Rusia se refuerza con submarinos nucleares capaces de disparar poderosos misiles

 

Rusia consciente de la situación por la que pasa su nación y la forma en la que se está extendiendo el conflicto, continúa reforzándose. Lo último que ha presentado es un poderoso submarino con capacidad balística nuclear y sistemas tecnológicos avanzados por encima de lo que se podría imaginar. Con él le darán un impulso a su capacidad naval.

El gobierno ruso no se evade de la realidad y sabe que la ofensiva que está llevando contra Ucrania se está alargando más tiempo del esperado. Al mismo tiempo, sabe que la tensión internacional no deja de crecer por esta misma ofensiva, lo que hace que sientan que tienen muchas miradas sobre ellos. Por ello, no se fían y continúan introduciendo nuevo armamento.

La botadura del Knyaz Pozharskiy

El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado con orgullo la botadura de un nuevo submarino nuclear que ha sido bautizado como Knyaz Pozharskiy y que pasa a formar parte de su poderosa flota marítima. Para Rusia, tener una flota naval de gran potencia y notables posibilidades ofensivas es una de las principales prioridades, dado que les inspira confianza a la hora de mantener su autoridad.

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Russian Nuclear-Powered ‘Knyaz Pozharskiy’ Submarine Leaves Shipyard

The Borei-class sub has left the port of Severodvinsk and entered the White Sea. The Commander-in-Chief of the Russian Navy, Admiral Nikolai Yevmenov, was there to see it off ready for sea trials. https://t.co/53s09qI0Xa

14 de febrero, 2024 • 18:26

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Esta flota marítima se encuentra formada no solo por barcos y navíos estándares, sino también por otros que recurren a la energía nuclear. Este es el caso del Pozharskiy, el cual, además, dispone de una capacidad ofensiva de altísimo nivel gracias a que es un submarino de misiles balísticos no solo nucleares, sino también intercontinentales. No es el primero que se une a la flota rusa con estas características, sino el quinto, y lo más probable es que no vaya a ser el último.

Todavía está en fase de pruebas

No obstante, Rusia no podrá contar de momento con el Knyaz Pozharskiy, dado que el submarino todavía se encuentra en proceso de pruebas. El objetivo es que estas terminen a final de 2024 y que así, el próximo año, la Armada rusa ya tenga la oportunidad de sumarlo a sus filas. En paralelo también se están esperando otros dos submarinos de esta categoría, tratándose de modelos Borei-A que, ante todo, lo que están haciendo es reemplazar a las máquinas más antiguas que tiene el país. Rusia quiere disponer de los submarinos más avanzados y poderosos para crear poder de disuasión en caso de que las hostilidades o la tensión con otros países puedan aumentar.

Pero no sorprende que recurran a estos submarinos para imponer respeto, ya que se trata de máquinas de enorme tamaño que tienen una capacidad de ataque de altísimo nivel. Comenzando por las medidas, podemos ver que cuentan con eslora de 170 metros y que su superficie está preparada para soportar un transporte de un total de 24 mil toneladas. Otras de sus características son un misterio tal y como ya ha ocurrido con anteriores modelos de la gama Borei-A, ya que Rusia mantiene el secretismo a fin de que sus enemigos no conozcan los progresos que han realizado en diseño y tecnología. Esto puede sonar a película de guerra, pero es uno de los métodos habituales de Rusia para no desvelar más secretos de los necesarios.

De lo que sí podemos hablar más es de su armamento. Las pruebas que se han ido realizando de los Borei-A a lo largo del tiempo, aunque no multitudinarias, confirmaron hace unos años que el lanzamiento de misiles que puede realizar el submarino es de gran alcance. Los datos registrados hablan de 8.000 kilómetros, siendo también importante mencionar que cuenta con capacidad para un total de 16 misiles balísticos del tipo 3M30. Esta munición destaca especialmente por proporcionar soporte para que se puedan transportar un total de seis ojivas nucleares, un factor que Rusia ya ha dejado claro que resulta fundamental en cuanto al tipo de armamento que quiere tener a su disposición.

Junto a todo esto, también han trascendido datos como la disponibilidad, a modo de mecanismo de ataque más estándar, de un sistema lanzatorpedos de 533 mm que permitiría, mediante seis tubos, enfrentarse a amenazas más cercanas. De todas formas, es un submarino que ha sido diseñado para pasar desapercibido y estar oculto a un nivel extremadamente alto. Para ello ha sido dotado de tecnología adicional de camuflaje y, en añadido, tiene un sonar avanzado tecnológicamente con supuestas mejoras que no se habrían visto en otros submarinos similares.

Con una tripulación superior a 100 marinos, este submarino se puede convertir en una de las nuevas señas de identidad de Rusia para seguir dejando constancia de su fuerza.