La Armada Española ha llevado a cabo recientemente un amplio ejercicio naval en el que el submarino S-81 Isaac Peral ha tenido un papel destacado en aguas cercanas a Cartagena.
El S-81, primer buque de la serie avanzada S-80, estuvo acompañado en esta operación de alto perfil por las fragatas Almirante Juan de Borbón y Numancia, el buque de salvamento marítimo Neptuno y un helicóptero SH-60B de la Décima Escuadrilla Aérea. Este conjunto puso de relieve el énfasis de la Armada en las capacidades integradas de la defensa marítima.
Según la Armada, este ejercicio ha sido un componente vital de la evaluación operativa del S-81. Esta evaluación no es meramente rutinaria, sino un proceso fundamental diseñado para examinar las capacidades técnicas y operativas del submarino.
El objetivo es garantizar que los sistemas y el rendimiento del S-81 se adapten perfectamente a las demandas operativas y que pueda funcionar de manera eficaz junto con otras unidades navales. Esta rigurosa fase de pruebas busca certificar que el submarino cumple con todos los estándares operativos establecidos, sentando las bases para su papel en futuras misiones.
De cara al futuro, la calificación operativa del S-81 está prevista para el segundo trimestre de 2025. Esta siguiente fase será especialmente importante, ya que medirá tanto el nivel de entrenamiento de la tripulación como el rendimiento operativo de los equipos y sistemas de a bordo del submarino.
La naturaleza exhaustiva de estas evaluaciones subraya el compromiso de la Armada de mantener una flota submarina de vanguardia.
Durante el ejercicio, la fragata Numancia ha jugado un papel fundamental, poniendo a prueba sus capacidades en materia de guerra antisubmarina, para lo que ha realizado lanzamientos de torpedos de entrenamiento, no sólo desde la propia fragata, sino también desde el helicóptero SH-60B.
Estos simulacros fueron diseñados para mejorar la coordinación y eficiencia de múltiples activos navales que trabajan al unísono contra posibles amenazas submarinas.
A medida que los preparativos para el crucero de resistencia del S-81 llegan a sus etapas finales, esta misión sigue siendo una piedra angular de las actividades del submarino para 2025. Se espera que este largo despliegue ponga a prueba los límites del S-81, confirmando su preparación para operaciones sostenidas en varios entornos marítimos.
Al mismo tiempo, la Armada está afinando los detalles para el próximo debut del S-81 en maniobras de fuego real, un hito crítico que pondrá a prueba la preparación para el combate del submarino en condiciones realistas.
En un emocionante avance, las aguas al sur de las Islas Canarias han sido elegidas como escenario inicial de un importante ejercicio programado para mediados de junio. Si todo va según lo previsto, el S-81 desempeñará un papel fundamental en este ejercicio.
La expectación que rodea a este evento es palpable, ya que se realizará el lanzamiento en vivo de un torpedo contra un buque fuera de servicio. Este ejercicio no solo demostrará la potencia de fuego del S-81, sino que también validará el uso estratégico que hace la Armada de buques fuera de servicio como objetivos de práctica.
El anuncio de la participación del S-81 en estas aguas lo ha hecho el comandante del Mando Militar de Canarias. Su revelación ha despertado el interés por las capacidades del submarino y los objetivos estratégicos de las próximas maniobras.
Al integrar tecnología avanzada y un entrenamiento riguroso, la Armada Española está posicionando claramente al S-81 Isaac Peral como una piedra angular de su futura estrategia de defensa submarina.
Este ejercicio, junto con las calificaciones operacionales planificadas y las pruebas de fuego real, subraya la dedicación de la Armada para mantener una flota formidable y versátil, preparada para enfrentar los desafíos de la guerra naval moderna.
El submarino español S-81 Isaac Peral, buque líder de la clase S-80 Plus, representa un avance significativo en la tecnología de submarinos no nucleares. Desarrollado por Navantia para la Armada Española, el S-81 Isaac Peral es un submarino diésel-eléctrico de última generación con capacidades avanzadas de propulsión independiente del aire [AIP].
El submarino mide aproximadamente 81 metros de eslora, con una manga de 11,68 metros y un calado de 6,2 metros, ofreciendo un desplazamiento de alrededor de 2.965 toneladas cuando está en superficie y 3.814 toneladas cuando está sumergido.
El sistema de propulsión del S-81 incluye una combinación híbrida de motores diésel y el sistema AIP, que utiliza una tecnología de pila de combustible de bioetanol.
Este sistema proporciona al submarino una mayor resistencia bajo el agua, lo que le permite permanecer sumergido durante períodos prolongados sin necesidad de salir a la superficie para tomar aire, una ventaja clave con respecto a los submarinos diésel-eléctricos tradicionales. El sistema AIP reduce significativamente la firma acústica del submarino, lo que dificulta su detección mediante sonar.
El S-81 está equipado con sensores y sistemas de combate de última generación diseñados para mejorar el conocimiento de la situación y la eficacia en combate. Su conjunto de sonares incluye un sonar de matriz cilíndrica avanzado, un sonar de matriz de flanco y un sonar de matriz remolcada, que proporcionan capacidades integrales de vigilancia submarina y detección de objetivos.
La integración del sistema de combate de Indra Sistemas potencia aún más su capacidad de procesar y analizar los datos de estos sensores, proporcionando una imagen operativa completa.
El armamento del S-81 incluye seis tubos lanzatorpedos de 533 mm capaces de lanzar una variedad de torpedos, minas y misiles. Es compatible con el torpedo pesado DM2A4 y el misil antibuque UGM-84 Harpoon, y también puede desplegar fuerzas especiales a través de sus tubos lanzatorpedos.
Además, el submarino puede transportar hasta 12 torpedos o una combinación de torpedos y misiles, lo que garantiza una respuesta versátil a diversas amenazas.
Los sistemas de navegación y comunicación del S-81 son igualmente avanzados, con GPS, sistemas de navegación inercial y enlaces de comunicación por satélite seguros. Estos sistemas permiten una navegación precisa y el intercambio de datos en tiempo real con las unidades de mando, algo esencial para las operaciones navales modernas.
El periscopio y el mástil fotónico del submarino están equipados con cámaras de alta resolución y sensores infrarrojos, lo que proporciona capacidades visuales mejoradas sin comprometer el sigilo.
El S-81 Isaac Peral también cuenta con un alto nivel de automatización, lo que reduce el tamaño de la tripulación requerida a unos 32 marineros, incluidos 8 oficiales.
El diseño prioriza la comodidad y la seguridad de la tripulación, con sistemas avanzados de soporte vital, incluidos depuradores de CO2 y generadores de oxígeno, que permiten misiones más prolongadas. El submarino también está equipado con un sistema de escape y rescate, que refleja los últimos estándares de seguridad.
En resumen, el S-81 Isaac Peral es una plataforma de última generación que combina sigilo, resistencia y potencia de fuego, lo que lo convierte en un formidable activo para la Armada Española y un salto significativo en el diseño de submarinos convencionales. Su integración de tecnologías y sistemas modernos lo posiciona entre los submarinos no nucleares más avanzados del mundo.
B.Military
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