante el año pasado, el programa televisivo 'Cuarto milenio', que entonces emitía la cadena nacional de televisión Cuatro, rescató del olvido esta polémica. Sus cámaras grabaron distintas imágenes en el puerto luanquino, pero sin llegar a desvelar el secreto celosamente guardado entre carpetas.
Diario el Comercio.es
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