El submarino S81 Isaac Peral sigue tachando días en el calendario para su salida definitiva a la mar y poder probar, ya con todas las fases completadas, las aguas del mar Mediterráneo. El proyecto estrella de la Armada española supera las pruebas, su primera y última hasta el momento realizada en el mes de mayo, donde los resultados según comentan desde los entresijos del buque, “sorprenden”.
Germán Romero, director del Negocio de Submarinos de Navantia afirma para El Confidencial Digital que se encuentran muy satisfechos con el alto grado de aceptación de las pruebas que han realizado. “Algunos sistemas novedosos están arrojando resultados por encima de las expectativas que teníamos, ya fuera por haber incorporado equipos de suministradores con los que no habíamos colaborado nunca o por diferir el diseño respecto de expectativas previas”.
Juan Manuel Torrijos, el comandante de pruebas del S-81, comentó que se habían probado máquinas y timones e incluso se había recreado alguna situación de emergencia. Según informan, el submarino se encuentra en estos momentos varado en el dique seco realizando su segunda varada programada.
Después del verano tendrá lugar las pruebas y su posterior inmersión en aguas murcianas. “Se realizará la estática, que tendrá lugar en la Algameca Chica, para ver cómo está de estabilidad la nave submarina y a partir de entonces podremos hacer inmersión hasta la entrega, programada”, comenta Torrijos.
Romero asegura que las baterías del S81 “están dando unas prestaciones por encima de lo esperado”. “Estamos muy satisfechos del cumplimiento de los hitos previstos, porque este programa es un salto tecnológico tanto para la Armada como para Navantia”.
Nuevo horizonte en la Armada
La entrega del buque se encuentra programada, si no hay mayor imprevisto, para primavera del año 2023. Como indica la página de la Armada Española el S81 otorga la capacidad de control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional
En lo que respecta a su apartado defensivo, tendrá lanzamiento de misiles de intervención en tierra a larga distancia, torpedos pesados de doble propósito y largo alcance, misiles antibuque y minas.
Los submarinos son naves especialmente utilizadas con fines militares de estrategia o ataque. Por lo tanto, el Isaac Peral también posee sus herramientas para dicha función. Sensores acústicos de corto, medio y largo alcance que permitan la detección, clasificación, aproximación y ataque a unidades de superficie, submarinos y tráfico mercante, y la detección de minas y otros obstáculos.
Por último, medios de detección visuales, optrónicos y electromagnéticos que le permiten llevar a cabo, de forma discreta, la aproximación, el ataque, la evasión y las operaciones de obtención de inteligencia.
Las entrañas
Sus dimensiones se componen de una eslora total de 80,81 metros, un diámetro 7,3 metros y un desplazamiento en inmersión de 2.960 Tns. Su motor eléctrico principal se compone de 3.500 kW que otorgan al submarino de una potencia AIP de 300 kW. Respecto a su autonomía es de más de cuatro semanas en función de la velocidad.
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