Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford (California -EE.UU.-) ha construido un robot capaz de realizar tareas a gran profundidad, a las que ningún ser humano se atrevería. El OceanOne ya ha recuperado una pieza arqueológica del pecio hundido de Luis XIV, el 'rey Sol'.
La Universidad de Stanford ha creado un robot humanoide subacuático bautizado como OceanOne, con el que han sido investigadas las profundidades de la costa de Tolón, situada en el Mediterráneo francés. Allí, en 1664, naufragó el galeón 'La Lune' del rey Luis XIV. EN el suceso, que ocurrió en cuestión de minutos a 32 km de tierra firme, murieron cerca de mil personas. Esta exploración fue realizada en colaboración con el Departamento de Investigación Arqueológica Subacuática (DRASSM) francés.
El OceanOne nació en el laboratorio del profesor Oussama Khatib. Está compuesto por dos brazos, una cabeza y un elemento posterior en forma de cola que cuenta con dos hélices. En total, pesa 180 kg y se desplaza gracias a los ocho propulsores que equipa. Puede prestar sus servicios (entre los que se encuentra la grabación de imágenes estereoscópicas y la transmisión de sensaciones táctiles) de forma parcialmente automatizada, o bien de manera completamente manual, con un operario que se encargue de manejar el robot a través de unos mandos de palanca. No obstante, incluso cuando funciona en este último modo, OceanOne es capaz de adaptar sus hélices automáticamente a la corriente por la que bucee.
El OceanOne nació en el laboratorio del profesor Oussama Khatib. Está compuesto por dos brazos, una cabeza y un elemento posterior en forma de cola que cuenta con dos hélices. En total, pesa 180 kg y se desplaza gracias a los ocho propulsores que equipa. Puede prestar sus servicios (entre los que se encuentra la grabación de imágenes estereoscópicas y la transmisión de sensaciones táctiles) de forma parcialmente automatizada, o bien de manera completamente manual, con un operario que se encargue de manejar el robot a través de unos mandos de palanca. No obstante, incluso cuando funciona en este último modo, OceanOne es capaz de adaptar sus hélices automáticamente a la corriente por la que bucee.
La gran ventaja que proporciona el robot OceanOne consiste en que puede realizar tareas a gran profundidad que serían demasiado peligrosas para un ser humano. Pero, además, soporta presiones mucho más altas que una persona bajo el agua. Con estas cualidades, no sólo sirve para actuar como cazatesoros (ha recuperado un ánfora de los restos del La Lune), sino que podría asumir el mantenimiento de las líneas de comunicación submarinas o de plataformas petrolíferas.
Onemagazine
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