Australia es uno de los países que más está creciendo en los últimos años. Su poder militar no es uno de los más avanzados, por lo que está incrementando el presupuesto en Defensa para reducir cualquier probabilidad de sufrir un ataque. En este contexto, una de las tecnologías que más interés ha despertado en el Gobierno de Albanese, Primer Ministro del país, ha sido el conocido como tiburón fantasma o Ghost Shark. El objetivo de este submarino será pasar desapercibido frente a los radares del potencial enemigo
Ghost Shark o tiburón fantasma, un submarino autónomo sondeado ya por el Ejército de Australia
Australia confía en la incorporación a la Marina de un submarino que podría escapar del registro de los radares. El primer prototipo de esta increíble máquina de guerra es ya una realidad y, en un principio, se cree que su principal finalidad sería la realización de labores de vigilancia, de acuerdo con el Ministerio de Defensa de Australia. Es un proyecto que implicará a un total de 42 empresas, por lo que la industria del país se verá reforzada a través de esta implicación estatal.
Una de sus principales características es su capacidad para poder operar de forma autónoma gracias a un avanzado sistema de sensores y centralita. De esta manera, puede ser programado para recorrer largas distancias sin llevar una tripulación en su interior. Esta capacidad para circular de forma completamente autónoma lo convierte en un producto diferencial frente a la tecnología que hay actualmente en el mercado. A ello, además, hay que añadir su principal cualidad, el hecho de pasar desapercibido frente a las líneas enemigas.
Este proyecto forma parte del plan del Ministerio de Defensa de Australia, el cual pretende desembolsar hasta 7.200 millones de dólares en la actualización de la flota destinada a la guerra submarina a lo largo de los próximos años. Este proyecto permitirá actualizar los sistema de defensa y, al mismo tiempo, garantizar a este país como uno de los más preparados para este tipo de combates. Al contrario de lo que ocurrió con el submarino de fabricación casera Titán, este modelo dispone de una serie de medidas de seguridad de última generación.
Tampoco nos estamos refiriendo al Tiburón Fantasma como uno de esos submarinos que ya se pueden adquirir en el mercado por algo más de medio millón de dólares, sino que nos encontramos ante una obra de ingeniería que realizará trabajos de exploración a gran profundidad para psar desapercibido frente a los países enemigos. Su desarrollo aún se encuentra en pleno proceso, por lo que resulta más prudente ser comedido acerca de sus potenciales capacidades, las cuales se conocerán en una etapa de construcción más avanzada.
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