Próximamente se cumplirán los noventa y nueve años de la fecha del 4 de julio de 1917, donde en vibrante ceremonia, personal de la Armada de Chile izó el Pabellón Nacional en seis modernos submarinos, maniobra realizada en apresurados momentos en la Base de New London, Connecticut, Estados Unidos de Norteamérica, ante el peligro inminente que este país entrara a participar en la Primera Guerra Mundial y los buques fueran incautados, como ya lo habían sido con anterioridad, los submarinos “Iquique” y “Antofagasta”.
Pero el motivo principal de este relato no es solamente exaltar este acontecimiento de tanta trascendencia para la Marina, sino que enaltecer de igual manera el gesto grandioso de la Superioridad Naval de entonces, al rendir un homenaje a la mujer chilena, representada en la ocasión, por heroínas araucanas en reconocimiento a su valentía al enfrentar con arrojo a las huestes españolas durante la Guerra de la Independencia.
En momento tan especial, en que todos celebramos con algarabía el “Día Internacional de la Mujer”, es un deber resaltar este episodio en el contexto de la Historia Naval de Chile, distinguiendo al Alto Mando Naval de la época, que dispuso que esta formación de submarinos llevara nombres de mujeres araucanas, enalteciendo un accionar que honra su memoria en la leyenda. De acuerdo con esta resolución los submarinos fueron bautizados como: H-1 “Guacolda”. H-2 “Tegualda”, H-3 Rucumilla”, H-4 Quidora”, H-5 “Fresia” y H-6 “Guale”.
En sus cubiertas, cimentaron su aprendizaje profesional, centenares de gallardas tripulaciones que llevando con grandeza a un costado de la torrecilla de mando, el nombre de tan distinguidas mujeres araucanas, pasearon con destacado brillo, el Pabellón Nacional a lo largo de las costas de Chile. Es esta oportunidad y como un especial mérito a las mujeres chilenas, que luchan y trabajan abnegadamente por el bienestar y prosperidad de la Patria, las dotaciones de la Armada de Chile, en servicio activo y en retiro, les hacen llegar sus congratulaciones, con especiales muestras de admiración y respeto.
Pero el motivo principal de este relato no es solamente exaltar este acontecimiento de tanta trascendencia para la Marina, sino que enaltecer de igual manera el gesto grandioso de la Superioridad Naval de entonces, al rendir un homenaje a la mujer chilena, representada en la ocasión, por heroínas araucanas en reconocimiento a su valentía al enfrentar con arrojo a las huestes españolas durante la Guerra de la Independencia.
En momento tan especial, en que todos celebramos con algarabía el “Día Internacional de la Mujer”, es un deber resaltar este episodio en el contexto de la Historia Naval de Chile, distinguiendo al Alto Mando Naval de la época, que dispuso que esta formación de submarinos llevara nombres de mujeres araucanas, enalteciendo un accionar que honra su memoria en la leyenda. De acuerdo con esta resolución los submarinos fueron bautizados como: H-1 “Guacolda”. H-2 “Tegualda”, H-3 Rucumilla”, H-4 Quidora”, H-5 “Fresia” y H-6 “Guale”.
En sus cubiertas, cimentaron su aprendizaje profesional, centenares de gallardas tripulaciones que llevando con grandeza a un costado de la torrecilla de mando, el nombre de tan distinguidas mujeres araucanas, pasearon con destacado brillo, el Pabellón Nacional a lo largo de las costas de Chile. Es esta oportunidad y como un especial mérito a las mujeres chilenas, que luchan y trabajan abnegadamente por el bienestar y prosperidad de la Patria, las dotaciones de la Armada de Chile, en servicio activo y en retiro, les hacen llegar sus congratulaciones, con especiales muestras de admiración y respeto.
Atentamente
Manuel Chamorro Moreno
Suboficial (R) Armada
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