Seis unidades de combate, entre ellas dos submarinos, fueron parte hasta ayer de la casa abierta que realizó la Comandancia de Escuadra Submarinos y Guardacostas, de la Armada Nacional.
En el muelle de la Base Naval, en la avenida 25 de Julio, los visitantes pudieron ingresar a la fragata Eloy Alfaro, la corbeta Los Ríos y la lancha misilera Guayaquil. No fue necesario ser un hombre rana para entrar al submarino Shyri. La mañana del sábado 11 de julio, en uno de los muelles de la Base Naval Sur de la Armada Nacional en Guayaquil, la estructura negruzca mantuvo su escotilla abierta para recibir a decenas de visitantes.
Los submarinos BAE Shyri, con 38 años de funcionamiento, y el BAE Huancavilca, con 37, fueron las atracciones que mayores visitas registraron durante la exposición que busca acercar a la comunidad con el trabajo que desempeñan.
El capitán de navío Brummel Vázquez, comandante del Comando de Submarinos, señaló que el proceso de modernización de ambas unidades comenzó en el 2006 y que estarán operativas por 30 años más. “Se les reparó todo el casco, se les hizo una remoción de los equipamentos electrónicos (...)”, dijo. Los submarinos, que actualmente se utilizan para patrullajes del mar jurisdiccional y en el combate de actividades ilícitas, tienen capacidad para alrededor de 45 a 54 personas en la tripulación
Hombres,
mujeres y niños pudieron sentirse como tripulantes al recorrer el interior del
área de
comando y la zona de lanzamiento de torpedos de este
histórico submarino convencional, construido en Alemania y que pasó por un
proceso de modernización en Chile, entre 2008 y 2014. Su interior está forrado
por paneles de controles, con un sinnúmero de botones, incluso los que manejan
los ocho tubos lanzatorpedos de 553 mm. Aquí las fotos no están permitidas por
cuestiones de seguridad, como explicaron los oficiales. Pero la experiencia
resultó inolvidable para los pequeños estudiantes de varias escuelas que
llegaron a la Base Naval. El teniente José Mora explicó a los asistentes las
características tanto del submarino Shyri como del Huancavilca, anclado muy
cerca. Por ejemplo, pueden alcanzar hasta 300 metros de profundidad y por ahora
recorren toda la costa ecuatoriana, en tareas de seguridad interna. Mayra Mero
vivió la experiencia marinera por unos pocos minutos. “Es realmente como se ve
en las películas. La experiencia de embarcarse es única”.
Nacho Padró
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