Los miembros de las primeras tripulaciones de submarinos con frecuencia eran tildados de suicidas en la Armada rusa. Dado el altísimo riesgo de operar en los entonces muy inseguros aparatos, cobraban casi diez veces más que los marineros de buques de superficie.
Hace un año el grupo de buceadores suecos Ocean X Тeam halló cerca de las costas de Suecia una nave rusa de principios del siglo XX usada en la Primera Guerra Mundial: el primer sumergible ruso, Som, botado en vísperas de la guerra ruso-japonesa de 1904-1905.
Ahora los biznietos del capitán de corbeta Jrisanf Bugurayev, el capitán del Som, hundido durante la Primera Guerra Mundial, han apelado al presidente ruso, Vladímir Putin, y al primer ministro sueco, KjellStefan Löfven, para que permitan a los buzos de la compañía que encontró la nave el año pasado subirla a superficie, informa RIA Novosti.
Los biznietos de Bugurayev viven en Rostov del Don, Rusia, pero los descendientes de otros dos oficiales y 16 marineros de la tripulación que fallecieron en 1916 viven en Rusia, Bielorrusia, Estados Unidos y Ucrania.
Som, que inicialmente llevaba el nombre de Fulton, fue construido en EE.UU. en 1901 por encargo de la Marina rusa y trasladado a Rusia en 1904. Desde entonces su diseño sirvió de base para la creación de una serie de submarinos de su clase. El Som (‘bagre’, en español) sirvió primero en Vladivostok, luego en la Flota del Mar Negro y, finalmente, en el Báltico.
El 10 de mayo de 1916 el submarino colisionó con el carguero sueco Ingermanland mientras patrullaba la costa de Suecia. Según otras versiones, el buque sueco, que posiblemente llevaba contrabando militar, golpeó al sumergible intencionadamente para evitar una inspección de su carga.
Todos los miembros de la tripulación murieron en el accidente.
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