Esta osada acción la ejecutaban los oficiales de los submarinos soviéticos en la época de la Guerra Fría. No disponían de la avanzada tecnología del sonar de cola que sí poseían las naves de la OTAN. La parte inferior del casco del sumergible ruso tenía un punto muerto por el sonido de sus motores y hélices. Cuando los capitanes rusos sospechaban que eran perseguidos, giraban la nave 180 grados para después volver al rumbo inicial trazando un círculo. Conseguían así colocarse detrás del enemigo. Sus perseguidores no tenían más remedio que variar su rumbo y eran detectados por el sonar de los soviéticos.
Los oficiales del Pacto de Varsovia Idearon una segunda y peligrosa variante. Tras el brusco golpe de timón, ponían rumbo frontalmente al posible submarino que les perseguía. Los capitanes de la OTAN al darse cuenta de la inminente colisión, no tenían más remedio que gritar "Atrás toda, alarma de choque". El estruendo del drástico cambio de marcha y dirección desvelaba su posición. A veces la inercia no daba tiempo a evitar la colisión. Aunque nunca se ha reconocido oficialmente por ningún bando, extraoficialmente se tienen certezas de varios incidentes. Los archivos confidenciales relativos a estas osadas maniobras "Crazy Ivan" están clasificados como alto secreto. Esta atrevida acción bajo el agua se hizo famosa gracias a la película "La caza del octubre rojo" (1990), dirigida por John Mc Tiernan y protagonizada por Sean Connery y Alec Baldwin. El film es la primera adaptación de una novela del popular Tom Clancy.
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