Hitler se suicidó junto a Eva Braun en el Führerbunker o búnker de la Cancillería, situado en el subsuelo de Berlín. El líder nazi se disparó un tiro en la sien. Su pareja optó por el cianuro. Era el 30 de abril de 1945. Esa es la historia oficial que siempre se ha contado. Pero la verdad es que no evitó que circularan todo tipo de rumores acerca del Führer.
Uno de los más extendidos decía que la muerte de Adolf Hitler era una pantomima, una invención, y que el canciller imperial alemán escapó de su país con vida y se refugió en Sudamérica. Según estas hipótesis, el líder nazi habría utilizado un submarino equipado con la última tecnología para huir junto a otros muchos dirigentes de su partido y llevarse el oro nazi a un lugar seguro.
Hitler se suicidó junto a Eva Braun el 30 de abril de 1945
Ese sumergible, el U-3523, había desaparecido misteriosamente durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, pero nadie nunca logró encontrar sus restos, lo que levantó las suspicacias y multiplicó las especulaciones. Al menos hasta ahora. Ya que los investigadores del Sea War Museum Jutland de Dinamarca han encontrado la nave.
Especializados en registrar naufragios ocurridos en el Mar del Norte y en el estrecho de Skagerrak -que separa el sur de la península escandinava (Noruega) de la península de Jutlandia (Dinamarca)-, hace unos días se toparon con un hallazgo sorprendente: el submarino U-3523 nunca abandonó el continente Europeo.
Tras analizar los restos, los arqueólogos marinos confirmaron que el sumergible fue realmente hundido por las bombas de profundidad de un bombardero B24 Liberator británico el 6 de mayo de 1945. El día anterior, las fuerzas alemanas en Dinamarca, el noroeste de Alemania y los Países Bajos se habían rendido y el submarino probablemente fue alcanzado mientras huía.
El U-3523 pertenecía a los nuevos y altamente avanzados (en aquella época) submarinos tipo XXI que podrían haber revolucionado la guerra submarina si se hubieran completado suficientes sumergibles a tiempo. Los estrategas nazis habían previsto construir 118 naves de este tipo, pero únicamente dos llegaron a estar en servicio activo y ninguno de ellos participó en batallas.
El tipo XXI era el primer submarino que podía navegar sumergido durante un tiempo prolongado. Por sus características, el U-3523 tenía autonomía suficiente para poder navegar sin parar hasta Sudamérica. Pero nadie sabe si este rea realmente su destino ni tampoco se conoce quién acompañaba a los 58 tripulantes habituales. Todos murieron bajo las aguas del estrecho de Skagerrak.
A 123 metros de profundidad, en un lugar de difícil acceso a diez millas náuticas al norte de la región de Skagen, la parte delantera del sumergible estaba encallada en el lecho marino mientras que la popa sigue a unos 20 metros por encima del fondo. Los exploradores del museo danés utilizaron las imágenes de un radar tomadas desde el barco de reconocimiento Viña.
El U-3523 estaba relativamente lejos (a unas nueve millas náuticas) del lugar donde el bombardero británico le alcanzó. Gran Bretaña, los Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética se quedaron, una vez finalizada la guerra, con varios submarinos tipo XXI alemanes y los utilizaron durante varios años para aprovecho su sofisticada tecnología. En la URSS, el sumergible se conoció como la clase Whiskey y se utilizó en servicio activo hasta los años ochenta.
Sea War Museum Jutland ha encontrado, registrado y medido alrededor de 450 naufragios en el Mar del Norte y en Skagerrak. De estos, 12 eran restos de submarinos, tres de los cuales son británicos y los otros nueve, alemanes. Hoy en día, solo se conserva una nave del tipo XXI, convertida en barco museo en el puerto frente al Museo Marítimo Alemán, en Bremerhaven.
Sea War Museum Jutland ha encontrado, registrado y medido alrededor de 450 naufragios en el Mar del Norte
David Ruiz para LAVANGUARDIA
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