18 septiembre 2022

Se encontró un submarino alemán hundido por su tripulación cerca de Necochea

 noticias tan importantes como ésta (y como la caída ¡por fin! de las concesiones de las autopistas Oeste y Norte, esa máquina de robar dinero pergeñada por Mauricio Macri y cómplices) pueden pasar desapercibidas. Y, sin embargo, la considero muy importante desde que a principios de este siglo, cuando fui brevemente director del diario El Ciudadano de Rosario, comencé a escribir en sociedad con Carlos De Nápoli el libro Ultramar Sur. La última operación secreta del Tercer Reich, cuya primera edición fue en el aciago año 2022. En el creemos haber demostrado que hay, como poco, al menos tres submarinos alemanes hundidos por sus tripulaciones en el acto de desembarcar clandestinamente a fines de la Segunda Guerra Mundial, a mediados de 1945.

Es una noticia importante porque refuta las investigaciones oficiales del Estado durante la era menemista, que aseguraban por boca del contratado experto escritor canadiense Ronald Newton que solo dos submarinos alemanes habían venido a la Argentina, y que ambos se habían entregado en la Base Naval de Mar del Plata.

Tengo para mi que es incontrastable que se han encontrado los restos de uno de esos “inexistentes” U-Boote muy cerca de Playa Bonita, en las cercanías de Quequén, el puerto de Necochea.

Aqui, la noticia tal cual la dio Ámbito Financiero el sábado:

Especialistas de Prefectura Naval hallaron lo que sería un buque o submarino de la Segunda Guerra Mundial.

Está semienterrado en el área que comprende Playa Bonita y Arenas Verdes.

Un operativo de la Prefectura Naval Argentina (PNA) encontró los restos de un submarino o barco presuntamente utilizados por el ejército (por la Marina, será) nazi en la Segunda Guerra Mundial, divisado en las playas bonaerenses de Playa Bonita y Arenas Verdes, cerca del Puerto de Quequén, Provincia de Buenos Aires.
Los especialistas acudieron al lugar tras una denuncia presentada por el grupo de voluntarios conocido como Eslabón Perdido (EP), quienes habían llegado al lugar con un bote inflable y cinco tripulantes luego de notar un gran casco de metal desconocido, sumergido a escasa distancia de uno de los principales puertos del país.

La expedición

La expedición tuvo una duración de seis días e involucró a la nave guardacosta SB 15 Tango, compuesta por una tripulación de 43 personas, guinches, sonda batimétrica y una sofisticada tecnología que se utiliza para el caso de rastreo de naufragios.

Al operativo también se sumó un ROV (Remotely Operted Undderater Vehicles), un equipo robótico (Mariscope) para la captura de imágenes en máxima calidad y una docena de buzos especializados en este tipo de profundidades.

Mástil o barandilla según identificaron peritos de la PNA.

Prefectura analizó más de ocho horas de filmación y fotografías tomadas por el equipo robótico, y notificó el hallazgo de un mástil, cuerdas, cañerías y engranaje, entre otros.

Posteriormente, el Ministerio de Seguridad analizó el informe de la PFA e informó que no se pudo determinar si el casco hundido es de un barco o submarino.

El estado de los restos

Los restos del naufragio se encuentra semienterrados y en un avanzado estado de deterioro, de acuerdo a las conclusiones del informe técnico elaborado por los especialistas de Prefectura.

Para el investigador Abel Basti, coordinador de Eslabón Perdido, lo encontrado podría corresponder con un un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial debido a que, principalmente, distintos relatos señalan a la zona como refugio de nazis durante el conflicto bélico.

Además, lo observado por Basti se suma a la falta de información oficial o de narraciones de los pobladores ribereños, relacionados a un naufragio de un barco de 80 metros de eslora.

“Esta carencia de información, tanto oficial como privada, resulta muy sugestiva y permite plantear con cierto fundamento la hipótesis de que se trata de un U-Boot hundido por sus propios tripulantes para así no dejar evidencia del desembarco furtivo que se habría concretado clandestinamente en playas argentinas”, aseguraron desde PFA.

Un engranaje semienterrado en el lecho marino.

Llamado a expertos

En uno de los últimos pasos para averiguar de qué trata el naufragio, Eslabón Perdido le pidió a Prefectura que convoque a peritos para que analicen las filmaciones y relevar todos los datos de interés que se puedan verificar.

Lugar donde se encuentra el pecio descubierto por el grupo Eslabón perdido.

 

Mediante la pericia oficial solicitada se pide establecer el tipo de navío, origen y bandera, causas probables del naufragio y antigüedad estimada de los restos, entre otros datos.

También si el daño que presenta el casco es resultado de la acción del mar con el transcurso del tiempo o si se pueden haber detonado cargas de profundidad sobre el naufragio.

Lo llamativo es que la Armada aseguró que ese sitio no ha sido utilizado como zona de ejercicios y que no existen registros de prácticas con uso de explosivos en el área de referencia.

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