Sin ningún género de duda, la propulsión naval nuclear fue la revolución técnica más importante desde que el vapor relegó a la vela a un papel más bien deportivo y de asueto, cuando no de pura enseñanza. El primer buque nuclear de la historia fue, precisamente, un submarino, ya que podía obtener un mayor provecho de aquella nueva propulsión, pues lo convertía en un verdadero y genuino navío de esa clase, al evitarle la recarga de baterías y la dependencia del aire atmosférico en sus motores térmicos y en la propia vida de la dotación.
Hacia 1950, el llamado padre del submarino nuclear, el almirante Hyman G. Rickover, comenzó a definir lo que debía ser el corazón del submarino de propulsión nuclear, para lo que se crearon las correspondientes oficinas técnicas y se llevó hasta el reactor de Arco (Idaho) un sumergible entero de verdad, ya que el reactor disponible resultaba demasiado grande y de ese modo podían verse mejor las medidas y espacios disponibles. Para los primeros estudios y modelos se partió de uno alemán del tipo XXVI, dado que sus formas de casco parecían las más adecuadas, aunque probablemente menores del tamaño necesario.
El que finalmente se adoptó fue el S2W, o reactor para submarino modelo dos, fabricado por Westinghouse. El buque desplazaba 3.180 ton. en superficie y 3.500 en inmersión, medía 98 m. de eslora máxima, 8,5 de manga y 6,7 de calado. La propulsión se realizaba con dos turbinas de vapor con 15.000 CV, lo cual le garantizaba una velocidad en inmersión de 25 nudos y de 20 en superficie. El armamento consistía en seis tubos lanzatorpedos de 533 mm. –a proa todos– con 19 torpedos de reserva. La dotación era de 109 hombres, que disponían de una habitabilidad con un grado de comodidad muy poco habitual en un submarino.
El que finalmente se adoptó fue el S2W, o reactor para submarino modelo dos, fabricado por Westinghouse. El buque desplazaba 3.180 ton. en superficie y 3.500 en inmersión, medía 98 m. de eslora máxima, 8,5 de manga y 6,7 de calado. La propulsión se realizaba con dos turbinas de vapor con 15.000 CV, lo cual le garantizaba una velocidad en inmersión de 25 nudos y de 20 en superficie. El armamento consistía en seis tubos lanzatorpedos de 533 mm. –a proa todos– con 19 torpedos de reserva. La dotación era de 109 hombres, que disponían de una habitabilidad con un grado de comodidad muy poco habitual en un submarino.
El SS-571 Nautilus se puso en grada el 14 de junio de 1952, fue botado el 21 de enero de 1954, se entregó el 30 de septiembre de 1954 y completó el 22 de abril de 1955(1). Se dio de baja el 3 de marzo de 1980 y hoy es museo a flote en la base de New London, en Groton (Connecticut). Con su travesía polar en total inmersión del 3 de agosto de 1958, así como con el progreso del medio y la entrada en servicio de los lanzamisiles balísticos y de crucero, se inició verdaderamente la época que se dio en llamar de equilibrio del terror y también guerra fría, la cual, de momento, no ha pasado de su fase larvada. El planeta Tierra se ha librado de su total destrucción, aunque sea de momento.
Como ya hemos visto, el Nautilus tiene una cierta genealogía germana, pero no sólo él, si no también el armamento principal de los submarinos nucleares, pues es más que sabido que los alemanes pusieron en servicio los V-1 y V-2 (el primero más una bomba volante que no un propio misil), y también realizaron prácticas exitosas con lanzamiento de cohetes en inmersión en el submarino U-511 (un IX-C). Incluso diseñaron una envuelta sumergible para transportar una V-2 a remolque de un submarino convencional, lista para ser lanzada en el momento que estuviese a la adecuada distancia del objetivo. Evidentemente, no llegaron a disponer de reactores nucleares, pero sus estudios al respecto, muy avanzados –gracias a los técnicos que cayeron en manos rusas–, ayudaron muy poderosamente a que éstos los lograsen.
Como ya hemos visto, el Nautilus tiene una cierta genealogía germana, pero no sólo él, si no también el armamento principal de los submarinos nucleares, pues es más que sabido que los alemanes pusieron en servicio los V-1 y V-2 (el primero más una bomba volante que no un propio misil), y también realizaron prácticas exitosas con lanzamiento de cohetes en inmersión en el submarino U-511 (un IX-C). Incluso diseñaron una envuelta sumergible para transportar una V-2 a remolque de un submarino convencional, lista para ser lanzada en el momento que estuviese a la adecuada distancia del objetivo. Evidentemente, no llegaron a disponer de reactores nucleares, pero sus estudios al respecto, muy avanzados –gracias a los técnicos que cayeron en manos rusas–, ayudaron muy poderosamente a que éstos los lograsen.
Tipos y armasEn el código OTAN, el más habitual y el utilizado incluso por los anuarios, en las habituales letras definitorias de los diversos submarinos nucleares figuran en primer lugar SS (Submarine), seguida de una N (Nuclear), una G (Guided) o una BM (Balistic Missile). La G se usa para los misiles tipo crucero, y la BM para los balísticos intercontinentales. Hubo otras clasificaciones, pero ya han pasado a la historia. Los submarinos nucleares están armados con torpedos de diversos tipos –antibuque, ASW (antisubmarino), Subroc(2), etc.–, misiles encapsulados lanzables desde los propios tubos(3), antibuque o balísticos lanzables desde rampas y silos verticales. Muy sucintamente, dedicaremos un recuerdo a los misiles, arma principal y primordial de los submarinos nucleares:
La US Navy comenzó sus experiencias misilísticas con el Loon(4), al que le siguió el RGM-6 Regulus de crucero, cuyo programa se canceló en 1964 con 500 unidades entregadas. Cuando, a partir de 1954, se logró una substancial reducción en tamaño y peso de las cabezas termonucleares, se hizo posible dispararlas desde misiles a bordo de submarinos y del tipo ICBM(5). Al tiempo de verse las ventajas tácticas y estratégicas de estos últimos a bordo de submarinos, se inclinó la balanza de los ICBM/SLBM ante el misil lanzado desde silos terrestres, aún cuando durante un tiempo siguieron listos en sus silos. El primer SLBM norteamericano fue el Polaris (primer lanzamiento en inmersión 20 de julio de 1960), al que sucesivamente siguieron otros mayores y más poderosos: Poseidon (agosto de 1970) y Trident (enero 1987).
La tranquilidad con que vivieron los Estados Unidos en los años de la inmediata posguerra fue súbitamente truncada por la primera prueba nuclear rusa, el 20 de agosto de 1949, lo que significó un mazazo para los americanos y les llevó a iniciar una carrera de armamentos junto con la URSS, pues el que los rusos poseyesen armas nucleares –aunque por el momento no vectores desde donde lanzarlas, salvo un avión–, les llevó a desarrollar un tipo de bomba más poderosa –la llamada de hidrógeno, también termonuclear– de la cual los Estados Unidos hicieron la primera prueba el 1 de noviembre de 1952 y el 22 de noviembre de 1955 la URSS.
El lanzamiento del Sputnik ruso, el 4 de octubre de 1957, fue algo así como una tragedia nacional en los Estados Unidos, no por el satélite, sino por lo que les indicaba: la URSS había anunciado el 26 de agosto de 1957 la posesión de ICBM, lo que significaba que el territorio norteamericano, en caso de una guerra, no se iba a librar de bombas y destrucciones, pues Moscú disponía de vectores para lanzamiento de bombas nucleares cuyo alcance era más que suficiente, ya que su espionaje les informó que el cohete R-7 ruso –que había puesto en órbita el Sputnik– alcanzaba unos 8.800 km. De ahí la alarma por las rampas en Cuba, que motivó la crisis de octubre de 1962, pues su presencia ponía al alcance de simples misiles de crucero todo su territorio nacional continental, tal vez con la excepción de Alaska.
A todo esto, el 21 de octubre de 1967, dos misiles rusos Styx SS-N-2(6), que le dispararon dos lanchas egipcias cedidas por Rusia, hundieron al Eilath, un destructor israelí que patrullaba en las proximidades de Port Said. Fue el primer hundimiento de un buque de guerra por un misil, lo que justifica la conmoción internacional que comportó y el correspondiente tembleque. Los rusos, súbditos de una nación totalmente terrestre, tenían ante sí la flota militar más poderosa que hubiese existido jamás y, en consecuencia, su estrategia era distinta a la de los Estados Unidos, por lo que precisaba una flota capaz de disputarle el dominio positivo del mar, al tiempo de amenazar su propio territorio.
Aunque la OTAN(7) y Europa formaban un conjunto, lo cierto es que el punto de partida de todo el armamento y pertrechos, es decir, la base de todo, como había sido durante la anterior guerra, hubiera sido los Estados Unidos, por lo que sería imprescindible que la flota rusa pudiese paralizar el tráfico marítimo y, a la vez, hundirle tantos barcos de guerra y mercantes como fuese posible, contando con la necesidad estratégica de bombardear su territorio y ciudades. De ahí que construyesen submarinos armados con poderosos misiles antibuque –muy en particular antiportaaviones–, junto con otros provistos de SLBM de largo alcance y poder destructivo, a la vez que antisubmarinos para impedirle a la US Navy utilizar los suyos, hundiéndolos.
La US Navy comenzó sus experiencias misilísticas con el Loon(4), al que le siguió el RGM-6 Regulus de crucero, cuyo programa se canceló en 1964 con 500 unidades entregadas. Cuando, a partir de 1954, se logró una substancial reducción en tamaño y peso de las cabezas termonucleares, se hizo posible dispararlas desde misiles a bordo de submarinos y del tipo ICBM(5). Al tiempo de verse las ventajas tácticas y estratégicas de estos últimos a bordo de submarinos, se inclinó la balanza de los ICBM/SLBM ante el misil lanzado desde silos terrestres, aún cuando durante un tiempo siguieron listos en sus silos. El primer SLBM norteamericano fue el Polaris (primer lanzamiento en inmersión 20 de julio de 1960), al que sucesivamente siguieron otros mayores y más poderosos: Poseidon (agosto de 1970) y Trident (enero 1987).
La tranquilidad con que vivieron los Estados Unidos en los años de la inmediata posguerra fue súbitamente truncada por la primera prueba nuclear rusa, el 20 de agosto de 1949, lo que significó un mazazo para los americanos y les llevó a iniciar una carrera de armamentos junto con la URSS, pues el que los rusos poseyesen armas nucleares –aunque por el momento no vectores desde donde lanzarlas, salvo un avión–, les llevó a desarrollar un tipo de bomba más poderosa –la llamada de hidrógeno, también termonuclear– de la cual los Estados Unidos hicieron la primera prueba el 1 de noviembre de 1952 y el 22 de noviembre de 1955 la URSS.
El lanzamiento del Sputnik ruso, el 4 de octubre de 1957, fue algo así como una tragedia nacional en los Estados Unidos, no por el satélite, sino por lo que les indicaba: la URSS había anunciado el 26 de agosto de 1957 la posesión de ICBM, lo que significaba que el territorio norteamericano, en caso de una guerra, no se iba a librar de bombas y destrucciones, pues Moscú disponía de vectores para lanzamiento de bombas nucleares cuyo alcance era más que suficiente, ya que su espionaje les informó que el cohete R-7 ruso –que había puesto en órbita el Sputnik– alcanzaba unos 8.800 km. De ahí la alarma por las rampas en Cuba, que motivó la crisis de octubre de 1962, pues su presencia ponía al alcance de simples misiles de crucero todo su territorio nacional continental, tal vez con la excepción de Alaska.
A todo esto, el 21 de octubre de 1967, dos misiles rusos Styx SS-N-2(6), que le dispararon dos lanchas egipcias cedidas por Rusia, hundieron al Eilath, un destructor israelí que patrullaba en las proximidades de Port Said. Fue el primer hundimiento de un buque de guerra por un misil, lo que justifica la conmoción internacional que comportó y el correspondiente tembleque. Los rusos, súbditos de una nación totalmente terrestre, tenían ante sí la flota militar más poderosa que hubiese existido jamás y, en consecuencia, su estrategia era distinta a la de los Estados Unidos, por lo que precisaba una flota capaz de disputarle el dominio positivo del mar, al tiempo de amenazar su propio territorio.
Aunque la OTAN(7) y Europa formaban un conjunto, lo cierto es que el punto de partida de todo el armamento y pertrechos, es decir, la base de todo, como había sido durante la anterior guerra, hubiera sido los Estados Unidos, por lo que sería imprescindible que la flota rusa pudiese paralizar el tráfico marítimo y, a la vez, hundirle tantos barcos de guerra y mercantes como fuese posible, contando con la necesidad estratégica de bombardear su territorio y ciudades. De ahí que construyesen submarinos armados con poderosos misiles antibuque –muy en particular antiportaaviones–, junto con otros provistos de SLBM de largo alcance y poder destructivo, a la vez que antisubmarinos para impedirle a la US Navy utilizar los suyos, hundiéndolos.
Los buques de la “US Navy”El desarrollo del submarino nuclear en sus diversas variaciones se basó principalmente en dos peculiaridades: tipo y forma del casco y prestaciones, que, armamento y electrónica aparte, en la práctica, y principalmente, son cota de inmersión y velocidad máxima. Las formas de casco evolucionaron de las primitivas, que cabe considerar más o menos convencionales, a las más puramente hidrodinámicas, que también se califican como de lágrima o de gota de agua. Por lo que reza a los norteamericanos, las primeras estuvieron presentes en los buques de primera generación (Nautilus, Sea Wolf(8), Skate, Swordfish, Sargo, Seadragon, Triton(9) y Halibut(10)) y dejaron de utilizarse a partir de los primeros años sesenta, siendo sustituidas por las hidrodinámicas (segunda generación), con diversas variaciones según tipos, aunque no excesivamente notorias.
La segunda generación fue la más extensa y principalmente abarcó los dos tipos básicos en la Navy, así como más dilatados en su servicio: los submarinos SSBN (lanzadores de misiles balísticos con ojivas nucleares), con misiles Polaris A-1, A-2 y A-3, y los SS/SSK, o submarinos antisubmarinos y antibuques de superficie. Utilizaron diversos tipos de torpedos y Subroc. Las clases de SSBN fueron las George Washington (5 buques), Ethan Allen (5), y La Fayette (dos subseries de 9 y 22). Los SS/SSK fueron los Skipjack (6), Tullibee (1) y los Thresher/ Sturgeon (47), de los que el Thresher resultó hundido en un oscuro incidente que se cree tuvo que ver con unas pruebas de máxima cota. Las dos primeras clases utilizaron únicamente un tipo de torpedo más o menos convencional y en ocasiones también ASW. Los Thresher/Sturgeon usaban torpedos antibuques de superficie y a la vez ASW, habiendo sido dotados a partir de la mitad de la clase con misiles encapsulados Harpoon y ocho Tomahawk en silos verticales.
La tercera generación comprende los SSBN de la clase Ohio (18) y los 61(11) de la Los Angeles (SSN). En los Ohio se han utilizado misiles Poseidon y Trident, habiéndose producido cambios para adaptarse a los contenidos de los tratados START(12). De los 18 Ohio originales, 4 se han modificado a lanzadores de misiles de crucero Tomahawk, con 154 unidades a bordo de cada uno. Por su parte, los tipo Los Angeles son polivalentes, armados con torpedos para la guerra ASuW(13) y ASW, así como –según sea el orden del buque– hasta 12 silos verticales para lanzar Tomahawk. Hay una cuarta generación con dos tipos de buques distintos, la clase Seawolf (3, todos operativos) y la Virginia (12 más 6 buques, de los que la mitad –6– del primer grupo ya están en servicio, en construcción la segunda mitad y pendientes de autorización el tercer grupo de 6).
En lo que concierne a cotas de inmersión y velocidad, son datos bastante o muy confidenciales, por lo cual hay que tomarlos con cierta prevención. La primera generación tenía velocidades del orden de 20 nudos en superficie y 25 en inmersión. Las cotas de inmersión estimadas estaban en torno a los 400 m. La segunda generación daba velocidades del orden de 20-35 nudos en los SS y 20-30 los SSBN y cotas de inmersión son similares a la primera generación, que, debido a la llegada al medio de los nuevos submarinos de ataque rusos con casco de titanio (cota estimada superior a 700 m.), obligaron a modificaciones en los buques, una de las cuales causó –se dice– la pérdida del Thresher, el cual tuvo diversos problemas entre 400 y 600 m. que le hicieron hundirse, quedando en el fondo a 2.600, partido en varios pedazos(14).
Los SSBN de la tercera generación daban velocidades máximas sobre los 25 nudos (sumergidos) y los SSN de más de 35 sumergidos y de 15 en superficie. De los dos modelos de la cuarta generación, los Seawolf tienen una velocidad en inmersión de 39 nudos (oficialmente reconocida, aunque probablemente sea más), y los Virginia de 34. Ambas clases son polivalentes, con capacidad de minado, una velocidad especialmente silenciosa de 20 nudos (sumergido) y algunos con capacidad de transporte de SEAL (Sea, Air and Land), comandos diversos y otras posibilidades varias y diversas.
La segunda generación fue la más extensa y principalmente abarcó los dos tipos básicos en la Navy, así como más dilatados en su servicio: los submarinos SSBN (lanzadores de misiles balísticos con ojivas nucleares), con misiles Polaris A-1, A-2 y A-3, y los SS/SSK, o submarinos antisubmarinos y antibuques de superficie. Utilizaron diversos tipos de torpedos y Subroc. Las clases de SSBN fueron las George Washington (5 buques), Ethan Allen (5), y La Fayette (dos subseries de 9 y 22). Los SS/SSK fueron los Skipjack (6), Tullibee (1) y los Thresher/ Sturgeon (47), de los que el Thresher resultó hundido en un oscuro incidente que se cree tuvo que ver con unas pruebas de máxima cota. Las dos primeras clases utilizaron únicamente un tipo de torpedo más o menos convencional y en ocasiones también ASW. Los Thresher/Sturgeon usaban torpedos antibuques de superficie y a la vez ASW, habiendo sido dotados a partir de la mitad de la clase con misiles encapsulados Harpoon y ocho Tomahawk en silos verticales.
La tercera generación comprende los SSBN de la clase Ohio (18) y los 61(11) de la Los Angeles (SSN). En los Ohio se han utilizado misiles Poseidon y Trident, habiéndose producido cambios para adaptarse a los contenidos de los tratados START(12). De los 18 Ohio originales, 4 se han modificado a lanzadores de misiles de crucero Tomahawk, con 154 unidades a bordo de cada uno. Por su parte, los tipo Los Angeles son polivalentes, armados con torpedos para la guerra ASuW(13) y ASW, así como –según sea el orden del buque– hasta 12 silos verticales para lanzar Tomahawk. Hay una cuarta generación con dos tipos de buques distintos, la clase Seawolf (3, todos operativos) y la Virginia (12 más 6 buques, de los que la mitad –6– del primer grupo ya están en servicio, en construcción la segunda mitad y pendientes de autorización el tercer grupo de 6).
En lo que concierne a cotas de inmersión y velocidad, son datos bastante o muy confidenciales, por lo cual hay que tomarlos con cierta prevención. La primera generación tenía velocidades del orden de 20 nudos en superficie y 25 en inmersión. Las cotas de inmersión estimadas estaban en torno a los 400 m. La segunda generación daba velocidades del orden de 20-35 nudos en los SS y 20-30 los SSBN y cotas de inmersión son similares a la primera generación, que, debido a la llegada al medio de los nuevos submarinos de ataque rusos con casco de titanio (cota estimada superior a 700 m.), obligaron a modificaciones en los buques, una de las cuales causó –se dice– la pérdida del Thresher, el cual tuvo diversos problemas entre 400 y 600 m. que le hicieron hundirse, quedando en el fondo a 2.600, partido en varios pedazos(14).
Los SSBN de la tercera generación daban velocidades máximas sobre los 25 nudos (sumergidos) y los SSN de más de 35 sumergidos y de 15 en superficie. De los dos modelos de la cuarta generación, los Seawolf tienen una velocidad en inmersión de 39 nudos (oficialmente reconocida, aunque probablemente sea más), y los Virginia de 34. Ambas clases son polivalentes, con capacidad de minado, una velocidad especialmente silenciosa de 20 nudos (sumergido) y algunos con capacidad de transporte de SEAL (Sea, Air and Land), comandos diversos y otras posibilidades varias y diversas.
URSS/RusiaLos rusos comenzaron yendo un tanto a remolque de la tecnología nuclear propia, que se desarrollaba con cierta lentitud. De ahí que, para no quedar en inferioridad ante la US Navy, utilizasen en las primeras generaciones de misiles balísticos y crucero los buques convencionales de que disponían, reformándolos según necesidad, así como utilizando los misiles de los que ya disponían ubicándolos a bordo de buques convencionales.
La primera generación de SSG rusos fueron buques convencionales de la clase Whiskey modificados (Whiskey Long Bin y Whiskey One o Twin Cilinder), con, respectivamente, cuatro misiles SS-N-3, uno y dos; y clase Juliett –16 buques de nueva construcción, de los que el primero se entregó en 1963–, con cuatro SS-N-3A. Este misil fue asimismo el utilizado en la clase Echo II, nuclear (11 buques, el primero operativo en 1968), armado con ocho SS-N-3A. De ahí, que aún siendo nuclear, lo consideremos de la misma primera generación. Posteriormente, alguno de los buques de estas clases utilizaron misiles SS-N-12.
La segunda generación dispuso de misiles SS-N-7, con once clase Charlie, los cuales debían estar en superficie para lanzar. En 1976 aún entraron en servicio otros dos, llamados Charlie II, cuya diferencia estribaba en disponer de diez misiles en vez de ocho. Una segunda clase de submarinos fue la Papa, con diez misiles SS-N-7, si bien, al ser un único buque, se le suele considerar como experimental. Algunos Charlie II llegaron asimismo a utilizar el SS-N-9, por lo que podría hablarse de una sub tercera generación, segunda generación bis.
Los propiamente de tercera generación fueron los Oscar I y II, con 24 misiles SS-N-19 con, respectivamente, dos y diez unidades. De la clase Oscar II fue el célebre Kursk, hundido en agosto de 2000 en el mar de Barents por causas aún no aclaradas, aunque se especule con un fallo al lanzamiento de uno de los nuevos torpedos cohete Shkval. Al contrario que la US Navy, que dispuso sus SLBM a bordo de submarinos nucleares desde el primer momento (clase George Washington), Rusia, al no disponer de ellos, los instaló a bordo de buques convencionales, con los silos en la vela a toda su altura y la parte correspondiente de casco.
Hablar de generaciones en estos buques resulta algo más complicado y/o confuso, toda vez que los de las mismas clases emplearon versiones distintas de SLBM. Los buques en cuestión fueron de la clase Zulu (dos misiles SS-N-4) y clase Golf (Golf-I, con tres SS-N-4; Golf-II, tres SS-N-5 y Golf-III, cinco SS-N-5), todos ellos con propulsión convencional. El primero nuclear fue la clase Hotel (nueve buques), con los silos dispuestos de igual modo a los convencionales (Hotel I, tres SS-N-4; Hotel II, tres SS-N-5; y Hotel III, seis SS-N-8), es decir, con los silos ocupando la altura total de la vela, que penetraban al interior del casco resistente.
Les siguieron la clase Yankee (34 buques), con 16 SS-N-6 dispuestos más a la americana, es decir, entre una superestructura exterior al casco, por detrás de la vela, y en el interior del casco resistente. Posteriores a éstos fueron las clases Delta I y Delta II, con doce misiles SS-N-8, de diseño básico muy similar a los Yankee, aunque con cuatro misiles menos, circunstancia que vino obligada por las medidas de los misiles. Se entregaron doce Delta I y seis Delta II, a partir de 1972. Les siguieron los Delta III y Delta IV (catorce y siete buques, respectivamente), que utilizaban el misil SS-N-18 (Delta III) y SS-N-23 (Delta IV) a razón de 16 en cada buque. El colofón de los SSBN rusos fue la clase Typhoon (seis buques), con 20 SS-N-20, con sus 26.500 ton. en inmersión, considerados los mayores de toda la historia del submarino, entrados en servicio a partir de 1983, hasta que sobrevino el colapso de la URSS y comenzó el abandono, al no poderse mantener operativos.
Con dicho colapso se suspendió la construcción de la nueva clase Borey, de cuyos previstos ocho buques sólo se materializan por el momento cuatro, que se prevé entregar en 2010, 2011, 2012 y 2014. Irán armados con 16 misiles SLBM Bulava 30, una versión navalizada del Topol SS-27, ya que el SS-N-28 vio cancelado su proyecto, lo cual obligó a ralentizar y modificar estos buques. Además de los citados, hay otra clase llamada Akula (diez en servicio entre 1988 y 2001), que al parecer son esencialmente antisubmarinos, con tubos de 533 y 650 mm., a través de los que utilizan los misiles SS-N-15 y SS-N-16 ASW, así como SS-N-21 y SS-N-27 de crucero.
Disponen China, Francia y Reino Unido asimismo de submarinos SSBN y SSN, aún cuando en este último país se hayan oído chirridos en los medios en contra de mantener unos buques tan caros en plena crisis. Con la excepción de los británicos –que usan misiles norteamericanos– los franceses y chinos cuentan con tecnología propia misilística, la cual es también utilizada en su posible función aeroespacial o astronáutica, como es el caso del Ariane.
La primera generación de SSG rusos fueron buques convencionales de la clase Whiskey modificados (Whiskey Long Bin y Whiskey One o Twin Cilinder), con, respectivamente, cuatro misiles SS-N-3, uno y dos; y clase Juliett –16 buques de nueva construcción, de los que el primero se entregó en 1963–, con cuatro SS-N-3A. Este misil fue asimismo el utilizado en la clase Echo II, nuclear (11 buques, el primero operativo en 1968), armado con ocho SS-N-3A. De ahí, que aún siendo nuclear, lo consideremos de la misma primera generación. Posteriormente, alguno de los buques de estas clases utilizaron misiles SS-N-12.
La segunda generación dispuso de misiles SS-N-7, con once clase Charlie, los cuales debían estar en superficie para lanzar. En 1976 aún entraron en servicio otros dos, llamados Charlie II, cuya diferencia estribaba en disponer de diez misiles en vez de ocho. Una segunda clase de submarinos fue la Papa, con diez misiles SS-N-7, si bien, al ser un único buque, se le suele considerar como experimental. Algunos Charlie II llegaron asimismo a utilizar el SS-N-9, por lo que podría hablarse de una sub tercera generación, segunda generación bis.
Los propiamente de tercera generación fueron los Oscar I y II, con 24 misiles SS-N-19 con, respectivamente, dos y diez unidades. De la clase Oscar II fue el célebre Kursk, hundido en agosto de 2000 en el mar de Barents por causas aún no aclaradas, aunque se especule con un fallo al lanzamiento de uno de los nuevos torpedos cohete Shkval. Al contrario que la US Navy, que dispuso sus SLBM a bordo de submarinos nucleares desde el primer momento (clase George Washington), Rusia, al no disponer de ellos, los instaló a bordo de buques convencionales, con los silos en la vela a toda su altura y la parte correspondiente de casco.
Hablar de generaciones en estos buques resulta algo más complicado y/o confuso, toda vez que los de las mismas clases emplearon versiones distintas de SLBM. Los buques en cuestión fueron de la clase Zulu (dos misiles SS-N-4) y clase Golf (Golf-I, con tres SS-N-4; Golf-II, tres SS-N-5 y Golf-III, cinco SS-N-5), todos ellos con propulsión convencional. El primero nuclear fue la clase Hotel (nueve buques), con los silos dispuestos de igual modo a los convencionales (Hotel I, tres SS-N-4; Hotel II, tres SS-N-5; y Hotel III, seis SS-N-8), es decir, con los silos ocupando la altura total de la vela, que penetraban al interior del casco resistente.
Les siguieron la clase Yankee (34 buques), con 16 SS-N-6 dispuestos más a la americana, es decir, entre una superestructura exterior al casco, por detrás de la vela, y en el interior del casco resistente. Posteriores a éstos fueron las clases Delta I y Delta II, con doce misiles SS-N-8, de diseño básico muy similar a los Yankee, aunque con cuatro misiles menos, circunstancia que vino obligada por las medidas de los misiles. Se entregaron doce Delta I y seis Delta II, a partir de 1972. Les siguieron los Delta III y Delta IV (catorce y siete buques, respectivamente), que utilizaban el misil SS-N-18 (Delta III) y SS-N-23 (Delta IV) a razón de 16 en cada buque. El colofón de los SSBN rusos fue la clase Typhoon (seis buques), con 20 SS-N-20, con sus 26.500 ton. en inmersión, considerados los mayores de toda la historia del submarino, entrados en servicio a partir de 1983, hasta que sobrevino el colapso de la URSS y comenzó el abandono, al no poderse mantener operativos.
Con dicho colapso se suspendió la construcción de la nueva clase Borey, de cuyos previstos ocho buques sólo se materializan por el momento cuatro, que se prevé entregar en 2010, 2011, 2012 y 2014. Irán armados con 16 misiles SLBM Bulava 30, una versión navalizada del Topol SS-27, ya que el SS-N-28 vio cancelado su proyecto, lo cual obligó a ralentizar y modificar estos buques. Además de los citados, hay otra clase llamada Akula (diez en servicio entre 1988 y 2001), que al parecer son esencialmente antisubmarinos, con tubos de 533 y 650 mm., a través de los que utilizan los misiles SS-N-15 y SS-N-16 ASW, así como SS-N-21 y SS-N-27 de crucero.
Disponen China, Francia y Reino Unido asimismo de submarinos SSBN y SSN, aún cuando en este último país se hayan oído chirridos en los medios en contra de mantener unos buques tan caros en plena crisis. Con la excepción de los británicos –que usan misiles norteamericanos– los franceses y chinos cuentan con tecnología propia misilística, la cual es también utilizada en su posible función aeroespacial o astronáutica, como es el caso del Ariane.
ConclusiónLa construcción y disposición de submarinos nucleares de todos tipos tuvo un punto álgido en las décadas de los años setenta y ochenta del pasado siglo, hacia cuya última década acaeció el derrumbe económico y político de la URSS. La consecuencia inmediata fue el semiabandono de muchos buques, cuyo mantenimiento no podía hacerse por falta material de medios, lo cual llevó a un intento de statu quo entre los dos grandes –a veces con protagonismo de uno y simple aquiescencia del otro–, con el fin de la llamada guerra fría.
Actualmente, podemos considerar que nos hallamos ante una situación un tanto anómala, más bien un compás de espera, que acabará con la subida de los países emergentes, principalmente Brasil, China e India, y la posible caída de algunos monstruos sagrados, que no podrán seguir disfrutando de su anterior posición.
No es probable que, si se llega a producir el llamado conflicto de civilizaciones que propugnó Huntington, intervengan en él submarinos y demás, sean del tipo que sean, pues el mundo islámico, por el momento y esperemos que vaya para largo, no parece disponer de la tecnología –del dinero sí, indudablemente– imprescindible para poner en solfa buques tan sofisticados, al tiempo que ingenios nucleares del tipo SLBM.
Aunque, ¿quién sabe?, Quevedo dijo aquello del poderoso caballero Don Dinero, o sea, que si Al Qaeda u Osama Bin Laden ponen sobre el tapete el suficiente, tal puedan comprar algo en el mercado mundial, listo y tripulado(15). Un poco al estilo de casa llaves en mano. Y si eso sucediese, ¿Qué es lo que iba a pasar y quién le iba a poner coto a las ambiciones de tipo mundial de los fundamentalistas/salafistas musulmanes?
Actualmente, podemos considerar que nos hallamos ante una situación un tanto anómala, más bien un compás de espera, que acabará con la subida de los países emergentes, principalmente Brasil, China e India, y la posible caída de algunos monstruos sagrados, que no podrán seguir disfrutando de su anterior posición.
No es probable que, si se llega a producir el llamado conflicto de civilizaciones que propugnó Huntington, intervengan en él submarinos y demás, sean del tipo que sean, pues el mundo islámico, por el momento y esperemos que vaya para largo, no parece disponer de la tecnología –del dinero sí, indudablemente– imprescindible para poner en solfa buques tan sofisticados, al tiempo que ingenios nucleares del tipo SLBM.
Aunque, ¿quién sabe?, Quevedo dijo aquello del poderoso caballero Don Dinero, o sea, que si Al Qaeda u Osama Bin Laden ponen sobre el tapete el suficiente, tal puedan comprar algo en el mercado mundial, listo y tripulado(15). Un poco al estilo de casa llaves en mano. Y si eso sucediese, ¿Qué es lo que iba a pasar y quién le iba a poner coto a las ambiciones de tipo mundial de los fundamentalistas/salafistas musulmanes?
(1) No deja de ser curioso que se comisionase antes que fuese acabado.
(2) Submarine Rocket, un torpedo antisubmarino similar al misil ASROC.
(3) Harpoon, Tomahawk, Exocet, etc.
(4) Versión americanizada de la V-1 alemana, del mismo modo la V-2 alemana fue origen de los misiles ICBM. Igualmente sucedió con los misiles rusos.
(5) Inter Continental Balistic Missile, o proyectil balístico intercontinental. Se pueden lanzar desde silos terrestres o marinos SLBM (Sea Launched Balistic Missile), si bien, por ventajas de invisibilidad y otras, el marino venció frente al terrestre.
(6) Misil de crucero en servicio desde 1958: velocidad, 0,8 Mach; cabeza de combate, 400 kg.; alcance superior a 42 km.; peso al lanzamiento, 2.500 kg.
(7) El correspondiente tratado se firmó el 4 de abril de 1949.
(8) Reactor experimental con intercambiador de sodio líquido.
(9) Originalmente fue un SSNR, que quedó obsoleto con la puesta en servicio de los Grumman E-1 Tracer (1958), a su vez sustituidos por los E-2 Hawkeye (1965).
(10) Excepto el Halibut, un SSG para misiles Regulus, los demás fueron SS.
(11) Hay controversias respecto al número preciso, pues hay en servicio sólo 44.
(12) Strategic Arms Reduction Treaty. El START I se firmó el 31 de julio de 1991 y el II el 3 de enero de 1993. Actualmente rige el SORT (2002), por el que se limita el número de ojivas nucleares a sólo 2.200 por país (Estados Unidos y Rusia).
(13) Anti Surface Ships War: guerra contra buques de superficie.
(14) Más en: http://en.wikipedia.org/wiki/USS_ Thresher_%28SSN-593%29.
(15) En una ocasión un cártel de la droga intentó comprar un submarino ruso. Se dice que, al hacer la gestión, recibieron la respuesta: ¿Con misiles o sin misiles? No parece tan difícil como eso comprar alguno de segunda o tercera mano.
Camil Busquets i Vilanova
Hola,
ResponderEliminarA lo mejor tu me puedes ayudar con una pequeña cuestión que se me ha presentado en la carrera... que es mejor el acero inox o el acero de alta resistencia para los submarinos de profundidades entre 100 y 300m...
Gracias y un saludo.
PD: Muy interesante tu blog
Gracias por tu correo, por lo poco que yo se, te puedo indicar que los cascos de los submarinos de la Primera Guerra Mundial fueron construidos con acero al carbón, y no podrían sumergirse por debajo de 100 m. Durante la Segunda Guerra Mundial se introdujo el acero aleado de alta resistencia, permitiendo profundidades de hasta 200 m. Por eso lo más normal es el uso de acero aleado de alta resistencia sigue siendo el principal material de los submarinos actuales, con un límite de profundidad de 250-400 m, que no puede excederse en los submarinos militares sin sacrificar otras características. Para superar este límite, se construyeron algunos submarinos con cascos de titanio. Este metal es casi tan fuerte como el acero, más ligero y no magnético, lo que es importante para el camuflaje y además su aliaje con el acero permiten un gran incremento en la profundidad de inmersión máxima, pero también es necesario rediseñar otros sistemas, por lo que la profundidad probada fue limitada a 1.000 m para el K-278 Komsomolets, el submarino militar con mayor profundidad de inmersión.
ResponderEliminarNacho Padró