17 abril 2023

El submarino 'S-81' sitúa a España en la élite de la ingeniería naval

 

Aspecto del submarino S-81 Isaac Peral, de Navantia

Los representantes de Navantia, la Armada y el Ministerio de Defensa celebraron a finales del pasado marzo la inmersión estática del submarino S-81 Isaac Peral, realizada en la estación naval de La Algameca, (Cartagena, Murcia). La nave se sumergió bajo las aguas situadas frente al Centro de Buceo de la Armada y emergió minutos después, para así cumplir un hito trascendental en el desarrollo del considerado mejor submarino convencional del mundo.

La prueba forma parte de los protocolos de seguridad de la construcción y tras haber superado otros requisitos de navegación en superficie. Según explicaron fuentes de Navantia, "la inmersión se ha realizado en distintas fases, con el fin de medir los calados en el muelle de armamento de Navantia antes de salir a mar abierto". A partir de ahora, el submarino S-81 continuará con sus pruebas hasta su plena operatividad y entrega a la Armada, "en el mayor desafío que ha afrontado nunca la industria española", según valoró el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez. La industria naval española tiene claro que la construcción del S-80 es uno de los retos más ambiciosos a los que se ha enfrentado la ingeniería actual. De hecho, España se sitúa en el puñado de países capaces de diseñar y construir sus propios submarinos. 

La nave tiene 80,81 metros de eslora, 7,30 metros de diámetro y cuenta con un desplazamiento en inmersión de unas 3.000 toneladas y de 2.695 toneladas en superficie. Con esas características, el S-80 tiene capacidad para misiones transoceánicas, con una capacidad de alcanzar una velocidad en inmersión superior a los 19 nudos y una cota máxima de inmersión mayor de 300 metros. Además, gracias a su alto nivel de automatización, el S-80 requiere de una tripulación muy reducida, de apenas 32 marinos, así como de ocho plazas para el embarque de personal adicional. Su firma acústica es extremadamente baja y su maniobrabilidad se considera excelente a baja velocidad.

Futuros usos

Entre sus futuros usos sobresalen sus prestaciones para la guerra antisubmarina, guerra antisuperficie, ataque a tierra y despliegue de fuerzas especiales. Su sistema de combate, desarrollado por Navantia Sistemas en colaboración con la empresa estadounidense Lockheed Martin, incluye la posibilidad diferencial entre los submarinos convencionales similares de lanzar misiles tácticos de ataque a tierra. 

Junto a todo lo anterior, el gran salto tecnológico del S-81 está protagonizado por su Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP, en sus siglas en inglés) de última generación, también denominado BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology), que se distingue por su tecnología de bioetanol de bajo mantenimiento. A grandes rasgos, el prodigio técnico consta de un reformador de bioetanol capaz de producir hidrógeno, que a su vez reacciona con oxígeno en una pila de combustible generando electricidad. De esta forma, la tecnología permite extender su autonomía en inmersión hasta tres semanas, sin necesidad de ninguna comunicación con el exterior, lo que reduce sustancialmente su nivel de detectabilidad". Fuentes de las compañías recuerdan que los submarinos convencionales requieren realizar operaciones de snorkel diarias para recargar sus baterías con motores diésel, lo que les hace vulnerables a la detección y ataque". Ante esta situación, el Sistema AIP permite "minimizar esta indiscreción al recargar las baterías del submarino en inmersión con una pila de combustible, que emplea hidrógeno producido mediante procesado de bioetanol y oxígeno para generar energía eléctrica". En el desarrollo del procesador de bioetanol han participado, junto a Navantia, otras dos empresas españolas en Abengoa Innovación y Técnicas Reunidas

El embarque de las baterías en el Isaac Peral se realizó el pasado febrero, cuando se instalaron 360 elementos, distribuidos entre proa y popa, con un peso aproximado cada uno de 700 kilos. Esta autonomía ofrece al S-80 una alta capacidad de detección e identificación, a lo que se suma una bajo coeficiente de indiscreción, ya que la cifra de fabricantes y proveedores es muy reducida, según apuntan fuentes de Navantia.

El cierre del cierre del casco resistente se completó en diciembre de 2022, una vez completado el embarque de todos los módulos principales. El S-81 también superó con éxito los controles para puesta en tensión, lo que dota de energía al buque con la electrificación de todos los equipos. En mayo de 2022, el Isaac Peral primera navegación en la bahía de Cartagena, en superficie, tras la puesta a flote realizada el año anterior, en una ceremonia presidida por el Rey Felipe VI y con la presencia de la Princesa de Asturias, madrina del buque. En cuanto al conjunto del mástil, el S-81 incorpora el radar el periscopio de ataque, el mástil multifunción, la antena de alta frecuencia de emergencia y mástiles ESM y optrónicos.

Al margen de lo anterior, y para las tareas de formación de los tripulantes, Navantia ha desarrollado dos simuladores avanzados, ambos basados en el software real, para el adiestramiento de las dotaciones. Se trata del denominado sistema de mando y control SIMTAC para el sistema de combate y el SIMPLA para el gobierno de la plataforma, según informa la empresa española.

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