Durante la Segunda Guerra Mundial se desarrolló un tipo de submarinos de dimensiones muy reducidas denominados de “asalto” o “enanos”, plataformas donde destacaría brillantemente el Conde Borghese.
Se emplearon fundamentalmente para penetrar en bases y puertos enemigos como hizo Borghese en Alejandría. Muy limitados en autonomía y radio de acción, tenían que ser trasladados hasta las inmediaciones de sus objetivos por un buque nodriza.
Los japoneses y los italianos fueron los que consiguieron los éxitos más importantes durante la Segunda Guerra Mundial empleando estos medios. Tras la rendición de Alemania en 1945, un número considerable de ingenieros alemanes huyeron a España y se afincaron en Cartagena.
La Sociedad Estatal de Construcciones Navales, o Consejo Ordenador de las Construcciones Navales Militares como se llamaba entonces, dio trabajo a estos ingenieros alemanes dirigidos por Erich Vollbrecht, y auxiliado como traductor por el ex-comandante de U-boat Herbert Bischoff. Estos ingenieros contaban con mucha experiencia en el campo de los submarinos de asalto, experiencia que sería aprovechada en dos proyectos denominados “Foca” y “Tiburón”.
Ambos proyectos se presentaron a la Armada en 1952. Se autorizó la construcción de dos unidades de cada clase en concepto de buques experimentales.
La construcción empezó a finales de 1953 por el tipo más pequeño, el “Foca”. Los “Foca” desplazaban 21,22 toneladas (con torpedos). Su casco era similar a un torpedo de grandes dimensiones con 13,75 metros de eslora, 2,81 metros de puntal y 1,70 metros de manga. Un carenado de forma hidrodinámica en la parte superior del casco proporcionaba el soporte para el único periscopio fijo con que contaban.
Su armamento consistía en dos torpedos de 533 mm. que se acoplaban al exterior del casco mediante unos anclajes, una disposición similar a la utilizada por los alemanes del tipo XXVII-B “Seehund” que habían servido de inspiración, curiosamente seehund es foca en la lengua de Wagner .
La dotación la componían dos personas. El motor diésel sería un “Pegaso” de 125 CV de construcción nacional, el eléctrico de 25 CV de la casa EANASA y las baterías salieron de un remanente de torpedos alemanes, un material que contaba con poca fiabilidad y que dieron muchos problemas.
El Foca “F-1” fue puesto en el agua en 1955. Las pruebas de mar demostraron la necesidad de realizar importantes modificaciones en el prototipo. La construcción del Foca “F-2” se retrasaría considerablemente como consecuencia de una explosión en las baterías durante unas pruebas de motores cuando todavía se encontraba en la grada.
Las baterías se sacaron de los torpedos alemanes modelo G7e. Entraron finalmente en servicio en 1963 y 1964, ya con las numerales “SA-41” y “SA-42” (SA por Submarino de Asalto).
Su actividad fundamental consistió en pruebas y prácticas en aguas de Cartagena salvo una visita que realizaron a Barcelona con motivo de la Semana Naval de 1966. Los problemas con las baterías serían una constante a lo largo de su corta vida operativa finalizada en 1969.
Tienen el honor de ser los primeros buques que han sido conservados por la Armada, el siguiente sería el Submarino “Delfín” que hoy gracias a Torrevieja se ha convertido en un Museo a flote.
La construcción de los “Tiburón” se retrasó, la contaremos en la siguiente entrada, pero ya les adelanto que sufrieron de las misma vicisitudes que los Foca.
Bibliografía
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