Hasta ahora, todos los inventos que imaginó Julio Verne se han cumplido en la realidad, lo que da una idea de su fabulosa capacidad de fabulación. Y también de su maestría literaria para mantener la atención de generaciones de lectores durante más de un siglo. En Veinte mil leguas de viaje submarinoel escritor francés describe la llegada del Nautilus a la ría de Vigo en cuyas profundidades sitúa la leyenda la localización del llamado tesoro de Rande. Una cantidad ingente de oro y de plata que, transportada en galeones desde América, habría ordenado hundir el almirante jefe de la flota hispanofrancesa para que no cayese en manos de los acosadores ingleses. Desde entonces, 18 de febrero de 1868, se ha venido especulando sobre la existencia y destino de esa riqueza, pero si queremos una explicación rigurosa desde un punto de vista histórico, habremos de recurrir a los muy minuciosos estudios del investigador Eduardo Rolland, hijo de mi buen amigo Joaquín Rolland, periodista que trabajó, entre otros medios, en Faro de Vigo y con el que tan buenos ratos pasé en aquellas madrugadas de inocente bohemia. Digo lo que antecede después de saberse que las autoridades españolas han capturado en la ría de Aldán a un submarino de 22 metros de eslora que trasportaba más de 3.000 kilos de cocaína de extraordinaria pureza. No tenemos medios para medir la importancia económica de este alijo en comparación con el que transportaban los galeones hundidos en el estrecho de Rande, y habría que preguntarle a Eduardo Rolland si tiene datos que permitan tal especulación. Y también desconozco cuál es la cantidad de dinero que valdrían en el mercado de la droga todas las capturas hechas en Galicia desde que fue evidente que el contrabando de tabaco y sus redes clientelares había sido sustituido por un tráfico más rentable. En cualquier caso, seguro que iguala y aún supera en mucho al valor estimado del llamado tesoro de Rande. Últimamente, se había dejado de hablar en los medios (y en buena parte gracias a la eficaz actuación de Policía y Guardia Civil) sobre el narcotráfico y los narcotraficantes en la costa gallega; y se suponía que las rutas utilizadas para la entrada de estupefacientes se habían desplazado hacia el sur de España. Hasta el punto de que, el asunto se convirtió en literatura de éxito y seriales de televisión de gran audiencia. Y también (esto es inevitable) en motivo de orgullo para la clase política regional que es maestra en apuntarse méritos ajenos. Desgraciadamente, la captura del narcosubmarino nos ha devuelto a la realidad: Galicia y su costa siguen siendo punto de destino de la droga y poderosas organizaciones con complicidades locales traen grandes cargamentos desde América del Sur para distribuirlas en el mercado europeo. Porque hay que manejar mucho dinero y no pocas complicidades en varios países para hacerse construir un submarino de las características del capturado en la ría de Aldán y estibar en su interior un poco más de tres toneladas de cocaína. Suelo ir a Bueu y a Cangas de Morrazo con una veterana peña gastronómica para disfrutar de la buena cocina que abunda en muchos establecimientos de ese hermoso lugar. Pero no podía imaginar que bajo el agua, aparte de pescado y marisco, nadasen submarinos con droga.
Jose Manuel Ponte
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