11 septiembre 2022

La Armada Española tiene un nuevo submarino, pero no es como los demás

 Durante la II Guerra Mundial, la Decima Flottiglia Mezzi d’Asalto, de la Regia Marina italiana utilizó, como explica magistralmente Arturo Pérez Reverte en su novela El Italiano diferentes e ingeniosos medios como, por ejemplo, torpedos tripulados (Siluro a Lenta Corsa, en castellano Torpedo de Navegación Lenta) para hostigar y, en muchos casos hundir, barcos aliados en el Estrecho de Gibraltar y la Bahía de Algeciras. La historia de aquellos hombres fue ejemplo de cómo marinos aguerridos y diestros pueden, por sí solos y con la ayuda de un medio para moverse bajo el agua, ser cruciales para cualquier Armada que se precie. Por eso, hoy, casi 80 años después, la Armada Española cuenta también con su propio cuerpo de submarinistas. Y los ha dotado con nuevos equipos.

Divejet RD2
Divejet RD2

Fuerza de Guerra Naval Especial

El cuerpo de submarinistas de la Armada Española se denomina Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) y dispone actualmente de pequeños submarinos y propulsores subacuáticos unipersonales denominados scooters que son, en cierto modo, herederos de aquellos Siluro a Lenta Corsa (SLC) de la Regia Marina italiana. Los últimos propulsores (sin carga explosiva, claro, los SLC sí la tenían) adquiridos son de procedencia alemana y se llaman Drivejet RD20.

¿Cómo son?

Cada Drivejet posee un propulsor eléctrico y libre de emisiones que permite cubrir distancias de hasta 16 kilómetros para transportar personal y material bajo el agua, y cuenta con una consola para manejar el vehículo o consultar información. El aparato mide 120 centímetros de largo, pesa 26 kilos, alcanza una velocidad máxima de 7 kilómetros por hora, tiene un motor de 3,4 caballos, ofrece cinco horas de autonomía a mínima potencia y puede alcanzar hasta 60 metros de profundidad. Estos dispositivos se suman a los Rotinor SD414, que forman parte del arsenal español desde 2012. Los Rotinor SD414  miden 1,3 metros, pesan 64 kilos y cuentan con un motor de 4 caballos. Durante la II Guerra Mundial, hubiesen, sin duda, causado estragos.

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