Zhang Shengwu, un hombre de negocios de 51 años radicado en la provincia de Anhui, en el este de China, construyó la embarcación en dos meses y después de ver un programa de televisión sobre submarinos, según informó el diario estatal People's Daily.
Con una inversión aproximada de 5.000 yuanes (unos USD 770), Zhang pudo cumplir su sueño de tener un mini submarino de seis metros de largo, un metro y medio de ancho y un desplazamiento de tres toneladas. Impulsado por motores eléctricos, el bote alcanza una velocidad de seis nudos y puede sumergirse un metro bajo el nivel del agua.
Como en todo submarino, el espacio en la invención de Zhang es muy reducido y por esa razón no pudo instalar un equipo de oxígeno en su interior. Para respirar, el bote cuenta con un tubo que recibe el aire del exterior, lo que limita la capacidad de imersión.
Zhang, que disfruta inventando cosas en su tiempo libre, obtuvo una patente oficial por su mini submarino de parte de la Oficina de Propiedad Intelectual del Estado. Ahora estaría pensando en dedicarse a la construcción de una lancha.
Con uno de los festivales de ciencia más grandes del mundo realizado cada año en Pekín, la cultura de los inventores está muy arraigada en China. Incluso hay varios casos de submarinistas aficionados, algunos de los cuales invierten verdaderas fortunas en sus creaciones, a diferencia del relativamente económico proyecto de Zhang.
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