l submarino S-81 Isaac Peral fue entregado a la Armada el pasado 30 de noviembre en el Arsenal de Cartagena, en lo que supuso un hito para la defensa española. Con una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, los submarinos de la clase S-80 tienen «capacidades únicas» entre los submarinos no nucleares de la OTAN. Está capacitado para misiones antisuperficie, antisubmarinas, ataque a tierra, operaciones a diversas profundidades, operaciones especiales y de evacuación de personal civil, recopilación de inteligencia o disuasión. Además cuenta con un Sistema Integrado de Control de la Plataforma y un Sistema de Combate que, al mismo tiempo que permiten elevar su grado de automatización, reducen notablemente el número de personas necesarias para operar el submarino.
19 diciembre 2023
El submarino S-81 se arma con misiles, torpedos pesados y minas
Los submarinos de la clase S-80 incorpora distintas armas para cumplir con las misiones para las que está concebido, según destaca Navantia. Esto incluye fundamentalmente la guerra antisuperficie con misiles sub-harpoon de largo alcance; la guerra antisubmarina con torpedos pesados DM2A4; y el ataque a tierra (en este caso está preparado para llevar misiles Tomahawk, que España no posee). El equipo de manejo y lanzamiento de armas está compuesto por estiba para 12 armas largas y 6 tubos lanzatorpedos con descarga positiva. Aparte de las seleccionadas por la Armada española para el S-80, el submarino es capaz de integrar otras armas.
Los sensores y armas instalados en el S-80 le capacitan además para realizar operaciones en aguas someras; misiones especiales y de evacuación discreta de personal civil; recopilación de datos de inteligencia, reconocimiento y vigilancia; minado secuencial de zonas estratégicas y misiones de disuasión.
La posibilidad de armarse con el misil de crucero Tomahawk está presente. Este misil es un arma de precisión que se lanza desde buques de guerra y submarinos y puede atacar objetivos con precisión desde 1.000 millas de distancia (unos 1.600 kilómetros, según la empresa Raytheon Missiles & Defense), incluso en un espacio aéreo fuertemente defendido.
Por otra parte, hay que subrayar que la empresa SAES se hizo con un contrato plurianual valorado en 645.780 euros destinado a proveer a la Armada de unidades Dummy de la mina de fondo multi-influencia para los submarinos de la clase S-80.
El pasado mes de julio, el Consejo de Ministros ha autorizado un acuerdo marco para la adquisición de minas que dispongan de las últimas mejoras tecnológicas y que sean compatibles con los nuevos tubos lanzatorpedos de los submarinos clase S-80. Según explicó el Gobierno, las minas MCC-23D, con las que cuenta en la actualidad la Armada, no se pueden lanzar desde los submarinos S-80 debido a las diferencias en el diseño de los tubos lanzatorpedos respecto los submarinos S-70, para los que fueron diseñados. Este acuerdo al que el Ejecutivo ha dado luz verde tendrá una duración desde su formalización hasta el 31 de diciembre de 2027 (5 años) y un valor estimado de 15,5 millones de euros.
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