Las bases navales para estos submarinos nucleares requerían una condición indispensable: ser secretas e invisibles para el enemigo. De ese modo se perforaron montañas en los lugares más inhóspitos que albergarían los talleres y regimientos necesarios para mantener y abastecer a la flota submarina rusa.
Cuando finalizó la guerra fría y tras el colapso de la antigua Unión Soviética, muchas de estas bases quedaron en desuso, permaneciendo hasta nuestros días en estado de total abandono.
Esta base se encuentra abandonada desde mediados de los ochenta. En las épocas más frías, como se puede ver en las fotos, incluso los enormes canales por los que entraban los submarinos hasta su interior se congelan totalmente, por las lúgubres galerías que recorren el recinto las estalagmitas de hielo nos pueden dar una idea de las extremas condiciones de la zona
En una entrada antigua dek Blog ya anuncié que sería reestructurada como museo... esperemos que se haga efectivo pronto.
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