En un momento de creciente amenaza, especialmente con origen en Rusia, Occidente revisa con qué cuenta para hacer frente a los nuevos e inestables tiempos. Además de una carrera armamentística evidente, está la puesta a punto de lo que se tiene en la reserva. Hay quien se está llevando chascos, porque su arsenal no está a la altura de lo esperado.
Es lo que le está pasando a Reino Unido que, según los expertos, tiene problemas con sus submarinos preparados con los sistemas nucleares Trident, que siguen siendo un arma clave de defensa pero que son enormemente dependientes de Estados Unidos, lo que limita su operatividad.
Es lo que afirman los activistas Lynn Jamieson y Samuel Rafanell-Williams en un análisis publicado en el diario escocés The National.
Toca remontarse a julio de 2015, cuando se finalizó el acuerdo del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) entre los estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU e Irán. El PAIC, recuerdan los especialistas, obligó a Irán a reducir sus reservas de uranio enriquecido e impuso restricciones a sus instalaciones nucleares. A cambio, EEUU y la Unión Europea acordaron dejar que las sanciones expiraran, lo que permitiría a Irán recuperar miles de millones de dólares en activos congelados.
Los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmaron a principios de 2018 que Irán estaba cumpliendo sus compromisos con el acuerdo nuclear. Sin embargo, "sólo unas semanas después, el entonces presidente Donald Trump anunció que EEUU se retiraría del PAIC", desoyendo al mundo.
Las sanciones estadounidenses a Irán se reanudaron más tarde ese mismo año y, poco después, Irán anunció que ya no cumpliría con las restricciones impuestas a su desarrollo nuclear. "El sabotaje de Trump a uno de los esfuerzos más eficaces para prevenir la proliferación nuclear en el siglo XXI es sólo un ejemplo de su volátil política exterior, aunque la administración demócrata desde 2020 no ha demostrado tener más éxito en este frente, como ha demostrado el apoyo de Joe Biden al genocidioisraelí y a las incursiones regionales", indica la tribuna.
"Tanto la complicidad del Reino Unido en el actual genocidio israelí en Gaza como la inminente investidura de Trump para un segundo mandato como presidente deben hacernos examinar la llamada 'relación especial' entre el Reino Unido y los Estados Unidos", exponen la presidenta de la CND, la Campaña Escocesa por el Desarme Nuclear y el responsable de comunicaciones de misma organización.
"Mitológicamente, se considera que es el legado de la colaboración de nuestras dos naciones para derrotar al fascismo durante la Segunda Guerra Mundial", insisten. En este siglo, la relación especial "ha significado que los líderes del Reino Unido suelen coincidir en sintonía con la lógica de superpotencia estadounidense, de forma más catastrófica en Irak, sin importar cuán devastadoras sean las consecuencias". Tony Blair y la foto del Las Azores está en la memoria de todos.
"Una razón importante y fácilmente pasada por alto por la que Westminster está tan dispuesto a hacer lo que le ordena Washington es la dependencia de nuestra capacidad de armas nucleares supuestamente independiente de la infraestructura y la tecnología militares estadounidenses", indican.
Y ahí vienen las armas nucleares radicadas en la costa oeste de Escocia que son, "sin duda", "más una tecnología estadounidense que británica". Los submarinos, aunque construidos en Barrow-in-Furness (Inglaterra), "se ensamblan según planos estadounidenses y con componentes estadounidenses. Los misiles Trident disparados por los submarinos se construyen, suministran y mantienen en Estados Unidos".
"Estos misiles, ocho por submarino, llevan cada uno alrededor de cinco ojivas independientes, cada una de ellas diez veces más potente que la bomba de Hiroshima, una carga útil que podría destruir la vida habitable en el hemisferio norte y poner suficiente hollín en la atmósfera para desencadenar un invierno nuclear", contextualizan. Así pues, "la mera amenaza de utilizar esas armas como parte de una estrategia de disuasión es una parodia moral en sí misma", a su entender.
"Es significativo que el sistema de selección de objetivos Trident dependa en gran medida de software y satélites operados por personal estadounidense", ahondan. La investigación detallada y extensa de especialista John Ainslie mostró, dicen, "que el Trident no podía considerarse operativamente independiente, ya que el ejército estadounidense tendría toda la capacidad para impedir el uso autónomo de esta capacidad".
"Se podría argumentar que el tipo de adversidad política que podría llevar a Estados Unidos a intervenir en el Reino Unido utilizando su capacidad nuclear es tan improbable que resulta irrelevante" pero hay otra forma de ver "la relación especial": tal vez la estrategia de seguridad de Londres, "fundada en la amenaza del apocalipsis, depende tanto del consentimiento de Estados Unidos que nuestros líderes consideran que cualquier adversidad diplomática con Washington es una amenaza a nuestra seguridad".
Desde esta perspectiva, las armas nucleares de Reino Unido "serían una razón clave por la que el país ha actuado con tanta frecuencia como el perro faldero de los intereses geopolíticos de Estados Unidos como parte de la llamada relación especial". A pesar de las proclamaciones de Donald Trump de que tiene la intención de poner fin a todas las guerras, "su historial demuestra que no es un defensor de la paz, especialmente en Asia occidental". "Además de retirarse del Acuerdo con Irán, en 2020 Trump autorizó el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, lo que aumentó drásticamente las tensiones con Irán", recuerdan.
Más: la multimillonaria Miriam Adelson donó 100 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump para 2024 y hay informes que sugieren que su condición para la importante donación era que un Trump electo permitiera la anexión de Cisjordaniapor parte de Israel, denuncian.
¿Qué significa un segundo mandato de Trump para la propia seguridad del Reino Unido y sus acciones en el exterior? "Si queremos defender una política exterior verdaderamente independiente y humana, el primer paso es reconocer que las armas nucleares, interpretadas como la base misma de nuestro aparato de seguridad nacional, son una falsa promesa de seguridad que vincula al Reino Unido con los Estados Unidos", señalan rotundos.
"Un acuerdo de este tipo hace que sea cada vez más probable que el Reino Unido siga a los Estados Unidos en cualquier desventura militar que pueda emprender una administración Trump errática, incluso si los políticos británicos expresan públicamente su escepticismo sobre el presidente entrante", concluyen.
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