En sus memorias da algunos consejos sobre lo que aprendio tras su experiencia en la Primera Guerra Mundial a bordo de un submarino:
- "El ataque en superficie a un convoy, al amparo de la oscuridad, es para el submarino de resultados esperanzadores. Cuantos más submarinos atacasen simultáneamente, tanto más favorable serían las perspectivas para cada atacante aislado, porque, entre las detonaciones y los barcos que se hunden en mitad de la noche, se produce tal confusión, que los destructores de escolta se ven embarazados en su libertad de movimientos y se muestran impotentes ante el maremágnum de acontecimientos nocturnos". Hay que tener en cuenta que lo tradicional hasta entonces había sido el ataque de submarinos a convoys de forma solitaria... cosa que ahria cambiar Donitz al crear las "manadas de lobos que causarían estragos y temor entre los barcos aliados.
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