La vida en un submarino no es la mejor. La presión es incómoda, los espacios son cerrados y generan sensación de angustia y soledad y los marineros que navegan las profundidades están preparados para pasar meses ahí abajo con la consecuente preparación mental para ello a raíz de su entrenamiento. Por otro lado, un error o malfuncionamiento que destruya el submarino es siempre mortal, nadie puede sobrevivir a ello. Además, su interior suele ser bastante austero y está pensado precisamente para objetivos militares. No obstante, ahora los millonarios han posado las miradas sobre ellos como una nueva forma de lujo y ostentación en la que pasar su tiempo libre.
Atrás quedan los mega-yates que parecen ciudades errantes e incluso las comodidades como tener internet por satélite en la embarcación. El nuevo camino está en un híbrido entre el comfort y la discreción de un yate en alta mar y la sorprendente ciencia detrás de los submarinos. Así, para aquellos que quieran emular ser un villano de James Bond, esta es una apuesta excelente.
Los yates del futuro son submarinos
La empresa Migaloo ha lanzado el M5, un yate-submarino que llama la atención por su increíble nivel de ostentación. Así, se trata de una bestia marítima gigantesca con un tamaño de 165,8 metros de eslora, 23 de manga y 8,5 de calado. Su objetivo es servir tanto en la superficie como un yate convencional como sumergible para conseguir un toque totalmente diferente al habitual en este tipo de vehículos.
Así, los creadores han asegurado que este es el futuro de los yates para millonarios. Aunque las regulaciones del mismo pueden ser complicadas
En cualquier caso, pese a que no se ha terminado de fraguar todavía el planteamiento, se espera que tenga un motor diésel con una capacidad de propulsión de 20 nudos en la superficie y de 12 en las profundidades. Esto permitiría al vehículo tener unas capacidades muy buenas en cualquiera de sus planteamientos, aunque siempre va a ser más rápido cortando la superficie como es evidente. Además, tendrá todo tipo de lujos y comodidades para sus 40 habitantes, incluyendo un helipuerto para los traslados en alta mar.
En resumidas cuentas:
- Como suele pasar con estas cuestiones, no deja de ser un concepto que posiblemente nunca termine de llevarse a cabo.
- Su nombre es el Migaloo, y el objetivo es ser un híbrido entre yate y submarino.
- En su momento lanzaron un concepto que fue bastante criticado por los millonarios, recogieron el feedback y finalmente decidieron lanzar esta versión mejorada en forma de concepto.
- Tendría un tamaño de 165,8 metros de eslora, 23 metros de manga y 8,5 metros de calado.
- Utilizaría un sistema diésel eléctrico capaz de propulsar el vehículo a 20 nudos por la superficie y 12 nudos sumergido.
- Sus formas serían lujosas e incluso tendría un helipuerto.
- Contaría con 40 personas, incluyendo dentro la propia tripulación.
De momento, este proyecto es más un sueño que una realidad. Aunque la empresa lleva diez años haciendo conceptos, lo cierto es que resulta imposible pensar que en un principio se pueda llevar a cabo. En buena medida porque se trata de un proyecto difícil de hacer y que tendría que atender a unas normativas de seguridad y a unas regulaciones que resultarían bastante grandes. Aunque, quién sabe si en unas décadas podría llevarse a cabo, ya que hay gente interesada en ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario