La empresa Naval Group ha entregado a la Armada francesa el submarino nuclear de ataque SNA Perle tras haber llevado a cabo en él una auténtica proeza de ingeniería naval. Este submarino “Frankenstein” ha sido reparado uniendo su mitad trasera con la parte delantera de otro submarino de ataque nuclear, el SNA Saphir.
El 12 de junio de 2020, el SNA Perle de clase Rubis sufrió un grave incendiomientras se encontraba en dique seco en Tolón. El fuego, que duró 14 horas, dañó tanto la sección delantera del submarino que se llegó a considerar su desguace. Sin embargo, el gobierno francés decidió embarcarse en un ambicioso proyecto: fusionar el SNA Perle con otro submarino aún operativo de la misma clase.
Bajo la supervisión del Servicio de Apoyo a la Flota, Naval Group trasladó el submarino a Cherburgo para continuar allí con las tareas de reparación, mantenimiento y modernización en la sección trasera intacta del Perle. Para completar el submarino se utilizó la sección delantera del SNA Saphir, dado de baja en 2019 y que ya se encontraba en el puerto de Cherburgo, que fue cortada y adaptada al Perle. La nueva versión de esta submarino nuclear de primera generación terminó por añadir 1,4 metros de longitud a los 74,6 que tenía originalmente.
El proceso implicó técnicas avanzadas de corte, soldadura y una alineación precisa de los cascos, ya que incluso la más mínima desviación podría haber sido desastrosa. Una vez completada la reparación, el submarino debe ser capaz de soportar la presión del agua a grandes profundidades.
La hibridación de los dos submarinos requirió varias etapas. Primero se llevó a cabo el corte del SNA Perle y del SNA Saphir. Después se procedió al desplazamiento y alineación precisa de las medias-cubiertas utilizando "andadores" especiales. El siguiente paso fue soldar las gruesas capas de los cascos de ambas secciones y reconstruir las cubiertas interiores en la zona de unión. Por último, se realizó el minucioso proceso de conexión de cientos de cables, tuberías y sistemas diversos.
Para llevar a cabo este proyecto, Naval Group movilizó a más de 300 personas, quienes trabajaron más de 100,000 horas de ingeniería y realizaron 2,000 actualizaciones de planos y documentos de diseño. Además, se invirtieron 250,000 horas de trabajo industrial y se realizaron 2,000 conexiones eléctricas, representando un total de un millón de horas en tareas de mantenimiento y reparaciones.
Desde el pasado 30 de junio y tras completar las pruebas en el mar, el SNA Perle está listo para volver al servicio operativo y se espera que permanezca en activo hasta 2028.
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