10 septiembre 2021

La guerra submarina en el siglo XXI

 

Aunque los combates en la superficie crean la ilusión de que todo es inalámbrico, la infraestructura que soporta el 95% de la transmisión de datos informáticos en todo el mundo está hecha de cables que transcurren bajo el agua. Una red global que ya anda por el millón de kilómetros de cables submarinos conecta los cinco continentes en múltiples nodos. Los calibres de los cables son variados, desde el dedo de grosor de los más pequeños, hasta los 30 cm de sección de los mayores.

La campaña de alto perfil que EEUU lleva a cabo para excluir a Huawei Technologies de las redes móviles de próxima generación en todo el mundo incluye denuncias de espionaje, detención y enjuiciamiento de directivos de la multinacional china, y presiones y boicots para que sus gobiernos subordinados no adopten sistemas de 5G de Huawei.

Mientras Washington avocaba todo su poder de fuego a estos menesteres, la compañía china se integraba en redes de cable submarinas que transportan gran parte de los datos de Internet del mundo. Hay casi 400 grandes cables submarinos que llevan el 95% del tráfico de voz y datos entre continentes, infraestructuras críticas desde el punto de vista económico-comercial (y por consiguiente la seguridad nacional) para la mayoría de los Estados.

Por eso las agencias de seguridad de EEUU y sus gobiernos aliados se enfocan cada vez más en controlar la vulnerabilidad al espionaje o a ataques de cualquier tipo contra estas redes submarinas, y redoblan la oposición a que Huawei participe de ellas.

Huawei hace notar que EEUU no muestra públicamente ninguna prueba acerca de sus afirmaciones de que su tecnología es un riesgo para la ciberseguridad. “Es la misma calidad de ´pruebas´ que señalaban a Irak como poseedor de armas de destrucción masiva”, dijo un funcionario del ministerio de Infraestructuras chino cuando Canadá, por pedido de Washington, detuvo a Meng Wanzhou, hija del fundador de la empresa china. 

Como sea, Washington logró que Facebook, Amazon y China Mobile retiraran su solicitud para conectar San Francisco y Hong Kong como parte del “Bay to Bay Express Cable System”. China Mobile también debió renunciar a participar de la operación del nuevo cable submarino de datos de 13.000 km entre Filipinas y  California. 

Ahora, Amazon y Facebook piden al gobierno estadounidense que les entregue el permiso de operación de esa nueva “autopista” submarina de gran capacidad en una ruta donde la demanda aumenta significativamente año a año. Las compañías anunciaron a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) que están listas para comenzar la operación comercial a fines de 2022 y que el nuevo cable permitirá respaldar las aplicaciones de Facebook y brindará a Amazon y sus afiliados la capacidad de brindar mejores servicios en la nube y conectar sus centros de datos en Asia con los de EEUU.

En abril de 2020, la FCC aprobó la solicitud de Google -Alphabet- para usar parte de un cable de telecomunicaciones submarino entre EEUU y Asia, que excluía a Hong Kong, por solicitud de las agencias de seguridad estadounidenses que plantearon preocupaciones de “seguridad nacional”. Google aceptó operar solo una parte del Pacific Light Cable Network System entre EEUU y Taiwán, pero sin conexión con Hong Kong. Google y Facebook habían sido parte de los financistas de la construcción del enlace completo, pero los reguladores estadounidenses bloquearon su uso hasta que en agosto de 2020 las empresas abandonaron su pretensión de usar el tramo a Hong Kong.

El nuevo cable entrará en funcionamiento a fines de este año, y batirá el récord de velocidad de datos a distancia: cada segundo, sus seis pares de fibra óptica serán capaces de transmitir entre Hong Kong y Los Ángeles (13.000 km) 144 terabits de información en ambas direcciones, una cantidad similar a la que contendrían trescientos discos Blu-ray. 

Este nuevo cable inicia una nueva transformación en la red de fibra óptica submarina. Al principio, la red transmitía llamadas de telefonía y mensajes de fax. Luego, sirvió para transportar datos entre usuarios de Internet y proveedores de servicios. Ahora, se dedicará esencialmente a transferir contenido y ofertas de computación en la nube entre los centros de datos de unas pocas empresas tecnológicas.

En 2020 ese tipo de transmisiones capturó 77% del tráfico por el Atlántico y 60% del tráfico por el Pacífico. Google, por citar un caso, debe duplicar su capacidad de transmisión cada año para mantener sus servicios de computación "Cloud 3.0". Por lo mismo, compite con Facebook y Microsoft en la compra de paquetes accionarios en compañías de cable submarino y operadoras de puntos de aterrizaje de cables. Y todos estos gigantes cuentan con el respaldo de la política exterior y el accionar de las agencias de inteligencia estadounidenses para eliminar eventuales competidores que amenacen la “seguridad” de sus negocios.

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