Después de años de pruebas de navegación y de lanzamiento de
misiles, el submarino nuclear ruso Yuri Dolgoruki, del proyecto 955 Borei,
entró oficialmente en servicio en la Marina de Guerra rusa.
La ceremonia oficial de izar la bandera de la Marina de
Guerra rusa (la Cruz de San Andrés) tuvo lugar este jueves en Severodvínsk (en
el norte de Rusia), en presencia del recién designado titular de Defensa,
Serguei Shoigú.
El submarino fue puesto de quilla en 1996, en el astillero de Severodvinsk. El sumergible soportó varios años de restricciones presupuestarias y cambios de diseño, después de que fuera retirado del servicio el misil balístico intercontinental Bark, elegido en su época como el arma principal de los Borei.
Entre 2009 y 2012 el submarino participó en pruebas de navegación y de lanzamientos de misiles balísticos Bulavá, de combustible sólido (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN) y con un alcance de 8.000 kilómetros, cuyas pruebas estatales, tras varios lanzamientos fallidos, terminaron con éxito el año pasado.
La importancia que el Estado ruso le da a esta clase de sumergibles se confirma por la visita a Severodvinsk del presidente ruso, Vladímir Putin, quien tiene previsto ir a la base principal de la Flota del Norte (la más fuerte de Rusia), donde mantendrá una videoconferencia con la tripulación del Yuri Dolgoruki.
A diferencia del primer sumergible del proyecto básico 955 (Yuri Dolgoruki), los demás submarinos de esta clase se construirán según el proyecto modificado 955A, cuyo distintivo principal es el mayor número de lanzadores de misiles balísticos, 20 en vez de los 16 del proyecto inicial.
El submarino fue puesto de quilla en 1996, en el astillero de Severodvinsk. El sumergible soportó varios años de restricciones presupuestarias y cambios de diseño, después de que fuera retirado del servicio el misil balístico intercontinental Bark, elegido en su época como el arma principal de los Borei.
Entre 2009 y 2012 el submarino participó en pruebas de navegación y de lanzamientos de misiles balísticos Bulavá, de combustible sólido (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN) y con un alcance de 8.000 kilómetros, cuyas pruebas estatales, tras varios lanzamientos fallidos, terminaron con éxito el año pasado.
La importancia que el Estado ruso le da a esta clase de sumergibles se confirma por la visita a Severodvinsk del presidente ruso, Vladímir Putin, quien tiene previsto ir a la base principal de la Flota del Norte (la más fuerte de Rusia), donde mantendrá una videoconferencia con la tripulación del Yuri Dolgoruki.
A diferencia del primer sumergible del proyecto básico 955 (Yuri Dolgoruki), los demás submarinos de esta clase se construirán según el proyecto modificado 955A, cuyo distintivo principal es el mayor número de lanzadores de misiles balísticos, 20 en vez de los 16 del proyecto inicial.
Nacho Padró
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