14 octubre 2017

El submarino de Isaac Peral en el Museo de Cartagena

JOSÉ SÁNCHEZ CONESA
El ingeniero cartagenero Juan Ignacio Chacón Bulnes es autor del libro 'Submarino Peral. Día a día de su construcción, funcionamiento y pruebas', editado por la prestigiosa Fundación Juanelo Turriano. Todo ello como resultado del Premio Internacional García-Diego, concedido a Chacón por esta entidad en el año 2012. La imagen de su portada corresponde a la fotografía de la botadura del célebre submarino, acaecida en Cádiz, el día 8 de septiembre de 1888.
Hasta la publicación de Chacón Bulnes disponíamos de diversas biografías del ilustre inventor, pero ningún texto se había adentrado en la entraña misma del sistema que permitía la navegación sumergida del artefacto, su funcionamiento y secretos del mismo.
Como es ya sabido Isaac Peral nació en Cartagena el 1 de junio de 1851, dentro de una familia ligada a la Armada, aunque luego esta institución sería muy ingrata con él, pues tras cinco años de deliberaciones el Gobierno español no asumió la propuesta de inventor, desestimándola en 1890. Todo ello cuando quedó probado que por primera vez el hombre era capaz de sumergirse en las aguas del mar, disparar torpedos dentro y fuera del medio marino. La situación de desencuentro se agravó aún más con la publicación de parte del trabajo de su autor, sin su consentimiento, en la Gaceta de Madrid, antecedente del Boletín Oficial del Estado. Peral abandonará la Marina, afectado además del cáncer que acabaría con su vida, para dedicarse a la actividad empresarial fundando la primera fábrica de baterías de nuestro país y creando las veinte primeras centrales eléctricas. Falleció en Berlín, a la edad de 44 años, al ser sometido a una operación quirúrgica.
El ingeniero Juan Ignacio Chacón Bulnes reproduce en un libro planos y fotografías de la nave de gran interés
Juan Ignacio Chacón encontró los planos originales del submarino en el Archivo Histórico Nacional donde se encontraban sin catalogar desde que en el año 1972 la familia del inventor los entregó al Estado.
Se reproducen planos y unas interesantísimas fotografías de la época que hacen de esta publicación una obra de gran interés. Destaco la de los talleres del arsenal gaditano de La Carraca, donde se fabricaron numerosas piezas o la secuencia de la primera inmersión completa, las pruebas de capacidad eléctrica o su traslado a Cartagena. De gran interés el abanico conmemorativo con que se obsequió a las damas invitadas al acto de botadura, del Archivo de Diego Quevedo. El propio Juan Ignacio y Diego Quevedo, otro gran investigador que reivindica a Peral, aportan una buena serie de fotografías tomadas por ellos del interior del submarino.
Capítulo de enorme interés es la reproducción del 'Manifiesto de Isaac Peral al Público', edición especial de El Correo Español de Buenos Aires, fechada en 1891. Una vez que abandona el Ejército decide hablar alto y claro cuando ya no debe obediencia a sus mandos superiores que lo han vilipendiado. Arremete contra la Gaceta que «ha dicho que me he llamado inventor sin inventar nada; que he burlado al país, ofreciéndole lo que no podía darle; que he malversado los fondos públicos en la construcción de una especie de juguete (...)». El cartagenero lamenta la campaña de difamación que emprendió el Consejo Superior de la Marina, negándole incluso la paternidad de su invento al acusarlo de copiar invenciones creadas ya en otros países.

Visita al Museo Naval

Al tener conocimiento que se iba a proceder a desguazar el submarino, el Ayuntamiento de Cartagena aprobó en 1914 que fuese llevado a esta ciudad para su conservación, acción que no será culminada hasta el 27 de noviembre de 1929, quedando instalado frente al edificio principal de la Base de Submarinos. En esa ubicación permanecerá hasta 1965, en la que pasa al Muelle de Alfonso XII, situación en la que muchos hemos lo hemos conocido. Por fin se instalará en el Museo Naval, antiguo taller de calderería, donde podemos contemplarlo hoy día, a salvo de las inclemencias climatológicas y otras agresiones inconcebibles resultado de colocarlo sobre caños de agua de una fuente que perforaban su chapa.
Recomendable la visita al Museo Naval de Cartagena en su emplazamiento del antiguo Cuartel de Presidarios y Esclavos, más tarde Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), espacio cedido a la UPCT mediante acuerdo llevado a cabo en 2005 entre Ministerio de Defensa, Comunidad Autónoma y la propia universidad por la que es cedido el gran edificio del siglo XVIII para uso universitario por un periodo de 75 años, a cambio de su exitosa rehabilitación, reservando parte de su planta baja a los fondos del Museo Naval.
Hacemos votos porque más pronto que tarde se abra la casa natal de Peral como museo y lugar de memoria y honra a tan ilustre marino, orgullo de Cartagena.
Submarino de Isaac Peral, al fondo, y objetos relacionados con el marino e inventor en el Museo Naval. / PABLO SÁNCHEZ / AGM

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