Un abuelo es capaz de contar las historias más increíbles si quienes escuchan son sus nietos. Y cuando ya no está más, a esos niños les duelen todos los silencios.
En este 2022 se cumplen 25 años de la muerte de Jacques-Yves Cousteau, el mayor divulgador y guardián de los océanosdel siglo XX.
Fabien, su nieto mayor, que empezó a bucear a los 4 años en el Mar Mediterráneo y creció escuchando relatos asombrosos sobre criaturas marinas, lo recuerda con nostalgia y tiene un gran plan para homenajearlo y continuar con su legado de conservación ambiental. De eso habla con Viva.
El explorador sexy
A los 54, Fabien tiene un porte de menos edad. Y queda mucho en él del apodo que le puso la revista People, que lo eligió como “el explorador más sexy del mundo” en 2002.
Delgado, de ojos azules, durante muchos años fue considerado, además, “el soltero más codiciado”, hasta que en su cumpleaños número 40 conoció a Lisa Singer, una neoyorquina experta en bienes raíces y a la hija de ella, Dylan, a quien define como “una esperanza que representa a una generación que logrará administrar mejor el planeta”.
Con ellas formó un hogar.
Fabien cuenta que tiene muchas anécdotas con su legendario abuelo, al que solía visitar en su departamento de Mónaco y obviamente acompañar en sus inolvidables viajes.
Fabien Cousteau en una de sus misiones de exploración oceánica. Foto: Archivo Clarín.
Pero –según suele repetir– la que más recuerda es la que vivió en Papúa Guinea, a bordo del Calypso, el barco en el que se trasladaba el abuelo Jacques-Yves para hacer sus exploraciones.
En esa oportunidad, Fabien, que todavía estaba en la escuela primaria, aprendió a pescar sin utilizar ningún accesorio: solamente usando las manos, como lo hacían algunos chicos en esa región.
“Luego vi un espectáculo de fuegos artificiales bajo el agua, no lo podía creer. Eso queda en la mente de un niño para siempre. Fueron seis semanas increíbles en la Isla Wuvulu”, rememoró.
Espíritu nómade
De esos años también tiene otros recuerdos no tan gratos, como sus constantes cambios de colegio. Nació en Francia, pero estudió siempre en los Estados Unidos.
De hecho pasó por varias instituciones. Le costaba enfocarse en las materias, estaba siempre pensando en el próximo viaje que realizaría con su abuelo.
La siguiente aventura a bordo del Calypso o del Alcyoneocupaban toda su mente durante esos años de niñez dorada.
Finalmente, se estabilizó en los estudios y hasta se graduó en la Universidad de Boston con una especialización en Ciencias Ambientales.
Tal vez por efecto de esa intermitencia en sus estudios primarios, naturalizó la posibilidad de cambiar con frecuencia su domicilio.
Ya se mudó más de treinta veces. Por ahora se mantiene estable en su departamento neoyorquino y en su casa de Connecticut.
Es un hombre ocupadísimo, que vive en los Estados Unidos, pero viaja constantemente. Conferencias, campañas, exploraciones, documentales.
En su currículum también figuran libros educativos y la creación de una plataforma, Centro de Aprendizaje del Océano, que comparte y crea proyectos para conectar mejor a diversas comunidades locales con sus recursos vitales.
A través de ella se hacen tareas para la recuperación de los corales, campañas de limpieza de playas, protección de tortugas marinas y el cuidado de manglares.
Proyecto Proteus
Por si le faltaran actividades, últimamente ha sumado reuniones de trabajo para darle forma a Proteus, una especie de estación submarina internacional que nació como continuación de las iniciativas de Jacques-Yves, que fue mentor de Conshelf , un habitáculo para merodear los fondos oceánicos con la posibilidad de quedarse “viviendo” allí durante un tiempo, en los años ‘60.
Así será Proteus, una estación submarina internacional que intentará develar los últimos secretos oceánicos. Imagen: Gentileza F.C.
-¿Por qué dice que esta idea suya de una Estación Submarina Internacional está inspirada en su abuelo?
-Porque es así. Sin dudas, este proyecto de Proteus está inspirado en la trayectoria y logros de mi abuelo. Y es que él no sólo tuvo como mérito ser famoso por su programa de tevéEl mundo submarino de Jacques Cousteau (emitido entre 1968 y 1976). También, como esperamos que ocurra con Proteus, hizo descubrimientos oceánicos innovadores a lo largo de su carrera.
-¿Podría mencionar alguno para las generaciones que no lo conocieron?
-Varios. El no sólo fue un entusiasta divulgador a través de su programa de tevé y de sus libros o documentales. Todo el mundo lo recuerda por sus viajes a bordo del Calypso y esas escenas de lugares deslumbrantes, pero también fue un gran inventor.
-¿Qué inventaba?
-Cuando tenía 33 años, junto con Emile Gagnan, inventó un dispositivo que les permite a los buceadores sumergirse más profundamente en el océano, el aqua-lung. Y también fue un pionero en crear hábitats submarinos, como los Conshelf I-III.Ahora justamente estamos trabajando para honrar todos esos logros y el de las mentes brillantes de las que siempre se supo rodear. Él tenía otra virtud: armaba equipos importantes, con buenos integrantes e iniciativas y, de ese modo, continuaba inventando, explorando y educando también sobre la importancia del océano.
Fabien Cousteau, oceanógrafo.
-¿Cuánto es lo que sabemos o conocemos de la vida submarina?
-Hasta ahora, hemos explorado menos del 5 por ciento de los océanos, pese a los esfuerzos de personas como mi abuelo y de otra pionera como Sylvia Earle. Más allá de ese porcentaje bajo, a veces se desconoce que el 70 por ciento de la vida marina está conectada con los corales, por citar un dato. Es que, además de conocer, hay que darle la importancia justa a determinados hechos relacionados con la biodiversidad y el modo en que se relacionan con nuestras vidas. Siempre digo que conocemos más del espacio exterior que de nuestros propios océanos. No reniego de la exploración espacial, pero me parece que no debemos descuidar el estudio de nuestro propio planeta.
-¿Cuál es la mayor amenaza para las aguas oceánicas en este momento?
-El océano se enfrenta actualmente a múltiples amenazas. Todas necesitan atención y, lo que es más urgente, acción inmediata de cada comunidad. Sólo por mencionar algunos de los frentes que más preocupan: los desafíos que nacieron por el cambio climático, el aumento del nivel del mar, las tormentas extremas y los virus. Son temas que, sin dudas, representan un riesgo multimillonario para la economía mundial.
-¿Qué rol tendría su Estación Submarina en este escenario?
-Pienso que Proteus será esencial para impulsar soluciones significativas que protejan el futuro de nuestro planeta. El conocimiento es vital para enfrentar cualquier situación.
Un proyecto de alto costo
Proteus requiere mucha inversión. Para empezar, habría que contar el dato que aportó la revista Forbes: se necesitan 135 millones de dólares para darle forma. Hasta el momento, los Cousteau no han tenido problemas para reunir fondos. Fabien ya experimentó algo similar en 2014, cuando en el proyecto Mission 31 pasó 31 días en una estación submarina, la Aquarius.Para concretarla necesitó también fondos privados.
En esa oportunidad, Fabien estuvo 20 metros bajo del nivel del mar, en las aguas de los Cayos de Florida, en los Estados Unidos. Transmitiendo en vivo, registrando cada detalle con fotografías asombrosas.
Lo hizo para conmemorar los 50 años de una misión de espíritu similar que realizó su abuelo, la Conshelf II, que logró avanzar mucho en la comprensión de la fisiología humana en esas condiciones.
“Por lo que sé, Fabien tuvo la idea de hacer algo como Proteusapenas terminó la Mission 31”, le comenta a Viva el profesor de Ciencias Marinas y Políticas Públicas de la Northeastern University, Brian Helmuth, quien junto con el científico Mark Patteson, de la misma universidad, es colaborador científico de Fabien.
Fabien Cousteau es conservacionista y participa en campañas para proteger el océano.
“Las posibilidades de investigación que brindará Proteus son muy promisorias. Al comprender mejor cómo funciona un hábitat como –por ejemplo– un arrecife de coral, no solo aprendemos a protegerlo, sino que también eso nos ayudará a entender cómo un océano saludable puede beneficiar a toda la población en el planeta”, señala el experto..
Y agrega: “Desde hace varias décadas, la única instalación similar para la investigación científica en el mundo es el hábitat de Aquarius, en Florida. Esa instalación ha llevado aalgunos descubrimientos sorprendentes, pero ahora tiene más de 30 años, es pequeña y está ubicada en un arrecife que se encuentra en muy malas condiciones”, explica el profesor Helmuth sobre lo que la ciencia espera de Proteus.
Paraíso de acuanautas
El prodigio tecnológico tiene toda la inspiración del propio Fabien y del diseñador industrial suizo Yves Béhar.Su energía se obtendrá a través del sol, el viento y el océano.
Poseerá además un invernadero submarino, donde los “acuanautas” podrán cultivar plantas para alimentarse.
En los planos de construcción se ve un edificio circular de dos pisos con múltiples cápsulas modulares en forma de burbujaque pueden funcionar con distintos propósitos, desde habitaciones a laboratorios.
Fabien Cousteau, oceanógrafo.
-¿Por qué se compara a Proteus con la Estación Espacial Internacional?
-Bueno, es que será como una especie de Estación Espacial Internacional, pero instalada en el fondo marino. De allí la comparación. En este caso también será modular y favorecerá la participación de varios países. Se prevé que Proteus sea más de cuatro veces el tamaño de cualquier hábitat submarino conocido hasta el momento. Si los anteriores tenían el tamaño de un micro escolar, este tendrá las dimensiones de una casa grande. Contará además con laboratorios de última generación (donde hasta se podrá secuenciar ADN), dormitorios, espacios cómodos para todos sus huéspedes (podría albergar hasta 12 personas).
-¿Cuáles son los objetivos concretos que se plantea?
-Proteus tiene como objetivo permitir que académicos, empresas privadas, científicos y organizaciones que buscan abordar los problemas más apremiantes que enfrenta la Tierra, vivan, trabajen e investiguen en las profundidades. Así se puede convertir en un punto de encuentro internacional para la investigación médica, los experimentos de ingeniería, el estudio de la sostenibilidad alimentaria mundial y las consecuencias a largo plazo del cambio climático.
-¿En qué etapa de desarrollo está?
-Actualmente, el equipo trabaja en terminar de lograr el diseño final de la estación. En eso estamos avanzando. Además, se están buscando asociaciones con empresas e investigadores cuyas misiones se puedan alinear con las nuestras y continuar divulgando sus amplias posibilidades.
-¿Cuándo estará funcionando?
-Tenemos que entender que Proteus será el primero de una red de hábitats submarinos y se instalará en 2025.
-¿Dónde piensan instalarlo?
-Se ubicará exactamente frente a la isla de Curazao, a una profundidad de 60 pies, 3 atmósferas (alrededor de 20 metros) en las aguas ricamente biodiversas de una área marina protegida del Mar Caribe. Un lugar oportunamente biodiverso para quienes trabajen en ese hábitat.
-¿Su abuelo estaría satisfecho de ver a Proteus hecho realidad?
-Este proyecto y otros extienden el legado de mi abuelo y encarnan, además, su famosa cita: “Las personas protegen lo que aman, aman lo que entienden y entienden lo que se les enseña”. Hasta que más personas sientan que tienen acceso al océano y logren entender lo que les puede proporcionar y cómo están conectados a él, el cambio no puede ser dado por hecho
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