27 julio 2025

Es un submarino nuclear, pero es capaz de lanzar drones espía: Reino Unido enseña su mejor tecnología

 La Royal Navy ha dado un paso adelante notable en sus capacidades de combate submarino al completar con éxito una serie de pruebas para el lanzamiento y recuperación de vehículos submarinos no tripulados (UUV) desde un submarino de propulsión nuclear. Estos ejercicios, de importancia capital, buscan fortalecer la posición estratégica del Reino Unido bajo las aguas.

Las maniobras, enmarcadas en el denominado Proyecto Scylla, se llevaron a cabo recientemente en el Mediterráneo. Durante estas pruebas, se desplegaron los UUV a través de los tubos lanzatorpedos de un submarino de ataque de la clase Astute, demostrando una flexibilidad operativa que hasta ahora era una aspiración

El objetivo principal de estas operaciones es ampliar las capacidades de la flota submarina británica en áreas como el reconocimiento subacuático, la guerra en el lecho marino y la protección de las comunicaciones. Esta integración de tecnología autónoma con plataformas tripuladas abre nuevas vías para la inteligencia y la táctica naval.

Un salto cualitativo en la autonomía submarina

La ejecución de estas complejas operaciones de lanzamiento y recuperacióncorrió a cargo de la Agencia de Entrega de Submarinos (SDA) del Ministerio de Defensa británico, en colaboración con el contratista L3Harris, cuestión que ha recogido Interesting Engineering. Estos ensayos han puesto de manifiesto cómo los submarinos pueden transformarse en plataformas esenciales para desplegar sistemas autónomos, redefiniendo el futuro del combate naval.

El dron lanzado desde el tubo de torpedos es una variante del Iver4 900 UUVde L3Harris, un vehículo submarino modular y compacto. Mide aproximadamente 3,8 metros de largo y pesa unos 90 kilogramos, pudiendo equiparse con sistemas de sonar, sensores y enlaces de datos.

Esta capacidad le permite cartografiar el lecho marino, detectar amenazas y apoyar operaciones de contramedidas de minas. El Comodoro Marcus Rose, subdirector de Capacidades de Combate Submarino, ha calificado estos resultados como un "gran paso adelante" para el Servicio de Submarinos, destacando el compromiso con una futura flota híbrida.

Estrategia y proyección global

El Proyecto Scylla se inscribe dentro del Pilar 2 de AUKUS, el pacto de seguridad trilateral entre el Reino Unido, Estados Unidos y Australia. Este proyecto se enfoca en el desarrollo y despliegue de capacidades avanzadas como inteligencia artificial y sistemas autónomos, fortaleciendo la seguridad en las regiones euroatlántica e Indo-Pacífica.

Los submarinos de la clase Astute, participantes en las pruebas, son los sumergibles de ataque de propulsión nuclear más avanzados de la Royal Navy. Con 7.400 toneladas de desplazamiento y armados con misiles Tomahawk y torpedos Spearfish, son capaces de ejecutar operaciones sigilosas a nivel global.

La integración de estos UUV añade una nueva capa de inteligencia y flexibilidad táctica a las operaciones navales, permitiendo a la Marina Real obtener información vital y reaccionar con mayor agilidad. Este éxito apoya la estrategia de la Royal Navy, centrada en el uso de tecnologías avanzadas y la guerra híbrida.

La estrategia "Atlantic Bastion" de la Royal Navy, centrada en el uso de tecnologías avanzadas y la guerra híbrida, recibe un impulso con este avance. La capacidad de los drones submarinos se exhibió durante la Operación Highmast de 2025, que incluye al Grupo de Ataque de Portaaviones 25 (CSG25), liderado por el HMS Prince of Wales. Este grupo, con HMS Astute a bordo y más de 4.500 militares británicos, se dirige al Indo-Pacífico para una misión de ocho meses con ejercicios multinacionales.

Este despliegue subraya el compromiso del Reino Unido con el fortalecimiento de la seguridad regional y la colaboración estrecha con sus aliados. Ante una competencia subacuática creciente, la Royal Navy tiene previsto invertir más recursos en tecnologías autónomas, como las del Proyecto Scylla, para mantener su ventaja estratégica.

Es falsa publicación que asegura que Irán lanzó misiles desde submarinos a Israel

 Desde el 13 de junio circula en Facebook un video del supuesto momento en que submarinos iraníes lanzan misiles a Israel, en el marco del conflicto bélico entre ambas naciones. El texto que acompaña a la publicación asegura que el incidente ocurrió en represalia a los ataques de los israelitas.

El copy de la publicación detectada por Cotejo.info dice:

“Momento en que los submarinos Iraníes lanzan misiles hacia Israel….. En represalia tras los ataques de Israel a Irán” (Sic).

El video es real, pero corresponde a misiles lanzados por submarinos rusos a Ucrania. No tiene relación con el conflicto entre Irán e Israel

Sin embargo, es falsa la publicación que asegura que Irán lanzó misiles desde submarinos a Israel. El video que utilizan como supuesta prueba en realidad corresponde a los ataques de Rusia a Ucrania, grabado hace aproximadamente 3 años.

Video de submarinos no corresponde a conflicto entre Irán e Israel

Para conocer el origen del audiovisual publicado en la red social de Meta, el equipo de Cotejo.info realizó una búsqueda inversa en Google, tomando un fotograma del mismo. Los resultados mostraron reseñas en medios, donde mencionan que el video corresponde a los ataques de Rusia a Ucrania y no al conflicto actual entre Irán e Israel (12 y 3).

La búsqueda inversa determinó que el video utilizado para desinformar fue grabado hace 3 años y corresponde a los ataques de Rusia a Ucrania

El canal YouTube, del medio británico Sky News, muestra la misma toma, en una publicación del 26 de marzo de 2022, titulada “Guerra en Ucrania: Rusia lanza misiles «desde el mar Negro» contra Ucrania”. En la descripción que acompaña el video se lee:

“Según el Ministerio de Defensa ruso, el objetivo se encontraba en la ciudad noroccidental de Zhytomyr, a unos 96 kilómetros de la capital ucraniana, Kiev. El ejército ruso ha afirmado haber lanzado ataques con misiles contra una infraestructura militar ucraniana desde el Mar Negro”.

Durante el mes de junio han circulado desinformaciones sobre el conflicto entre Irán e Israel en todo el mundo. En Venezuela, el equipo de Cotejo.info ha desmentido 6 bulos relacionados con el tema, desde videos creados con IA hasta declaraciones falsas que buscan engañar a la audiencia (12345 y 6).

Conclusión

El equipo de Cotejo.info califica como falsa la publicación que asegura que Irán lanzó misiles desde submarinos a Israel. El video que muestran como supuesta evidencia, fue grabado en marzo del año 2022, cuando submarinos rusos lanzaron misiles a Ucrania desde el Mar Negro, como se observa en las grabaciones publicadas por las agencias de noticias internacionales.


Este texto periodístico de Cotejo.info es parte de la Iniciativa Third Party Fact-Checker de Facebook en Venezuela. Este programa de verificación independiente se lleva adelante desde 2016 y trabaja actualmente con más de 80 socios periodísticos en distintas partes del mundo

Un robot submarino localiza cientos de bidones radiactivos frente a Galicia y reabre el debate sobre la radiactividad en el Atlántico

 

Robot submarino localiza bidones radiactivos en el Atlántico

El fondo marino de la costa gallega ha vuelto a ser protagonista tras el hallazgo de cientos de bidones radiactivos en una de las zonas más profundas del Atlántico. La reciente expedición, dirigida por un equipo científico internacional, ha reabierto la preocupación sobre el legado nuclear que dejaron décadas de vertidos en alta mar.

Equipos especializados han confirmado la localización de más de 1.800 bidones radiactivosgracias a la tecnología de un robot submarino autónomo, capaz de llegar hasta los 6.000 metros de profundidad y mapear el terreno con precisión. Esta operación permite evaluar la magnitud de los residuos y el reto que supone su control y análisis de riesgos para el medio ambiente.

La misión: cartografiar y entender el alcance de los vertidos

Cartografía de bidones radiactivos por el robot submarino

La expedición partió hace unos días a bordo del buque oceanográfico francés L’Atalante, equipado con el robot submarino Uly X. Liderados por el geólogo español Javier Escartín y el físico francés Patrick Chardon, los investigadores han centrado sus esfuerzos en una de las áreas donde se arrojaron miles de bidones con residuos radiactivos entre los años 50 y 90. En las primeras inmersiones, se han identificado y mapeado más de mil bidones, cifra que sigue aumentando en las operaciones de rastreo.

Para esta tarea, el equipo ha utilizado sonares de alta precisión que permiten detectar la ubicación exacta de los depósitos, situados a unos 4.500 metros de profundidad. Actualmente, el trabajo se enfoca en obtener datos y realizar cartografía, aunque en breve se podrán tomar imágenes directas y análisis de muestras biológicas y sedimentarias para evaluar el impacto sobre los ecosistemas marinos.

Los vertidos: cómo y por qué acabaron ahí

Bidones radiactivos depositados en el fondo marino

Entre los años 1949 y 1990, países como Reino Unido, Holanda, Bélgica y Suiza aprovecharon la llanura abisal atlántica para deshacerse de más de 220.000 bidones con residuos radiactivos, considerando estas zonas geológicamente estables y de difícil acceso. En total, unas 140.000 toneladas de material radiactivo fueron depositadas en estos contenedores de acero y hormigón, según datos de organismos internacionales.

En aquella época, la regulación internacional era limitada y la vigilancia casi inexistente. Muchos de estos bidones permanecen sin supervisión desde hace décadas, lo que ha generado preocupación en la comunidad científica y organizaciones ecologistas. La última monitorización comparable al actual fue a finales de los 80.

Analizando los riesgos: fauna, sedimentos y ambiente

Extracción de muestras en la zona de residuos radiactivos

Una parte fundamental de la investigación actual es contar con un mapa detallado de la distribución de los bidones y estudiar sus efectos en el ecosistema. Además del rastreo, se están recuperando muestras de fauna y sedimentos de los alrededores, con el objetivo de detectar si la radiactividad ha llegado a afectar a los organismos en las profundidades.

Para obtener muestras del fondo marino a tanta profundidad, se ha empleado un sistema especial capaz de recoger segmentos de sedimentos y facilitar su análisis posterior. Este procedimiento incluye estrictas medidas de seguridad para evitar cualquier riesgo para la tripulación y los investigadores.

Los resultados de estos análisis serán clave para valorar la situación real y determinar posibles medidas o intervenciones. La misión continúa con un plan para una segunda fase en el próximo año, donde se buscará obtener datos aún más detallados sobre los residuos.



Australia y Reino Unido profundizan su cooperación en submarinos de propulsión nuclear

Australia y Reino Unido firmaron este sábado un acuerdo para profundizar su cooperación en el desarrollo de submarinos de propulsión nuclear para Camberra, contemplado en la alianza de defensa que ambos mantienen con Estados Unidos en el Indopacífico (AUKUS, por las iniciales en inglés de los tres países).

"Este tratado servirá para cimentar el desarrollo de un tipo de submarino que operaremos conjuntamente. Es un tratado con una vigencia de 50 años", explicó el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, tras una reunión con su homólogo británico, John Healey, en Geelong (Victoria, Australia).

"Es un tratado para construir los submarinos de ataque más avanzados y potentes que nuestras naciones hayan tenido jamás. Es un tratado que fortalecerá el Indopacífico y a la OTAN", añadió por su parte Healey.

Un comunicado suscrito por ambos países y publicado por el Ministerio de Defensa de Australia explica que el Tratado de Geelong facilitará "una cooperación integral en el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento" de los submarinos de propulsión nuclear que está previsto que Camberra disponga bajo el pacto AUKUS.

AUKUS es la alianza que en 2021 crearon Australia, Reino Unido y EE.UU. para contrarrestar a China en el Indopacífico mediante la cooperación en tecnologías de defensa avanzadas, como sistemas submarinos y vigilancia de larga distancia.

El punto clave de este pacto trilateral es la adquisición por parte de Canberra de submarinos potenciados por reactores nucleares, desarrollados en el país austral con tecnología y conocimientos estadounidenses y británicos.

Este tipo de submarinos permite a las Armadas operar con menor probabilidad de ser descubiertas y durante dilatados periodos de tiempo, debido a que la frecuencia con que requieren ser reportados es inferior a la de modelos convencionales como los diésel-eléctricos.

El pasado junio, fuentes del Pentágono confirmaron a medios de comunicación que el pacto AUKUS estaba siendo revisado por el Gobierno de Donald Trump para determinar si esta alianza impulsada por la Administración del exmandatario Joe Biden está alineada con la agenda "América Primero" del actual líder. 

EFEz