En los útimos años la naturaleza juega un papel crucial a la hora de
diseñar nuevos productos. Las hojas de loto, las patas del insecto
opilión y las alas de algunos insectos acuáticos presentan superfices
superhidrófobas que ayudan a los científicos a fabricar materiales
artificiales.
Según el estudio «Investigación de la
superhidrofobicidad», publicado en el «Chinese Science Bulletin», un
científico de la Facultad de Química e Ingeniería Química de las
universidades de Gansu y Hexi, ha investigado la superhidrofobicidad de
las alas posteriores de un insecto acuático llamado barquero de agua.
Esta especie podría inspirar la creación de nuevos sistemas, ya que esta
especie puede nadar libremente y respirar en el agua. La clave está en
que el insecto sigue balanceándose mientras nada. La natación, su
equilibrio y su respiración, además de su capacidad de escapar en
condiciones desfavorables, son características que han inspirado a estos
científicos a la hora de diseñar submarinos y robots acuáticos. Veremos en que acaba.
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