La propulsión independiente del aire (AIP) representa un avance tecnológico para los submarinos convencionales, pero hay limitaciones en las pilas de combustible basadas en hidrógeno utilizadas normalmente, y SENER de España está trabajando en un proyecto que verá a el metanol utilizado para generar el hidrógeno necesario en lugar de tener que almacenarlo a bordo.
Además de los generadores diesel que requieren aire exterior para la combustión, los submarinos con un sistema AIP utilizan fuentes de energía que no requieren aire de la superficie tales como las células de combustible. Esto les permite sumergirse sin ser detectado durante mucho más tiempo que los submarinos diesel eléctricos que tienen que emerger a la superficie y operar con un snorkel cuando sus baterías necesitan recarga.
Los sistemas de pilas de combustible que se utilizan actualmente permiten a los submarinos generar sus necesidades energéticas a partir de hidrógeno y oxígeno. Sin embargo, el hidrógeno se almacena en cilindros pesados y voluminosos que tienen un gran impacto en el peso y el espacio interior. Para resolver este problema, y dado que la tendencia general del mercado es la construcción de submarinos aún más grandes, SENER se ha asociado con ThyssenKrupp Marine Systems desarrollar un AIP en base a un proceso de de reformado de metanol que permite que el hidrógeno sea producido a bordo.
El equipo ha desarrollado un sistema que Sener dice tiene un excelente potencial comercial en el mercado de los submarinos. Un componente clave de la nueva tecnología es un disolvente de CO2 para los gases de escape. SENER ha diseñado un sistema que libera los gases fuera del submarino, garantizando al mismo tiempo que la firma acústica de la embarcación no sea detectable a una cierta distancia.
Para lograr esto, SENER ha tenido éxito en la disolución de estos gases (aproximadamente 98 por ciento de CO2 y O2 dos por ciento) en agua de mar por la succión directamente desde el submarino a la misma presión que la profundidad a la que el buque se encuentra. En condiciones más difíciles del proceso, SENER alcanza un tamaño máximo de la burbuja de 200 micras, con una profundidad de 18 metros para las aguas cálidas. La unidad de disolución CO2 está en el proceso de ser patentado en Europa.
Fuente:http://www.maritime-executive.com/
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