13 diciembre 2022

El ensamblaje de un submarino nuclear es la apuesta de Australia

 Opinión: Christopher Skinner, ex oficial de la Armada y analista de la industria de defensa, sostiene que Australia puede construir submarinos nucleares localmente de forma oportuna y económica, y analiza las amenazas y oportunidades del programa australiano de submarinos de propulsión nuclear.

The Australian publicó recientemente el titular "Nuclear build beyond us..." y lo relacionó con una supuesta necesidad de submarinos provisionales de propulsión convencional, algo que yo cuestiono porque podemos construir submarinos nucleares aquí, y de forma oportuna y asequible. Greg Sheridan comparte esta opinión en su última columna "We should welcome US 'apex predators' for interim defence", publicada en The Weekend Australian los días 3 y 4 de diciembre, en la que considera que cualquier necesidad provisional de submarinos quedaría cubierta con la instalación de submarinos de la clase Virginia de la Marina estadounidense en Australia Occidental.

El meollo de este debate es el tiempo que se tardará en adquirir al menos ocho submarinos nucleares para Australia, tal y como se proclamó en el acuerdo AUKUS en septiembre de 2021 y se ha confirmado insistentemente por los gobiernos australianos desde entonces. El debate generalizado se centra en el tiempo necesario para prepararse para este cambio radical en la capacidad de una manera que reciba el pleno apoyo de los EE.UU. y el Reino Unido, y del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) en materia de seguridad, y la comunidad internacional en general sobre la gestión del combustible nuclear de uranio altamente enriquecido (HEU), tal como se utiliza en los actuales reactores submarinos de EE.UU. y el Reino Unido.

El problema del uranio altamente enriquecido es que este nivel de enriquecimiento también se utiliza para fabricar armas nucleares, lo que está expresamente prohibido por el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), del que Australia es signataria desde hace mucho tiempo. 

¿Qué podemos esperar, pues, del Grupo de Trabajo sobre Submarinos Nucleares (compuesto por unos 345 miembros) cuando concluya su labor en marzo del año próximo? Por experiencia, su principal tarea consistirá en presentar al gobierno una solución plausible y asequible que cumpla el objetivo de AUKUS de construir submarinos nucleares para Australia en un plazo que evite la necesidad de construir provisionalmente submarinos de propulsión convencional. Para ello, es posible que gran parte de los submarinos se construyan en el extranjero y que el montaje final se realice en Australia Meridional.

En la mayoría de los debates sobre las posibles opciones, la sección del reactor nuclear de los submarinos se importaría casi con toda seguridad, con el combustible nuclear ya sellado dentro de la vasija de contención del reactor dentro del módulo del reactor -una sección cilíndrica del casco de presión del submarino de unos 15 metros de longitud-, pero con el combustible aún sin activar. La activación del combustible del reactor nuclear es uno de los últimos pasos antes de la puesta en servicio y sólo se autoriza una vez finalizado el montaje, la inspección y las pruebas rigurosas, la botadura, las pruebas adicionales, incluida la inmersión en la cuenca, y las pruebas exhaustivas, la formación de la tripulación y las organizaciones de apoyo, la cualificación y la concesión de licencias por parte de las autoridades competentes.

Es casi seguro que estos procesos serán supervisados y, en última instancia, aprobados por las autoridades estadounidenses y británicas como condición de su apoyo al programa australiano. El personal australiano de submarinos ya está adquiriendo experiencia en submarinos nucleares del Reino Unido y cuenta con el acuerdo de EE.UU. para una experiencia similar en el mar también en submarinos de la Armada estadounidense.

Según se informa, el "task force" cuenta con unos nueve grupos de trabajo que se ocupan de los numerosos retos que plantea el programa australiano de submarinos nucleares, lo que supone más que los equipos que trabajan en otros ámbitos tecnológicos apoyados por AUKUS. No es de extrañar, ya que los pasos obligatorios hacia la competencia nuclear son enormes, pero también lo fue el viaje de la NASA a la Luna.

Australia hará bien en abordar el programa de submarinos nucleares de la misma manera: como un desafío nacional oportuno para alcanzar un nuevo nivel de autosuficiencia esencial tanto para la seguridad nacional como para la independencia energética. No podemos seguir dependiendo de la importación de combustibles derivados del petróleo, ni desde el punto de vista del cambio climático ni desde la perspectiva de la seguridad nacional. Por tanto, necesitamos la energía nuclear como fuente de energía fiable y de bajas emisiones, y el programa de submarinos es sencillamente la mejor forma posible de llevar a cabo esa transición.

Uno de los principales retos de las Fuerzas de Defensa australianas es cómo conseguir que todos sus numerosos recursos -desde los vehículos de combate de infantería hasta los aviones de primera línea, pasando por los buques de guerra y los drones- funcionen con combustibles que, de alguna manera, procedan de otras fuentes.

Fuente
Christopher Skinner. (2022, December 4). Nuclear submarine final assembly is Australia's Moonshot for Energy and Security. Defence Connect. Retrieved December 5, 2022, from https://www.defenceconnect.com.au/maritime-antisub/11090-nuclear-submarine-final-assembly-is-australia-s-moonshot-for-energy-and-security

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

No hay comentarios:

Publicar un comentario